Un alumno de 14 años mata a una monitora durante un registro de mochilas en un instituto al noreste de Francia

Una mujer de 31 años ha muerto este martes tras ser apuñalada por un alumno de 14 durante un registro de mochilas realizado por gendarmes a la entrada de un centro de secundaria en Nogent, al noreste de Francia. La funcionaria fue hospitalizada en estado muy grave y falleció poco después a causa de las heridas. El estudiante, que no estaba fichado por la policía, fue detenido por los agentes que realizaban el registro. El Gobierno había incrementado estos controles tras los últimos ataques con cuchillo en centros escolares del país.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha denunciado “una oleada de violencia sin sentido”. El Gobierno “está movilizado para reducir la criminalidad”, ha dicho en un mensaje en la red social X. La ministra de Educación, Elisabeth Borne, se ha desplazado a Nogent y ha explicado que el alumno no presentaba “dificultades en particular”.

“Necesitamos una respuesta global y actuar ante los problemas de salud mental de los jóvenes”, ha dicho Borne. El suceso se produjo poco después de las ocho de la mañana a la entrada del centro, durante el registro de las mochilas realizado por los gendarmes a los alumnos que entraban en clase. El adolescente sacó el cuchillo y atacó a la vigilante escolar, una funcionaria responsable de vigilar a los alumnos, pero que no tiene atribuciones para dirigir actividades escolares. Aún se desconoce por qué lo hizo. Los agentes que realizaban el control lo detuvieron rápidamente.

El suceso aviva el debate sobre el aumento de la violencia entre los jóvenes y en los entornos escolares, tras los últimos ataques con cuchillo. El pasado abril una alumna de 15 años fue apuñalada por un adolescente en un instituto en Nantes. Este tenía problemas mentales, entró en mitad de la clase y le asestó 57 puñaladas. En enero, otro chico de 14 años murió apuñalado en el centro de París cuando salía de su entrenamiento de fútbol. Los agresores eran dos adolescentes, de 16 y 17, que querían robarle el teléfono.

En 2024 se registraron más de 10.000 agresiones con arma blanca en entornos escolares. Solo en París, hubo 130 ataques con cuchillo en centros escolares, 18 de ellos en escuelas primarias.

El pasado marzo, el Gobierno reforzó los registros a la entrada de los centros educativos para detectar armas blancas. Se hacen aleatoriamente y los realizan los gendarmes, en presencia de los vigilantes escolares. Desde entonces se han realizado 6.000 controles en todo el país y se han incautado de 186 cuchillos. Según ha explicado la ministra Borne, en este centro de secundaria de Nogent se había hecho otro registro hace unas semanas y no se habían detectado problemas.

“Una deriva de la sociedad”

“Esto no es un hecho aislado, es una deriva de la sociedad”, ha advertido el primer ministro, François Bayrou, en la Asamblea Nacional. “Las armas blancas se han convertido en una realidad del día a día entre los jóvenes”, ha lamentado Bayrou, que ha evocado la posibilidad de instalar arcos de seguridad de manera experimental en los accesos a los centros.

El ataque en Nogent ha centrado este martes el debate parlamentario. Los partidos de la oposición han denunciado “la inacción del Gobierno ante la ultraviolencia que se ha banalizado entre los adolescentes”, ha criticado la líder del Reagrupamiento Nacional, Marine Le Pen, que ha lamentado que “no pase un día sin que haya un drama en algún colegio”.

El ministro del Interior, Bruno Retailleau, ha advertido que la respuesta ante este tipo de agresiones “no puede ser solo en términos de seguridad”, pues, como ha explicado, “había gendarmes en el centro” y, a pesar de ello, no se pudo impedir la agresión. Retailleau ha denunciado “la deriva una sociedad laxa, que ha deconstruido todas sus referencias”.

“Un arco de seguridad no puede detectarlo todo, como los cuchillos de cerámica”, ha denunciado el titular de Interior. El apuñalamiento en Nogent se produce apenas una semana después de los altercados tras la victoria del PSG en la final de la Champions, que ya generó debate, pues hubo más de 550 detenidos solo en la noche del sábado al domingo, y parte de ellos eran jóvenes.