10 claves para fomentar la creatividad de los niños este verano
A pesar de ser una cualidad innata en el ser humano, el ingenio precisa de práctica y un ambiente favorecedor que ayude a que esta virtud se ejercite y así mejore


El verano puede ser el escenario perfecto para cultivar valores y cualidades fundamentales del ser humano, tales como la creatividad, la imaginación o la inventiva, tan necesarios y característicos del cerebro humano y su funcionamiento. Y es que lejos de lo que se pensaba hace unas décadas, el ser humano no es el único ser vivo capaz de emplear su creatividad, pero sí es el ser que más puede desarrollarla a lo largo de su vida si se desenvuelve en el contexto adecuado y con las herramientas necesarias.
A lo largo de la infancia, el concepto de creatividad tiende a favorecerse continuamente, siendo una cualidad de valor e importancia para los profesionales que la acompañan, para las familias y los educadores. Las actividades de manipulación, los juegos de texturas, experimentar con los sentidos, permitir la exploración del medio en el que el menor crece, es algo habitual dentro de los primeros años de vida.
Pero según avanzan los años, la consideración respecto a la importancia de la creatividad va perdiendo fuerza, llegando a creer incluso que no aporta rigor y realismo a las ideas que el ser humano propone, sino cierta fantasía o ilusión. Muy lejos de ser esto cierto, es importante destacar que dicha habilidad no debería perderse nunca, sino tratar de fomentarse, haciendo que las ideas afloren, potenciando la resolución de conflictos, ampliando las respuestas a distintas preguntas y arrojando luz a nuevos desafíos y retos.
Y es que la creatividad y la imaginación ponen en funcionamiento áreas cerebrales muy diversas. En primer lugar, se observa cómo se activa la corteza occipital, relacionada con el procesamiento visual de la información, encargándose de enlazarla con las imágenes guardadas en la memoria. También está implicada la corteza parietal, que es la responsable de integrar la percepción sensorial, y el córtex prefrontal, que es el que activa los centros de control para lograr el pensamiento divergente. Es por todo ello que la creatividad no puede ser un aspecto reservado para el ocio o el tiempo libre, sino que es de vital importancia fomentarla a lo largo de toda la vida, tratando de mejorar su capacidad y logrando mayores y mejores resultados cada día.

Claves para fomentar la creatividad:
- Es muy importante favorecer el juego libre sin una estructura determinada, donde sea el menor quien guíe la acción, acompañado o no por el adulto u otros iguales, pero siendo él mismo quien determine la actividad, el rol que desempeña, los tiempos y los materiales para jugar.
- Ofrecer materiales desestructurados y sencillos que impliquen la participación del niño y supongan un reto para su imaginación. Menos es más, es decir, menos botones, funciones y estímulos por parte de los materiales, para que el cerebro trabaje más y sea protagonista de su aprendizaje.
- No llenar el tiempo de planes y actividades propicia que se ofrezcan espacios vacíos donde el cerebro tiene que crear para entretenerse, para estar activo y ofrecer nuevas ideas.
- Actividades como la meditación, iniciarse en la relajación, buenos hábitos de sueño o ayudar a volver a la calma tras la actividad, fomentan esa transición que necesita el cerebro para iniciarse en los procesos creativos.
- Probar nuevas actividades, ofrecer alimentos distintos o buscar métodos novedosos para llegar a un mismo destino o incluso a uno diferente, favorece indudablemente la capacidad de imaginar y crear, generando nuevos mecanismos para la resolución de conflictos.
- La conexión con la naturaleza hace que el ser humano se enriquezca de elementos esenciales tales como las distintas texturas, los olores, las sensaciones o las emociones que encuentra a su paso.
- Pasar tiempo en familia, priorizando el juego de interacción —las palabras encadenadas, los rompecabezas, los acertijos o la invención de historias—, contribuyen a formar una imaginación y creatividad sin igual.
- El juego simbólico y de representación es clave en este aprendizaje, siendo de gran valor jugar a los animales, a las profesiones, a disfrazarse o representar funciones. Meterse en la piel de otro proporciona un ambiente ideal para la creatividad y la imaginación.
- Cultivar el aburrimiento es la asignatura pendiente de esta generación, donde el exceso de estímulos, la variedad de materiales, la gran oferta de actividades y opciones, no le da cabida. De esta forma, se priva al cerebro, tanto de menores como de adultos, de los tiempos de no hacer nada tan necesarios para aprender, para descubrirse, entretenerse, para llenar el espacio, los silencios, la diversión con uno mismo o la autonomía personal.
- Aprender a disfrutar de la soledad también es parte de este proceso creativo que tanto puede ofrecer al ser humano siempre y cuando se le dé el valor que merece.
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