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El Parlamento tailandés nombra primer ministro al impulsor de la legalización de la marihuana

Anutin Charnvirakul dirigirá el país tras la abrupta salida de la anterior gobernante, que había criticado al ejército

Anutin Charnvirakul, en el Parlamento tras la sesión de votación de este viernes.
Inma Bonet

La Cámara de Representantes de Tailandia (el Parlamento) ha elegido este viernes como nuevo primer ministro a Anutin Charnvirakul, el impulsor de despenalizar la marihuana en el país, de 58 años. La votación ha puesto, de momento, fin a un verano de sobresaltos políticos que alcanzó su cénit la semana pasada, cuando el Tribunal Constitucional destituyó a Paetongtarn Shinawatra de su cargo al frente del Ejecutivo por violación ética debido a sus críticas al ejército, que se filtraron a la prensa. Con 311 votos a favor, el líder de la formación Bhumjaithai ha superado con holgura la mayoría necesaria de 247 diputados, informa la prensa local, gracias a un hábil movimiento de alianzas que le ha permitido adelantarse a su rival, Chaikasem Nitisiri, de 77 años, candidato del hasta ahora gobernante Pheu Thai.

La votación se ha celebrado en medio de un clima de gran incertidumbre, y se ha visto eclipsada por la repentina marcha del país de uno de sus hombres más poderosos y controvertidos, el exmandatario Thaksin Shinawatra, fundador del Pheu Thai, y padre de la premier cesada. El multimillonario magnate, figura central en dos décadas de turbulentas luchas por el poder de esta nación del Sudeste asiático, despegó el jueves por la noche en su avión privado rumbo a Dubái, donde pasó la mayor parte de sus 15 años en el exilio como forma de evitar la entrada en la cárcel por varios casos de corrupción.

La recién elegida primera ministra de Tailandia, Paetongtarn Shinawatra, junto a su padre  Pheu Thai, en Bangkok (Tailandia), el 18 de agosto de 2024.

El fallo judicial del pasado 29 de agosto contra su hija ―apenas un año después de que asumiera el cargo― supuso un duro golpe para el Pheu Thai, una formación que ha ganado cinco de las seis últimas elecciones y que ha visto caer a seis jefes de Gobierno por la decisión de la justicia o de los militares. El dictamen también evidenció el poder del que goza el Constitucional en el país, que suma cinco destituciones de primeros ministros en los últimos 17 años, lo que lo convierte en un órgano central en la batalla entre los gobiernos electos del clan Shinawatra y poderosos grupos de conservadores y de generales monárquicos con gran capacidad de influencia.

El ascenso de Anutin culmina una ofensiva iniciada en junio, cuando rompió la coalición que sostenía al Pheu Thai. Lo hizo después de que viese la luz un fragmento de audio de una conversación entre Paetongtarn y el presidente del Senado camboyano, Hun Sen ―que ejerció como primer ministro durante décadas, antes de ceder el puesto a su hijo, en 2023― sobre la situación fronteriza entre Tailandia y Camboya.

La salida de la formación de Anutin del Ejecutivo debilitó de manera significativa la mayoría del Gobierno de Paetongtarn, en un momento en el que el Pheu Thai intentaba contener el desplome de su popularidad. A partir de ese momento, Anutin inició una intensa negociación con el opositor Partido del Pueblo, el de mayor representación parlamentaria, y heredero de Move Forward (Avanzar), la formación que ganó los comicios de 2023 pero que no pudo gobernar. Su apoyo ha sido clave para la victoria parlamentaria de Anutin. El Partido del Pueblo, que no pudo presentar un candidato propio para esta votación, le garantizó sus papeletas a cambio del compromiso de que convocará elecciones anticipadas en un plazo máximo de cuatro meses.

Veterano de la política tailandesa, Anutin ha sido vice primer ministro y ha ocupado carteras clave como Interior y Sanidad, donde se convirtió en una figura destacada durante la gestión de la pandemia de covid-19. Ingeniero de formación y heredero de una empresa familiar de construcción, ha sabido colocar a su partido en el centro de sucesivos reajustes de poder.

Conservador y monárquico ferviente, Anutin ha demostrado por encima de todo ser pragmático: fue quien lideró la campaña que condujo a la despenalización del cannabis en 2022, que convirtió a Tailandia en el único país de Asia en permitir la venta de marihuana para uso recreativo en tiendas debido a un vacío legal. El Bhumjaithai, no obstante, alegaba que su objetivo era promover únicamente su uso medicinal.

Anutin hereda una economía debilitada, lastrada por el bajo dinamismo del consumo, las restricciones en el crédito y el récord de deuda de los hogares. Para aguantar en el poder dependerá de mantener unida una coalición parlamentaria heterogénea y ante unas elecciones que ya se vislumbran en el horizonte.

Por su parte, el derrumbe del Pheu Thai se ve agravado por la partida de Thaksin, quien está a la espera de conocer una sentencia del Tribunal Supremo. El exmandatario regresó a Tailandia en 2023 para cumplir una condena de ocho años por abuso de poder y conflicto de intereses, pero en su primera noche en prisión fue trasladado a un hospital por motivos de salud. A los seis meses fue puesto en libertad, después de recibir un perdón parcial del rey. El martes, el Supremo debe decidir si el tiempo que pasó hospitalizado cuenta como parte de la condena y, de no ser así, podría regresar a la cárcel. En un mensaje publicado en X (antiguo Twitter), Thaksin ha asegurado que está en Dubái para someterse a un chequeo médico y visitar amigos, y ha prometido regresar “antes del 8 de septiembre” para comparecer ante la justicia al día siguiente.

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Sobre la firma

Inma Bonet
Es la colaboradora de EL PAÍS en Asia desde 2021. Reside en China desde 2015, primero como estudiante de chino y de un máster en Relaciones Internacionales en la Universidad de Estudios Extranjeros de Pekín (BFSU), y luego como periodista. Antes de unirse a este diario trabajó en televisión y radio.
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