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Israel urge a la evacuación de Teherán y bombardea la televisión iraní

Los misiles de la República Islámica causan ocho muertos en tres zonas del Estado judío y los ciudadanos de Tel Aviv reciben órdenes de desalojo

El humo se eleva sobre la torre Milad de Teherán, la más alta de Irán y que alberga la televisión estatal, después de un bombardeo en Israel
Luis de Vega

Israel e Irán preparan nuevas agresiones que amenazan con agravar el conflicto. En una medida ya aplicada por las tropas israelíes en Líbano y Gaza, y que es ilegal según la legislación internacional, el ejército del Estado judío ha emitido una orden “urgente” dirigida a los ciudadanos de Teherán, en concreto del distrito 3, para que se vayan de inmediato porque van a lanzar bombardeos. “En las próximas horas, el ejército israelí actuará en esta zona para atacar la infraestructura [...]. Su presencia en esta zona pone en peligro su vida”, ha amenazado a través de redes sociales un portavoz castrense habitual en este tipo de mensajes contra libaneses y palestinos y a los que ahora se suman iraníes.

Como medida adicional, las fuerzas israelíes han atacado la televisión pública iraní. En una especie de juego del ratón y el gato, Teherán ha respondido, como hace con el lanzamiento de misiles, emitiendo a través de la Guardia Revolucionaria una orden de desalojo para los habitantes de una zona de Tel Aviv. Se refieren a Bnei Brak, un bastión de judíos ortodoxos cerca de donde ya cayó un proyectil, que mató a una mujer y destruyó un edificio el pasado sábado.

En paralelo a esas amenazas, ambos países siguen lanzando ataques que mantienen cada vez más alejada la posibilidad de enfriar el conflicto a corto plazo. En las últimas horas, han muerto ocho israelíes: cuatro en Petah Tikva (afueras de Tel Aviv), tres en Haifa (norte) y otro en la zona de Bnei Brak. A ellos hay que añadir un centenar de heridos. Los tres de Haifa murieron por inhalar humo tras un ataque sobre una refinería ubicada en la estratégica bahía que acoge el mayor puerto del país y que Teherán lleva varios días asediando. Los cuerpos tardaron varias horas en ser rescatados.

Tras el incidente, Yona Yahav, alcalde de Haifa, la tercera ciudad de Israel, ha declarado al Canal 12: “Nos alegraría que cerraran y se fueran”, en alusión a la instalación petrolífera.

Entre los objetivos alcanzados por los bombardeos israelíes este lunes se encuentran también las instalaciones de la televisión estatal iraní. En redes sociales se ha publicado incluso un vídeo en el que una presentadora se ve obligada a abandonar el plató en el momento del impacto. El ministro israelí de Defensa, Israel Katz, ha confirmado la acción con un mensaje en su cuenta de X: “La autoridad de difusión de propaganda e incitación del régimen iraní fue atacada por las Fuerzas de Defensa de Israel tras una evacuación a gran escala de la zona circundante. El dictador iraní está paralizado en todas partes”. Poco después, el ejército iraní ha amenazado con ataques contra las sedes de los canales 12 y 14 de Israel y ha pedido a las personas que se encuentran en ellos que se alejen 500 metros.

La República Islámica está lanzando contraataques diarios desde el inicio el pasado viernes de la ofensiva israelí y en la noche del lunes, anunció una nueva andanada, sin que se hayan reportado por el momento víctimas o daños. Desde entonces, los israelíes muertos son 21 y los heridos 631, según los servicios de emergencia. En Irán, los fallecidos superan los 220, entre ellos una veintena de altos mandos de las fuerzas de seguridad y científicos del programa nuclear.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha defendido la decisión de lanzar esta ofensiva —que define como preventiva— contra el que considera su mayor enemigo. Y ha afirmado que se encuentra en la senda de lograr sus “principales objetivos”, que son eliminar la capacidad iraní de obtener la bomba atómica y acabar con la amenaza que suponen sus misiles, según ha comentado durante su visita a unas instalaciones militares.

La Fuerza Aérea Israelí afirma que ha logrado destruir un tercio de los lanzamisiles de Irán, según el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Effi Defrin. “Desde el inicio de la operación, se han destruido más de 120 lanzamisiles, lo que representa un tercio del total de lanzamisiles del régimen iraní”, calcula. Asimismo, el ejército ha informado del asesinato de varios altos funcionarios de la Fuerza Quds, que forma parte de la Guardia Revolucionaria, incluido el jefe de la división de inteligencia de este cuerpo y su adjunto.

Por su parte, el Gobierno de Irán insiste en que sigue siendo contrario a las armas de destrucción masiva, pero apunta, como medida de presión, a su posible abandono del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), según ha señalado el portavoz del Ministerio de Exteriores, Esmaeil Baghaei. Esa medida eleva el temor a que Teherán avance en un programa que le permita desarrollar el arma atómica en un futuro. El organismo atómico de la ONU (OIEA) acusó a Teherán la semana pasada de no respetar los términos de ese acuerdo.

Nueva noche en vilo

Como en días anteriores, decenas de misiles lanzados por el régimen de los ayatolás alcanzaron territorio israelí también en la madrugada del lunes. Algunos burlaron la defensa antiaérea, según pudo observar EL PAÍS en Tel Aviv, a orillas del Mediterráneo. Sosteniendo a su perra por la correa, Marina dejó atrás su apartamento en el centro de la ciudad en la madrugada de este lunes. Siguiendo el protocolo, acudió a una zona segura cuando saltaron las alarmas.

Poco después, un misil impactó a unos 100 metros del bloque en el que habita junto a su pareja. “Sonaron las sirenas sobre las tres o las cuatro, no me acuerdo, y corrí al refugio subterráneo, donde llevo la última hora. Mi edificio está en pie, pero mi departamento no tiene ventanas y está con todas las cosas caídas”, explica, refiriéndose a los efectos de la onda expansiva, esta mujer que llegó de Argentina hace tres años. Tras la cinta policial que marca el perímetro del impacto, se observan, al menos, tres inmuebles con graves daños a apenas dos centenares de metros de la playa.

La elevada amenaza iraní mantiene a Israel en estado de emergencia. La principal compañía aérea, El Al, ha ampliado una semana más la suspensión de sus vuelos, hasta el 23 de junio. Decenas de miles de personas se han quedado atrapadas sin poder salir y esperan la reapertura de las comunicaciones para regresar. Los comercios y actividades industriales no esenciales siguen cerrados; la actividad escolar, congelada, y las personas desplazadas de los lugares golpeados por los misiles están siendo acomodadas en hoteles.

Los repetidos contraataques de la República Islámica mantienen en vilo a millones de israelíes, mientras el Gobierno eleva el tono de sus amenazas para tratar de frenar al régimen de los ayatolás. El ministro de Defensa sigue siendo el más incisivo en sus declaraciones públicas. “Los residentes de Teherán pagarán el precio, y pronto”, ha declarado Katz para, poco después, intentar dar marcha atrás y añadir que Israel no busca dañar deliberadamente a los residentes de la capital iraní.

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Sobre la firma

Luis de Vega
Ha trabajado como periodista y fotógrafo en más de 30 países durante 25 años. Llegó a la sección de Internacional de EL PAÍS tras reportear en la sección de Madrid. Antes trabajó en el diario Abc, donde entre otras cosas fue corresponsal en el norte de África. En 2024 ganó el Premio Cirilo Rodríguez para corresponsales y enviados especiales.
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