Los eclipses en el mundo prehispánico: de mal augurio a una posible señal para la fundación de Tenochtitlan
Los antiguos mayas, estudiosos de los astros y el cielo nocturno, representaban a estos fenómenos astronómicos con un glifo de “Sol comido”, con una criatura devorando a la estrella

Para los pueblos prehispánicos que adoraban al Sol, la aparición súbita de un eclipse total que convertía el día en una oscuridad momentánea era motivo de profundo temor. Se trataba de una perturbación al orden cósmico, interpretada con fatalidad por los sacerdotes-astrónomos de los pueblos que se extendían por Mesoamérica. “La brillantez y regularidad del Sol en su movimiento era un reflejo de un orden cósmico normalmente estable y continuo. Por ello, en ocasión de un eclipse de Sol o de Luna, ese orden se perturbaba y entonces se interpretaba como un mal augurio sobre el mundo”, explica a este diario Jesús Galindo Trejo, doctor en Astrofísica e investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM.
Para los antiguos mayas, observadores metódicos del cielo nocturno y el movimiento de los astros en la bóveda celeste, los eclipses también fueron objeto de estudio. El mejor ejemplo, explica Galindo Trejo, se encuentra en el códice de Dresde, uno de los cuatro manuscritos mayas conocidos que sobrevivió a la Conquista: además de un registro pormenorizado de las posiciones de Venus en la bóveda celeste, el códice incluye tablas numéricas con las fechas de eclipses solares y lunares a lo largo de un periodo de tres décadas.
La voz maya para referirse a estos fenómenos hace alusión al “Sol comido”, un glifo formado por el astro rey en penumbras y a punto de ser devorado por un animal. “En maya yucateco, los eclipses de Sol y de Luna se llaman de forma similar: el de Luna, ‘luna comida’ o ‘mordida de Luna’; el de Sol, ‘mordida de Sol’ o ‘Sol comido’, es el mismo concepto. En este códice aparece frecuentemente el glifo del Sol oscurecido con una especie de alas de mariposa, y abajo aparece una especie de serpiente a punto de devorarlo”, asegura.
A partir del análisis de datos arqueoastronómicos, Galindo Trejo también desliza una sugerente hipótesis a propósito del papel de los eclipses en la cosmovisión prehispánica: basado en el estudio de fuentes históricas y cálculos astronómicos, el experto propone que un eclipse solar total influyó de forma decisiva en la fundación de México-Tenochtitlan, la metrópoli mexica de islotes y palacios que gobernó con puño de hierro el Valle de México durante dos siglos.
La hipótesis del astrofísico surgió en julio de 1991, cuando México se preparaba para uno de los eclipses solares más largos en siglos. Mientras buscaba información sobre los fenómenos de esta naturaleza en territorio nacional, Galindo Trejo cayó en cuenta que el 21 de abril de 1325, el mismo año en que el consenso histórico considera que se fundó Tenochtitlan, un eclipse total de Sol fue visible en el Valle de México.
A partir de las crónicas sobre el mito fundacional de Tenochtitlan, que cuenta el largo peregrinar de un grupo de migrantes nahuas hacia el centro de México en busca de un sitio donde levantar su ciudad, Galindo sugiere que el eclipse solar pudo haber sido interpretado por los mexicas como una señal para establecerse. “Mi propuesta es que el eclipse fue una señal dada por Huitzilopochtli para quedarse aquí”, explica, un gesto que considera pasado por alto en los estudios históricos. El experto incluso lanza una fecha, el 17 de mayo de 1523, como el día de fundación de Tenochtitlan, bajo un argumento que se nutre tanto del calendario mexica, dividido en trecenas (periodo de 13 días), como en un momento identificable en el cielo: el paso cenital del Sol, un momento astronómico que solo sucede dos veces al año, ocurrido 26 días (dos trecenas) después del eclipse solar de abril.
Si bien la fecha de fundación de Tenochtitlan es uno de los puntos de discusión más álgidos cuando se trata de la historia prehispánica, el astrofísico pugna por reavivar el debate científico al respecto, esta vez considerando el punto de vista arqueoastronómico que defiende. Entre la dificultad que entrañan las pocas fuentes disponibles al cabo de cinco siglos, el consenso actual coincide en que la fundación tuvo lugar en algún momento de 1325; sin embargo, el grueso de expertos evita proponer un día en específico. En 2021, Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum, presidente y jefa de Gobierno de la capital, respectivamente, decidieron conmemorar los 700 años de la fundación de la urbe con una serie de eventos y celebraciones. La decisión caló hondo en la academia, que decidió de forma casi unánime retirar el apoyo a la conmemoración.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
