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Israel prolonga tres días la detención de Reyes Rigo, la activista de la flotilla acusada de morder a una funcionaria

La única española de la Global Sumud retenida aún en ese país niega esa acusación ante el tribunal

Reyes Rigo flotilla Gaza
Trinidad Deiros Bronte

Un juzgado de primera instancia de Beersheba, en el sur de Israel, ha prolongado este miércoles tres días más la detención de Reyes Rigo Cervilla, la única española de la Global Sumud Flotilla que sigue encarcelada en Israel, según ha informado la prensa israelí y confirmado más tarde en el Congreso el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Las autoridades israelíes investigan a esta activista mallorquina de 56 años por haber mordido presuntamente el domingo a una enfermera de la cárcel de Ketziot. Sin embargo, aún no han presentado cargos en su contra.

La mujer, que ha negado ante el juez esa agresión, ha ofrecido una versión muy diferente de lo que sucedió el domingo. La activista asegura que ese día se produjo un forcejeo en el que ella se interpuso entre los guardias de la cárcel y una compañera de la flotilla, cuando los funcionarios estaban atacando a esa otra mujer.

El abogado de la ONG israelí Adalah, que representa a Rigo, ha reclamado entonces al representante de la policía israelí en el juicio las imágenes del incidente, que deberían haber quedado grabadas en las cámaras de seguridad del penal. El agente ha admitido que esa fuerza de seguridad no tiene en su poder esos vídeos y que ni siquiera los han visto.

Varios activistas de la flotilla Global Sumud, interceptada hace justo una semana en aguas internacionales, han descrito cómo el domingo funcionarios del penal arrastraron y sacaron a Rigo de una habitación “con extrema violencia” agarrándola por el pelo y arrastrándola por el suelo. Después la condujeron a una celda donde quedó confinada en solitario, según explicó tras aterrizar el lunes en el aeropuerto de Barajas Alejandra Martínez Velasco, otra mallorquina que también viajaba en la flotilla.

Tras ese incidente, la activista mallorquina fue arrestada esa misma noche en el interior de la prisión y trasladada a una comisaría de la cercana localidad de Shkib al Salam. Según la versión policial, la funcionaria a la que la española supuestamente mordió sufrió heridas leves que requirieron tratamiento.

En su comparecencia en el Congreso de los Diputados, Albares ha comunicado que el cónsul español en Tel Aviv se ha reunido ya con Rigo, informa Miguel González.

Suhad Bishara, la directora de la ONG Adalah, explicó a este diario en la noche del martes que los abogados de la activista aún no habían podido acceder a los documentos de su caso y que desconocían “si hay o no pruebas contra ella”. La abogada expresó luego su esperanza de que la mallorquina fuera liberada “muy pronto”. Esta organización ofreció asistencia legal a todos los detenidos de la Global Sumud.

Solo seis de los 462 participantes en la flotilla —cuyo fin era romper el bloqueo israelí llevando ayuda humanitaria a la Franja— siguen retenidos en Israel, confirmó el martes por la noche un comunicado de la ONG. Además de Rigo, entre los detenidos hay ciudadanos noruegos y marroquíes, señala la organización, que ha exigido “su liberación inmediata y está colaborando con las autoridades pertinentes para conseguirla”, asegura la nota.

El resto de los activistas, ya expulsados a sus países de origen —entre ellos, otros 48 españoles— han denunciado haber sufrido golpes, insultos, tratos humillantes y torturas físicas (como obligarlos a permanecer en posturas dolorosas) y psicológicas. Algunos incluso han descrito cómo los agentes de las fuerzas de seguridad israelíes y los guardias de la prisión los apuntaron con armas de fuego y les amenazaron con azuzarles perros. Los activistas también fueron privados de agua, comida y medicamentos.

Ocho españoles detenidos

Horas antes de que el tribunal prolongara la detención de Rigo, a la espera de una nueva audiencia, Israel había interceptado a los barcos de otra flotilla, bautizada como Mil Madleens, que también se dirigían a Gaza con ayuda humanitaria. Militares de la Marina israelí asaltaron las nueve embarcaciones y detuvieron a unas 150 personas de 30 países, entre ellas a ocho españoles.

Como sucedió hace justo una semana, cuando Israel cerró el paso a la Global Sumud, el abordaje de los barcos se ha producido en aguas internacionales, en este caso a 120 millas náuticas —unos 220 kilómetros— del territorio palestino invadido. En esas aguas rige el derecho a la libre navegación, según la legislación internacional. La expedición Mil Madleens emprendió su travesía hace casi dos semanas desde los puertos de Otranto y Catania, en Italia.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel confirmó el asalto menos de una hora después. En un mensaje difundido en sus redes sociales, afirma que los activistas están “a salvo” y que serán deportados a sus países “de inmediato”.

De los ocho españoles arrestados en esta segunda flotilla, siete navegaban en el Conscience, el barco más grande de la expedición, mientras que otra viajaba en uno de los veleros. Se trata de Jimena González, diputada de Más Madrid en la Asamblea de la Comunidad de Madrid.

El ministro de Exteriores Albares ha indicado en su comparecencia que estos ocho españoles recibirán la misma asistencia consular que los de la anterior flotilla que, con la excepción de Rigo, ya están de vuelta en España.

En la Mil Madleens viajaban médicos, periodistas y representantes políticos como la diputada de Más Madrid. Los barcos transportan 18 toneladas de suministros médicos y nutricionales, según la organización de la flotilla.

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Sobre la firma

Trinidad Deiros Bronte
Periodista de Internacional. Fue corresponsal en el Magreb y en África Subsahariana durante una década. Cubrió las primaveras árabes y las guerras en la República Centroafricana y Congo. Ha informado, como enviada especial, del conflicto en Oriente Próximo y la ofensiva de Israel en Gaza y Líbano. Se ocupa de Irán, Afganistán y el Golfo Pérsico.
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