Alarma en Ucrania por un avance relámpago ruso en el frente de Pokrovsk
Zelenski confirma antes de la reunión entre Trump y Putin que las tropas invasoras han superado un sector de sus defensas en la provincia de Donetsk

El 1º Cuerpo de la Guardia Nacional de Ucrania, la antigua Brigada Azov, se incorporó la semana pasada a la defensa de Dobropilia, localidad en la provincia de Donetsk. Unidades de Azov, uno de los mejores regimientos ucranios, fueron transferidas de urgencia a este sector del frente: desde el 7 de agosto se había detectado un intento ruso de romper la línea defensiva de este nudo logístico determinante para la resistencia ucrania en Donetsk. Tras varios días de rumores y alertas desde el estamento militar, el presidente, Volodímir Zelenski, confirmó el martes que varios pelotones de infantería rusos habían conseguido adentrarse en un asalto relámpago hasta 10 kilómetros en territorio de la Ucrania libre.
Zelenski vinculó esta maniobra a la cumbre que mantendrán el viernes en Alaska el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladímir Putin: “La lógica de este empuje es evidente para nosotros, crear de cara al 15 de agosto (día de la reunión) un contexto informativo, sobre todo en la opinión pública americana, de que Rusia está avanzando y Ucrania perdiendo territorio”. “Lo que quiere Rusia es añadir presión política a Ucrania para que realice concesiones”, añadió el mandatario.
El presidente ucranio está centrando su estrategia diplomática en convencer a Trump de que no asuma que su país debe ceder territorio a Rusia para firmar la paz. El Kremlin, según Zelenski, apretará el acelerador por lo menos hasta noviembre para ganar todo el terreno posible. El líder ucranio reveló el martes por la noche que el enemigo está transfiriendo 15.000 soldados más del frente de Sumi, en el norte, al asedio de Pokrovsk, ciudad en la provincia de Donetsk que es el principal objetivo de la actual ofensiva rusa.
Todavía es pronto para determinar si Rusia ha conseguido romper este sector del frente, según un análisis del 12 de agosto del think tank estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW). Zelenski y su Estado Mayor han relativizado la solidez de la infiltración rusa en Dobropilia, reduciéndola a un puñado de soldados de infantería sin apoyo ni armamento suficiente para asentar posiciones.
La cúpula militar ha asegurado este miércoles que la mayoría de los infiltrados rusos han sido eliminados y que pronto la situación se habrá estabilizado. Cuentas militares rusas no oficiales en Telegram han publicado que la infiltración ha sido detenida por los refuerzos ucranios.
Deep State, grupo que publica diariamente el mapa de referencia en Ucrania sobre la situación en el frente, esperó al 11 de agosto para confirmar que por lo menos dos pelotones (cada uno con unos 20 hombres) habrían cruzado las defensas ucranias hasta colarse 15 kilómetros. “La situación es más bien caótica, con el enemigo avanzando profundamente tras identificar las debilidades de las defensas”, publicaron los analistas de Deep State (que trabajan en coordinación con el Ministerio de Defensa y del Interior): “Esto precede al intento de consolidar posiciones y acumular fuerzas”.
En su actualización sobre la situación del 12 de agosto, Deep State confirmó que la falange no solo se mantenía, sino que en su base, en territorio bajo control ruso, se había ampliado. Hay que remontarse a mayo de 2024 para encontrar un salto relámpago ruso similar. Fue en la localidad de Vovchansk, en la frontera entre la provincia ucrania de Járkov y la rusa de Bélgorod. El invasor ha sido contenido en Vovchansk gracias a la presencia de otra brigada de élite de la Guardia Nacional, Jartia.
120.000 soldados rusos
EL PAÍS estuvo entre el 7 y el 10 de agosto entrevistando civiles y militares en la zona de Dobropilia. La ofensiva de verano rusa, iniciada en la primera semana de junio, ha concentrado en este sector (en el asedio sobre la ciudad de Pokrovsk) más 120.000 soldados, según datos de la inteligencia ucrania. Rusia quiere desde Dobropilia cortar las carreteras por las que se transfieren tropas y armamento entre Pokrovsk y Kramatorsk, centro de la resistencia ucrania en Donetsk. Todas las rutas de esta zona están siendo cubiertas con túneles de redes antidrones. Hay tres carreteras que pueden usarse y una de ellas ya está en zona de combates tras el avance ruso de los últimos días. La principal ruta, 30 kilómetros más al norte, ha sido cerrada al tráfico para los civiles por el incremento del riesgo de impactos con drones rusos de largo alcance.
Rusia está centrando su táctica de avance en Donetsk en castigar las vías logísticas ucranias, según han explicado militares y expertos a este diario. Otra vulnerabilidad ucrania es que cuenta con menos infantería para defender la primera línea. Bogdan Krotevich, teniente coronel y excomandante de Azov, advirtió el 10 de agosto en la radio RFERL de que un máximo de 15 hombres, sin la preparación requerida, “conductores, artilleros, cocineros, están aguantando líneas de defensa de cinco a diez kilómetros”.
Los oficiales de Azov tienen un amplio margen de autonomía en el estamento militar, lo que les permite hablar sin pelos en la lengua. Krotevich escribió el 11 de agosto en sus redes sociales un duro mensaje destinado a Zelenski: “Señor presidente, no sé qué le reportan exactamente, pero puedo decirle que la línea Pokrovsk a Kostiantinivka [la otra ciudad de Donetsk asediada] es, sin exagerar, un completo desastre”. “La línea de contacto de combate no existe en realidad”, advirtió Krotevich.
“El estrecho saliente que han creado los rusos en el sistema de defensa de Ucrania en el este es como un puñal que apunta al corazón de la línea de ciudades fortaleza ucranias”, ha escrito en un informe de este miércoles el general australiano en la reserva Mick Ryan, uno de los analistas más citados de la invasión: “La asimetría en la capacidad de movilizar a soldados de Rusia respecto a Ucrania es clave para la ventaja rusa en el campo de batalla”.
En uno de sus análisis en X, Rob Lee, reconocido analista de la guerra del estadounidense Instituto de Investigación en Política Exterior, resaltaba lo mismo el martes: “El frente es actualmente poroso, son menos de 10 soldados [ucranios] defendiendo un kilómetro”. Lee advertía, además, de algo que oficiales de la 155ª Brigada Mecanizada explicaron el domingo a este diario: los hombres en primera línea evitan a toda costa el enfrentamiento con los rusos porque les cae encima una lluvia de drones enemigos. “Los rusos continúan sacrificando a sus hombres como carne de cañón, con frecuencia los utilizan de señuelo para identificar nuestras posiciones”, aseguró Faber, mayor de la 155ª Brigada.
Zelenski detalló el martes en un encuentro con periodistas que las bajas rusas triplican las ucranias. De ser así, la cifra coincide con la teórica militar básica, que indica que un ejército que ataca debe tener por lo menos tres veces más recursos que el que defiende.
“Muchas brigadas ucranias han adoptado una táctica defensiva diferente en la que de manera deliberada intentan evitar combatir con los rusos si no es absolutamente necesario”, escribió Lee. “En vez de combatir, dependen en drones para detener a los rusos”. El invasor, según este experto, aprovecha esta pasividad de la infantería ucrania para llevar a cabo una táctica de infiltrar a grupos de reconocimiento más allá de las líneas de defensa ucranias. Esto es lo que ha sucedido en Dobropilia.
Lee y otro analista estadounidense de referencia, Michael Kofman, coinciden en que, al margen de que se estabilice este sector del frente, lo sucedido es una advertencia de lo que puede repetirse en las próximas semanas en otros puntos de la línea de combate.
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