Tres audiencias aplazadas, colectas familiares y la solicitud de un nuevo juicio: la condena que no llega para el actor mexicano Pablo Lyle

El proceso contra el actor mexicano Pablo Lyle por homicidio involuntario ha quedado en un impasse justo en su fase final. En octubre pasado, el protagonista del filme Mirreyes vs Godínez fue declarado culpable de golpear mortalmente en plena vía de Florida al cubano Juan Ricardo Hernández, de 63 años. Entre los sollozos de la familia de la víctima, el intérprete escuchó con el gesto adusto la resolución del jurado y la decisión de la jueza Marisa Tinkler de que dictaría una condena unos 20 días después. Sin embargo, dicha audiencia ya ha sido aplazada en tres ocasiones, mientras sus abogados ya han solicitado que se celebre un nuevo juicio bajo el argumento de que la condición mediática del caso influyó sobre el jurado e impidió que se tomara una resolución objetiva.

La defensa del actor, de 36 años, buscan un giro de 180 grados en la última milla de un proceso de más de tres años. Los abogados de Lyle declararon desde un inicio a medios locales que el proceso contra su cliente ha estado viciado por la cobertura mediática, por ello consideraban que los jurados pudieron tener una perspectiva sesgada y por consiguiente poca parcialidad en el juicio. Frente a esta petición, la magistrada Tinkler determinó que primero escucharía los argumentos del actor sobre la necesidad de un nuevo juicio respecto a las acusaciones de homicidio involuntario y luego fijaría una fecha para revelar la sentencia del intérprete. Dichas audiencias se han aplazado una tras otra. La nueva cita ante el juez está prevista para el próximo 8 de diciembre.

En paralelo, familiares y amigos del protagonista de la serie Yankee comenzaron una colecta para cubrir los gastos del proceso ante tribunales. Silvia Lyle, hermana del ahora imputado compartió en sus redes sociales la invitación para sumarse a las donaciones para recaudar un total de 100.000 dólares. “Como amigas de la familia Lyle, nos hemos unido para acompañar a Pablo Lyle a transitar esta etapa incierta de su vida. Tú también puedes ayudar”. La familia del intérprete asegura que durante el proceso se ha incurrido en “altísimos gastos legales” que siguen aumentando y que han puesto contra las cuerdas los recursos de su familia. De acuerdo con el sitio web, a la fecha se han reunido más de 91.300 dólares a través de esta colecta. La página ofrece la opción de pagar en línea o a través de una transferencia a una cuenta bancaria estadounidense.

La pesadilla para el actor mexicano comenzó la tarde del 31 de marzo de 2019. Tras unas vacaciones familiares, el intérprete se dirigía con su familia al aeropuerto de Miami, Florida, cuando en un alto de semáforo él y otro familiar comienzan a pelear con Hernández. En las imágenes de las cámaras de seguridad se observa cómo el actor asesta un golpe al hombre de 65 años, que queda tendido en el suelo. La víctima, de origen cubano, falleció cuatro días después del ataque debido a las consecuencias de un “trauma contundente en la cabeza”. Fue entonces cuando las autoridades de Miami obligaron a Lyle a volver a Estados Unidos y estuvo tres años bajo arresto domiciliario.

Durante el juicio, la Fiscalía de EE UU aseguró al jurado que las últimas palabras de la víctima fueron: “Por favor no me hagas daño”, antes de caer y golpearse mortalmente. Los abogados del actor centraron su estrategia en que su cliente solo quería proteger a su familia y que era la primera vez que se veía envuelto en una situación como esa. Por consejo de sus abogados, el actor decidió no testificar durante su juicio. La condena que se le podría imponer al actor, según dijo la jueza, es de entre 9 a 50 años de prisión.

Antes de pisar un escenario, Lyle brilló en las pasarelas como modelo de ropa interior y se casó con la influencer Ana Araujo. Años más tarde, en sus inicios como actor, fue un rostro recurrente en las telenovelas juveniles, pero su gran oportunidad llegó con la película Mirreyes vs Godínez, que paradójicamente fue estrenada en 2019, un año que supuso el éxito y la caída en desgracia del intérprete.

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