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Japón y Estados Unidos firman una “nueva era dorada” en su alianza y un acuerdo de cooperación sobre tierras raras

Takaichi y Trump muestran buena sintonía en un encuentro cargado de gestos simbólicos y recuerdos al ex primer ministro Shinzo Abe

Inma Bonet

La nueva primera ministra de Japón, Sanae Takaichi, ha afrontado este martes su primer gran examen diplomático: ganarse la confianza de Donald Trump y establecer con él la sintonía que en su día cultivó su mentor, Shinzo Abe, que gobernó entre 2012 y 2020. Exactamente una semana después de su investidura, la líder ultraconservadora se ha estrenado con nota en la escena internacional frente a un interlocutor tan imprevisible como decisivo para Tokio: el presidente de Estados Unidos ha vaticinado que Takaichi será “una de las más grandes primeras ministras” y ha definido al país del sol naciente como un “aliado al máximo nivel”.

Ambos mandatarios han proclamado el inicio de una “nueva era dorada” en la relación bilateral y han firmado un acuerdo de cooperación para apoyar el suministro de minerales críticos y tierras raras, un nuevo paso para reducir la dependencia de China.

Una radiante Takaichi ha ofrecido una cálida bienvenida a Trump en el palacio de huéspedes de Akasaka, una majestuosa residencia de estilo europeo en el corazón de Tokio. La última vez que el estadounidense estuvo allí fue en 2019, en visita oficial durante su primer mandato. Entonces lo recibió Abe, el líder nipón, que sería asesinado tres años más tarde. Ambos forjaron una relación personal excepcional en la diplomacia entre Washington y Tokio, cimentada en partidas de golf, afinidad ideológica y una comunicación franca que Takaichi, una veterana de la política japonesa, ahora busca emular.

La jornada se ha desarrollado en un ambiente de camaradería cuidadosamente coreografiado. “Es un apretón de manos muy firme”, ha celebrado Trump mientras las cámaras captaban el saludo con Takaichi. “Todo lo que sé de ti por Shinzo y otros me garantiza que serás una de las más grandes primeras ministras”, le ha confiado Trump, antes de felicitarla por ser la primera mujer japonesa en dirigir el Gobierno. “Es un gran logro”, ha aseverado.

Antes de su reunión a puerta cerrada, la mandataria japonesa, de 64 años, ha colmado de elogios a su homólogo estadounidense, de 79, por su “compromiso inquebrantable con la paz y la estabilidad mundiales”, según recoge el diario Japan Times. Y ha comunicado a la delegación de Estados Unidos que propondrá al republicano para el próximo Nobel de la Paz —el de este año se ha fallado este mismo mes, y Trump no lo ha logrado— “por su mediación en distintos conflictos”.

Durante este primer encuentro se ha firmado una alianza que, a pesar de estar cargada de la hipérbole que tanto gusta al estadounidense, apenas introduce novedades sustantivas en la relación ya existente entre ambos países; más bien reitera pactos previos en materia de inversiones estratégicas y seguridad económica y confirma que el acuerdo comercial firmado en julio sigue vigente.

Según el breve comunicado difundido por la Casa Blanca, Trump y Takaichi mantendrán el diálogo sobre la inversión de 550.000 millones de dólares que Tokio se comprometió a realizar en Estados Unidos a cambio de que los aranceles contra Japón se mantengan en un 15%, por debajo del 25% con el que Trump amenazó en su llamado “Día de la Liberación”, el pasado 2 de abril.

Ambos líderes “toman nota con satisfacción” de los avances conjuntos y se comprometen a “reforzar la prosperidad global” mediante el crecimiento económico y la cooperación en sectores clave, dice el comunicado. El texto también insta a sus Gobiernos a “dar nuevos pasos” hacia esa “nueva era dorada” de la alianza, que definen como “en constante crecimiento”.

Se espera que el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, concrete los acuerdos con empresas japonesas durante la visita. De momento, ha señalado que se centrarán en áreas como la energía y los oleoductos, pero se prevé avanzar en proyectos de construcción naval, inteligencia artificial y otras tecnologías.

Minerales críticos

Sí es más concreto el otro marco de cooperación firmado este martes, sobre minerales críticos. Tokio y Washington se han comprometido a identificar durante los próximos seis meses proyectos de interés en industrias como la de los imanes y las baterías, a proporcionar financiación a proyectos mineros y a cooperar en el desarrollo de reservas estratégicas, adelanta Reuters, con el objetivo de “acelerar el suministro seguro de minerales críticos y tierras raras necesarios para apoyar a las industrias nacionales”.

En su esfuerzo por disminuir su dependencia de China, el país que domina el sector de estos materiales estratégicos ―indispensables para la fabricación de todo tipo de productos, desde terminales móviles hasta cazas de guerra―, Japón logró reducir la cuota de sus importaciones hasta aproximadamente el 60% en 2023, frente al 90% que registraba hace poco más de una década.

La gira asiática de Trump está muy centrada en ese asunto, que será clave durante la reunión con su homólogo chino, Xi Jinping, prevista el próximo jueves en Corea del Sur. Tras un fin de semana de negociaciones entre los equipos de Estados Unidos y China en Kuala Lumpur (Malasia), Washington confía en que Pekín aplace la entrada en vigor de sus nuevas restricciones a la exportación de esos minerales, una maniobra que allanaría el terreno para ampliar la tregua comercial entre la primera y segunda economía del planeta, que expira el próximo 10 de noviembre.

Takaichi ha obsequiado a Trump con un palo de golf que perteneció a Abe y una mochila firmada por el golfista japonés Hideki Matsuyama. Juntos han firmado gorras con el lema “Japón está de vuelta”. Analistas citados por medios locales afirman que los gestos para invocar el legado del antiguo premier japonés buscan fortalecer la posición interna de Takaichi, que lidera una coalición que se encuentra a solo dos escaños de la mayoría en la Cámara baja.

Los dos mandatarios también han posado con las familias de ciudadanos japoneses secuestrados por Corea del Norte en las décadas de 1970 y 1980. El Gobierno japonés reconoce oficialmente 17 casos, pero algunas asociaciones sostienen que la cifra es mucho mayor. Trump ha declarado que “Estados Unidos está con las familias y hará todo lo que esté en nuestras manos”. En las últimas semanas, han aumentado las especulaciones sobre un posible reencuentro entre Trump y el líder norcoreano, Kim Jong-un, en los próximos días.

Takaichi, quien se declara admiradora de la británica Margaret Thatcher y ha anunciado su objetivo de ser la dama de hierro de su país, está a favor de reformar la Constitución pacifista japonesa para dar un mayor papel al Ejército; el viernes anunció que acelerará la inversión en defensa para llegar al 2% del PIB.

Trump ha agradecido “los pedidos de una gran cantidad de equipamiento defensivo” estadounidense y ha augurado “un intercambio comercial extraordinario, [...] más que nunca antes”. Su comentario disipa, al menos de momento, uno de los principales temores de Takaichi: que Washington aprovechara para exigirle un mayor esfuerzo financiero en defensa.

Por la tarde, los dos dirigentes se desplazaron a la base naval estadounidense de Yokosuka, ubicada a unos 50 kilómetros al sur de Tokio. Desde el portaviones USS George Washington, buque insignia de la Séptima Flota y símbolo de la presencia militar de Estados Unidos en Asia-Pacífico, Takaichi agradeció a las tropas su papel en la defensa de Japón y de la región, que alberga la mayor concentración de poder militar estadounidense fuera de su territorio.

La visita escenifica la solidez de los lazos de seguridad de ambas naciones, en un contexto de creciente tensión con Corea del Norte, China y Rusia. Ante unos 6.000 marineros estadounidenses, Trump ha presentado a su anfitriona como “una ganadora”.

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Sobre la firma

Inma Bonet
Es la colaboradora de EL PAÍS en Asia desde 2021. Reside en China desde 2015, primero como estudiante de chino y de un máster en Relaciones Internacionales en la Universidad de Estudios Extranjeros de Pekín (BFSU), y luego como periodista. Antes de unirse a este diario trabajó en televisión y radio.
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