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Rusia evita aclarar por qué sus drones irrumpieron en territorio de la OTAN

El Ministerio de Defensa ruso publica un críptico comunicado en el que dice que no se fijó objetivos concretos en Polonia mientras Bielorrusia sostiene que los aparatos se extraviaron tras perder el rumbo

Javier G. Cuesta

El Kremlin tenía dos opciones al comentar la irrupción de un gran número de drones rusos en Polonia: dar una explicación convincente del incidente -intencional o accidental-, o generar más confusión, su opción favorita cuando sus acciones tratan de desestabilizar a sus rivales. Moscú ha optado por esta última dos días antes de comenzar unas maniobras militares masivas junto a la frontera polaca. El portavoz de Putin, Dmitri Peskov, ha delegado en su Ministerio de Defensa para comentar los hechos, y este ha publicado un críptico comunicado en el que ni admite ni niega su responsabilidad.

“Todos los objetivos designados [menciona instalaciones en Ucrania] fueron alcanzados. No se habían planeado objetivos para ser destruidos en territorio polaco”, ha declarado el organismo después de que Varsovia localizase los restos de varios drones rusos a lo largo y ancho de su territorio.

Algunos expertos en Rusia, como el analista Mark Galeotti, han apuntado en sus redes sociales a que “no fue ni un ataque a la OTAN ni un accidente, sino una prueba [de las defensas de la Alianza Atlántica] y una advertencia [en pleno debate europeo sobre apoyo militar a Kiev y el despliegue de tropas de paz]”. El Ministerio de Defensa ruso, con la formulación de su comunicado, no excluye que solo quisiera lanzar los drones al azar sobre Polonia.

“El alcance máximo de los aparatos aéreos no tripulados rusos que supuestamente cruzaron la frontera con Polonia no supera los 700 kilómetros”, ha agregado el organismo ruso sin negar tampoco en este caso su responsabilidad. El este de Polonia entraría dentro de este presunto radio si hubieran sido disparados a través de Bielorrusia o desde las regiones rusas al norte de Ucrania.

“No obstante, estamos dispuestos a mantener consultas sobre este tema con el Ministerio de Defensa polaco”, ha añadido el Ministerio de Defensa ruso.

Polonia ha contabilizado al menos “19 violaciones” de su espacio aéreo esta noche. Según la versión de Moscú, sus fuerzas armadas solo se había fijado como objetivos para esta noche varios “complejos militares-industriales” de las ciudades occidentales y centrales ucranias de Ivano-Frankivsk, Jmelnitski, Zhitomir, Vínnitsa y Lviv.

Sin embargo, los partes de guerra rusos no suelen incluir la fotografía completa de su guerra. Un día antes, el Ministerio de Defensa ruso declaró haber atacado solamente unidades militares ucranias. Esa misma jornada, un misil ruso mató a al menos 24 civiles en una aldea del este de Ucrania, Yarova, cuando la mayoría de ellos, jubilados, iban a recoger su pensión.

Peskov se ha mostrado a la defensiva en el primer comentario que han hecho las autoridades rusas sobre este grave incidente. El portavoz del Kremlin ha negado que Varsovia haya contactado con Moscú y se ha limitado a lanzar reproches a Europa para eludir su responsabilidad. “Los líderes de la Unión Europea y la OTAN acusan a Rusia de provocaciones a diario. La mayoría de las veces, sin ni siquiera intentar presentar argumentos”, ha añadido.

Minsk asegura que avisó a Varsovia

Bielorrusia, el principal aliado de Rusia en la región y fronteriza con Polonia, ha ofrecido otras explicaciones, previas a las de Rusia, sobre la entrada de drones rusos en el espacio aéreo de la OTAN.

El primer viceministro de Defensa de Bielorrusia, Pável Muraveiko, ha defendido que los aparatos se habían extraviado por la intensa guerra electrónica —actuaciones destinadas tanto a sabotear los sistemas de defensa rivales como a proteger las infraestructuras críticas propias— que afecta a todo el este de Europa. Según las autoridades de Minsk, sus fuerzas notificaron a las defensas de Polonia y Lituania “el acercamiento a sus respectivos países de aeronaves desconocidas” y destruyeron varias de ellas antes de que cruzasen al espacio de la Unión Europea.

“Durante el intercambio nocturno de ataques con drones entre Rusia y Ucrania, la defensa aérea bielorrusa rastreó los aparatos que se habían desviado de su rumbo debido a los medios de guerra electrónica de ambas partes”, ha argumentado Muraveiko. El Gobierno bielorruso explica que estuvo en contacto con los ministerios de Defensa de Polonia y Lituania desde las 23.00 del 9 de septiembre hasta las 4.00 de hoy 10 de septiembre.

“Para ser justos, cabe señalar que la parte polaca también informó a las fuerzas bielorrusas sobre la aproximación de aeronaves no identificadas desde el territorio ucranio a su frontera”, ha añadido Muraveiko.

Las autoridades de Minsk han enfatizado la importancia de los canales de comunicación que todavía siguen abiertos con los países de la OTAN en plena invasión de Ucrania. “El intercambio de información sobre la situación aérea es un componente importante para garantizar la seguridad en la región en general y contribuye al fomento de la confianza”, han resaltado.

Maniobras en la frontera

El incidente ocurre en vísperas de que comiencen este viernes, junto a la frontera polaca, los ejercicios militares rusos Zapad 2025. Estas maniobras conjuntas con Bielorrusia se desarrollarán del 12 al 16 de septiembre. Oficialmente participarán unos 13.000 militares, aunque esta cifra podría ser inferior a la real. En el 2021, año previo a la invasión de Ucrania, Moscú informó de la participación “activa” de 12.800 militares en Bielorrusia, aunque al mismo tiempo señaló que sus maniobras sumaron en total 200.000 tropas.

En cualquier caso, Rusia probará en este entrenamiento el despliegue de su misil balístico Oréshnik, cuyo uso contra Ucrania en diciembre de 2024 provocó conmoción entre los aliados. De hecho, un grupo de medios de Europa del este ha revelado este miércoles la construcción de una base secreta en Bielorrusia que podría albergar esta clase de misiles balísticos. Según las imágenes de satélite, este enorme complejo está siendo levantado al lado de una antigua base de armas nucleares soviética en la región de Slutsk, cerca de Minsk.

“El propósito [de estos ejercicios] es que [Vladímir] Putin intente demostrar que aún es fuerte, que la guerra en Ucrania no les ha afectado realmente, pero no creo que sea cierto”, señala el teniente general retirado Lance Landrum en un análisis de estas maniobras publicado por el Centro de Análisis de Políticas Europeas (CEPA).

El militar pone especial énfasis en el monitoreo del espectro electromagnético durante estos ejercicios, tanto de sus interferencias como de las frecuencias utilizadas por rusos y bielorrusos. De hecho, la guerra electrónica rusa ha convertido en una rutina los problemas de geolocalización de los aviones comerciales que sobrevuelan los países próximos a Rusia. La propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, denunció haber sufrido este problema al volar la pasada semana de Polonia a Bulgaria.

Antes de que el portavoz del Kremlin eludiese comentar el incidente al comparecer ante la prensa, sus canales de propaganda saltaron al unísono con una teoría de la conspiración que culpaba al Gobierno ucranio de haber cometido un ataque de falsa bandera con drones rusos capturados. Nadie de sus blogueros proguerra ni expertos oficiales contemplaba un posible desvío de sus drones por error, como terminó apuntando su aliada Bielorrusia.

No obstante, al mismo tiempo que proclaman la supuesta inocencia de Moscú en este incidente, los propagandistas rusos reconocían su culpa en casos similares anteriores y agregaban que Europa no necesita ninguna excusa para una escalada.

“El dron que se estrelló en Estonia no causó tanta alergia. Antes volaron otros drones, por ejemplo a Rumania, y no les importó mucho. Un misil ucranio mató a dos polacos, y nada. Parece que los europeos han descubierto cómo influir en Trump y arrancarlo del encanto de Vladímir Putin”, escribe en su canal de Telegram el corresponsal de guerra Alexánder Kots.

“Todo lo que [los polacos] podían hacer, ya lo hicieron hace mucho tiempo, y todo lo que quieren hacer lo harán sin el pretexto de los drones”, remarca por su parte el canal Fighterbomber, vinculado a las fuerzas aéreas rusas.

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