La ejemplar renuncia de LeBron James en la NBA: sacrifica una histórica racha de 19 años para dar la asistencia ganadora a su equipo

LeBron James tenía el balón en sus manos y apenas tres segundos para tomar la decisión adecuada. Muchos pensaron que se jugaría el tiro ganador. Normal en un mundo, y un baloncesto, que premia o al menos destaca cada vez más las individualidades, especialmente en la NBA y Estados Unidos. Del veterano astro de 40 años dependía la continuidad de una racha histórica con casi 19 años de recorrido: 1.297 partidos consecutivos cosechando al menos 10 puntos sobre la pista. Pero el dorsal 23 renunció al hito propio en beneficio del colectivo. Un bote, pase cruzado sin apenas mirar hacia el costado izquierdo y ¡pam! Asistencia de manual al hombre liberado para el triple en la esquina. Canasta del japonés Rui Hachimura sobre la bocina y estallido de alegría. Victoria por 120-123 de Los Angeles Lakers sobre unos Toronto Raptors que venían de ganar ocho de sus últimos diez compromisos.

¿Qué sintió al ver que terminaba su tremenda racha? “Nada, ¡ganamos!”, respondía con una sonrisa el gran protagonista, autor de ocho puntos, seis rebotes y 11 asistencias en el triunfo. “Si tenía que terminar, esta es la mejor manera, el final perfecto. Así soy yo, esto me representa literalmente. ‘¿Cómo puedo ganar el partido? ¿Cómo puedo hacer la jugada adecuada para ganar?’ Siempre se ha tratado de esto, y nunca he dudado sobre mi filosofía. Hay que jugar de la manera correcta y hacer siempre la jugada apropiada”, desarrollaba luego desde el vestuario visitante.

“LeBron sabía perfectamente los puntos que llevaba en ese momento, pero hizo lo que tantas veces ha hecho”, puso en valor JJ Redick, su entrenador. “Todavía me acuerdo cuando al comienzo de su trayectoria le ridiculizaban por ello”, añadía. Sus compañeros también quisieron poner de relieve el altruismo de uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. “Es un jugador muy generoso que se dedica simplemente a jugar a baloncesto. Tuvo la oportunidad en sus manos, pero por el tipo de jugador y persona que es, hizo la jugada desinteresada, se la pasó a Rui y ganamos el partido”, subrayaba Jake LaRavia, pívot de los angelinos.

Sin el esloveno Luka Doncic en pista, ausente y a miles de kilómetros de distancia por el nacimiento de su segundo hijo en Eslovenia, los Lakers se apoyaron en otra exhibición de Austin Reaves (44 puntos) para ganar el partido. Con un balance de 16 triunfos y cinco derrotas, se mantienen segundos en la Conferencia Oeste. Aportaron en dobles dígitos otros cuatro jugadores, pero no un LeBron falto todavía de ritmo competitivo después de haberse perdido el primer mes de competición por una ciática. El veterano astro comenzó con un tiro que ni siquiera tocó el aro el choque, que terminó con un pobre 4 de 17 en tiros de campo y cinco fallos desde el triple.

James ya había flirteado con el fin de su tremenda racha en los dos anteriores encuentros, que terminó con 13 y 10 tantos respectivamente. La dimensión del asunto es antológica y se antoja irrepetible: la racha que terminó anoche había arrancado un 6 de enero de 2007 durante su primera etapa con los Cleveland Cavaliers. La siguiente mejor concatenación de partidos en dobles dígitos de toda la historia es de 866, firmada nada más ni nada menos que por Michael Jordan. Otros

colosos como Kareem Abdul-Jabbar (787) y Karl Malone (575) se quedaron muy lejos del tremendo hito anotador de LeBron, que disputa este curso su 23ª temporada en la NBA. Lo nunca visto. Kevin Durant, con 267 encuentros seguidos por encima de los 10 puntos, es ahora el jugador con la mejor racha de este tipo en activo.

La rareza de ver a James por debajo de los 10 puntos en un partido es tremenda. Han sido tan solo nueve ocasiones en 1.568 partidos disputados en temporada regular. De hecho, el alero ha llegado a más Finales de la NBA (10). “Evidentemente, no pensé en iniciar esta racha un día cualquiera, en 2007. Nadie dice esas cosas. Solo salgo a jugar y el baloncesto me devuelve cosas, y así ha ocurrido”, reflexionaba LeBron, consciente que sus días como profesional se agotan. “Pienso en mi trayectoria cada día, pero podría distraerme demasiado pensando en ello (la retirada), porque todavía tengo que hacer mi trabajo. Sin duda es inevitable que llegue el momento, y te mentiría si dijera que no pienso en ello”, concluía.

El último baile de LeBron está cada vez más cerca.