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Víctimas de los abusos de Epstein exigen al Congreso la publicación de todos los archivos del caso

Las supervivientes están creando una lista con los agresores y dicen que el pederasta presumía de ser amigo de Trump

Marina Lacerda, víctima de abusos de Jeffrey Epstein, habla durante una conferencia de prensa en el Capitolio de los Estados Unidos, el miércoles 3 de septiembre de 2025, en Washington.
Patricia Caro

Víctimas de los abusos sexuales de Jeffrey Epstein han hablado este miércoles públicamente por primera vez para pedir al Congreso y al presidente Donald Trump que aprueben el proyecto de ley que haga públicos todos los documentos que el Gobierno tiene sobre el caso y que mantiene retenidos, incluida la supuesta , lista de los clientes que participaron en los abusos. En una emotiva rueda de prensa frente al Capitolio, en Washington D. C., varias mujeres contaron cómo cuando eran adolescentes fueron reclutadas por el pederasta y su exnovia Ghislaine Maxwell, y sufrieron agresiones físicas y psicológicas que aún arrastran. Arropadas por sus abogados y los congresistas Thomas Massie, republicano, y Ro Khanna, demócrata, que impulsan la propuesta de ley, denunciaron la impunidad que disfrutan los clientes de Epstein y que el Gobierno proteja a los criminales y no a las víctimas.

La controvertida lista, que siempre ha sido objeto de rumores, pero cuya existencia Maxwell negó en una entrevista con representantes del Departamento de Justicia, supuestamente incluye nombres de personas famosas, ricas y poderosas, de las que hasta ahora se ha protegido la identidad.

Aunque ninguna de las declarantes acusó al presidente de haber participado en la trama en la época en la que fue amigo del financiero, cuando él era un promotor inmobiliario muy activo en la vida social neoyorquina, el nombre de Trump surgió cuando Chantae Davies contó que Epstein se codeaba con personas muy poderosas y que “de lo que más presumía era de ser un buen amigo” del magnate.

Trump, por su parte, denuncia que las exigencias de que su Administración publique los archivos de Epstein solo son una forma de distraer la atención de sus logros. “Este es un engaño demócrata sin fin”, declaró Trump a los periodistas en la Casa Blanca cuando le preguntaron sobre los archivos este miércoles.

Las supervivientes reunidas frente al Capitolio mostraron su indignación por los oscuros acuerdos que consiguieron que en 2008 se frenaran las investigaciones que estaban en marcha contra Epstein por su red de pederastia, que mantuvo atrapadas durante décadas a cientos de mujeres. Algunas de las presentes en la comparecencia contaron la decepción y la impotencia que sintieron al enterarse, sin explicaciones, de que ya no hacía falta que testificaran. ¿Por qué el Gobierno luchó tanto para proteger a Epstein y no a mí?”, reclamó Courtney Wild, quien había cooperado con las investigaciones.

Los testimonios confirmaron el poder que disfrutaba Epstein, que se suicidó en la cárcel en 2019 mientras esperaba juicio, por los lazos que tenía con personalidades famosas y políticos influyentes de todo el mundo, que las mantenía en silencio durante años, dominadas por las amenazas que les hacía y el convencimiento de que nadie las creería.

Una de las víctimas, Lisa Phillips, anunció que ante la posibilidad de que no se den a conocer los nombres de los criminales, ellas mismas están elaborando su propia lista con los que recuerdan y que van a buscar a más supervivientes para añadir los abusadores.

En varias ocasiones las mujeres tuvieron que interrumpir sus declaraciones para tragar saliva y contener las lágrimas, al hacer públicas las experiencias que vivieron hace 30 años y que las han dejado marcadas de por vida.

300 dólares por un masaje

Visiblemente emocionada, la brasileña Marina Lacerda contó cómo, cuando tenía 14 años, le ofrecieron 300 dólares por dar un masaje. La propuesta parecía un sueño para alguien como ella que tenía tres trabajos para sacar adelante a su madre y su hermana. El sueño “se convirtió en la peor pesadilla”, declaró. Desde el primer abuso que sufrió se sintió atrapada y hasta tuvo que abandonar sus estudios para complacer las exigencias de Epstein. Ahora, pide que se hagan públicos todos los documentos para poder recordar lo que involuntariamente, como un instrumento de protección de su cerebro, ha olvidado. “Mucha gente sabe más de mi vida que yo misma. Los documentos me pueden ayudar a recordar”, pidió.

Una niña diferente cada día

Haley Robson detalló cómo cuando tenía 16 años una compañera le presentó a Epstein, quien le ofreció 200 dólares por un masaje. Cuando creía que era un masaje común, Epstein se desnudó y le hizo “hacer cosas que no puedo contar”. Al terminar le dijo que cada vez que la llamara tendría que llevar a una niña diferente cada día para realizarle el “masaje”. Robson declaró que esperaba que no la volviera a llamar, pero Epstein lo hizo a diario. El terror que la inspiraba la dominaba, por lo que accedió a su petición y le presentó a muchas víctimas. En consecuencia, la policía y los medios de comunicación la criminalizaron. “Me trataron como si fuera el depredador, cuando era una víctima”. Aún ahora recibe amenazas de muerte.

Además de las víctimas, también estuvo presente Sky Roberts, el hermano de Virginia Giuffre, la mujer que acusó al príncipe Andrés de Inglaterra de haber abusado de ella al menos en tres ocasiones cuando era menor de edad, después de que los pusiera en contacto Epstein. Giuffre se suicidó en Australia el pasado mes de abril a los 41 años.

Las supervivientes insistieron en que el suyo no es un caso político, que entre ellas hay víctimas republicanas y demócratas, y que de lo que se trata es de que se haga justicia, por lo que piden a los legisladores y a Trump que autoricen la revelación de los secretos.

Khanna afirmó que la Cámara de Representantes se verá obligada a votar sobre la legislación para publicar los archivos de Epstein si dos republicanos más se suman a la petición que él mismo presentó junto con Massie. Hasta el momento, han recibido las firmas de 212 demócratas y cuatro republicanas: Massie, Nancy Mace, Marjorie Taylor Greene y Lauren Boebert.

El Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes publicó el martes los archivos recibidos del Departamento de Justicia sobre las investigaciones de tráfico sexual de Epstein, en respuesta a la creciente presión en el Congreso para que se divulgue más información sobre el caso. Las 33.000 páginas de documentos aportados, sin embargo, no aportaron información nueva ni la lista de clientes de Epstein. Los demócratas criticaron que el 97% de la información diseminada ahora ya era pública.

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Sobre la firma

Patricia Caro
Periodista en Washington, especializada en temas latinos y de inmigración. Forma parte del equipo de la edición de Estados Unidos de EL PAÍS. Fue corresponsal de la Cadena SER en Brasil. Trabajó como redactora de Economía Internacional en el diario Cinco Días.
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