Estados Unidos presiona a sus aliados en la OTAN con el 5% de gasto y España alega que le basta con el 2%

Los miembros de la OTAN exhiben su división en torno al nuevo objetivo de gasto militar que se fijará en la Alianza. Algunos países, con España a la cabeza, han insistido en la reunión de ministros de Defensa que se ha celebrado este jueves en Bruselas en que el debate no tiene que girar en torno a porcentajes fijos, sino sobre “el cumplimiento de los objetivos de capacidades” que acaba de aprobar la organización transatlántica. Otros, encabezados por Estados Unidos y el secretario general de la Alianza, Mark Rutte, respaldan que en la cumbre que tendrá lugar a finales de mes en La Haya se establezca un compromiso del 5% del PIB —la cifra con la que Donald Trump ha amenazado a sus aliados europeos desde su regreso a la Casa Blanca—.

La ministra de Defensa española, Margarita Robles, ha afirmado que España es capaz de cumplir con un gasto del 2% —al que se comprometió en abril para alcanzarlo este mismo año— con los objetivos relativos a capacidades a los que se ha dado luz verde en la reunión de este jueves. “Nosotros entendemos que en el momento actual, con los objetivos que se nos han adjudicado, España, con el cumplimiento del 2%, puede hacer frente a ello”, ha declarado la ministra a la prensa durante la reunión en la sede de la OTAN. Robles ha matizado que “evidentemente, si fuera necesario incrementar” el porcentaje de gasto militar para cumplir con los objetivos de capacidades militares, “se incrementaría”. “Entendemos que hay otros países que quieran y que puedan necesitar incrementar ese compromiso al 3,5% o al 5%”, ha agregado la ministra.

En una muestra más de respaldo a las exigencias de Estados Unidos, Rutte, tal y como adelantó hace unas semanas, ha propuesto que los líderes de los países aliados acuerden en la cumbre del 24 y el 25 de junio aumentar su gasto en defensa hasta el 5% del producto interior bruto. Y ha vuelto a plantear, para hacer la idea más digerible entre los miembros que la rechazan, un desglose de la cifra en dos apartados: un 3,5% para gasto militar puro y un 1,5% para cuestiones relacionadas con defensa, como la ciberseguridad, la protección de infraestructura crítica o la industria armamentística.

“Necesitamos gastar y producir más o podríamos estar bajo amenaza en tres, cuatro o cinco años”, ha manifestado Rutte en rueda de prensa al finalizar la cita en la capital belga. El máximo responsable de la Alianza ha afirmado que el cambio de actitud de los aliados en lo relativo al gasto militar, especialmente desde 2022 —el de la invasión rusa de Ucrania—, ha sido “asombroso”.

El secretario general ha asegurado que hay “casi un consenso” en torno a fijar la nueva meta en el 5%, aunque ha añadido que es normal que haya discrepancias cuando se debate una cuestión de esta magnitud, que ha calificado como “histórica”. “Creo que hoy se nos permite usar esa palabra: la decisión es histórica. Cuando se observan los objetivos de capacidad que hemos acordado, este es un aumento enorme,” ha señalado. Antes de entrar en la reunión de ministros, el secretario general había mostrado algo más de flexibilidad respecto a la cifra de gasto al poner más énfasis en los proyectos que en los números.

“Grandes inversiones”

El jefe de la OTAN ha subrayado que los nuevos objetivos de capacidades supondrán “una considerable inversión adicional” y, por tanto, ha vaticinado que en la cita de Países Bajos se acordará un objetivo de gasto “mucho más alto” que el 2% —fijado en 2014 en Gales—. “Tenemos que invertir en nuestros sistemas de defensa aérea, en nuestros misiles de largo alcance, en nuestras maniobras de formación en tierra, sistemas de mando y control. Todo esto tiene que pasar, y esto significa grandes inversiones”, ha detallado. A diferencia de sus declaraciones en las últimas semanas, en las que mencionó 2032 como horizonte temporal, Rutte no ha hablado de plazos al incidir en su plan del 5%.

Pete Hegseth, el secretario de Defensa de Estados Unidos, ha insistido a su llegada a la reunión, en tono amenazante, en que la cifra exigida por Washington es inamovible: “La razón por la que estoy aquí es para asegurarme de que todos los países de la OTAN entienden que hay que arrimar el hombro, cada país tiene que contribuir a ese nivel del 5% como reconocimiento de la naturaleza de la amenaza”.

Hegseth ha hecho hincapié en que solo el “poder duro” es capaz de disuadir las amenazas de seguridad y que la Alianza Atlántica no puede fiarlo todo a los recursos militares que aporta la potencia norteamericana. “Creemos que estamos muy cerca del consenso para un compromiso del 5%”, ha destacado el representante estadounidense. Aun así, el secretario de Defensa ha reconocido que “hay unos pocos países que todavía no están ahí”. Hegseth no ha querido mencionar a los aliados que aún no respaldan la cifra que exige Washington, pero entre los que sí lo han hecho ha incluido a Francia, Alemania, los bálticos, los nórdicos, Polonia, Grecia y Hungría.

Alemania necesitará hasta 60.000 soldados adicionales bajo los nuevos objetivos de capacidades de la Alianza, según su titular de Defensa, Boris Pistorius. “Estamos asumiendo nuestra responsabilidad como la mayor economía de Europa”, ha declarado el ministro poco antes de que se aprobaran las miles de páginas de documentos secretos con las nuevas exigencias relativas a las capacidades de la Alianza. En total, la Bundeswehr tendrá que sumar entre 50.000 y 60.000 soldados adicionales, lo que situaría el número de miembros de las Fuerzas Armadas de Alemania entre 250.000 y 260.000.

Varios aliados, como Polonia o Lituania, ya superarán el 5% de gasto el año que viene. Muchos más han dado su beneplácito públicamente al plan de Rutte. El titular de Defensa de Estonia, Hanno Pevkur, ha reclamado a su llegada a la reunión en Bruselas que el listón del 5% se alcance en 2030. El ministro de Letonia, Andris Spruds, ha manifestado que el país báltico ya invierte el 3,7% y que está “dispuesto a avanzar” hacia la meta que reclama Estados Unidos.

En el lado contrario, David McGuinty, el ministro de Defensa de Canadá —uno de los pocos aliados que aún no ha anunciado que llegará al 2% este año—, ha asegurado que Ottawa está revisando su gasto militar “en el contexto nacional, continental e internacional”. El país norteamericano “invertirá en sus defensas, reconstruirá sus capacidades militares y afrontará el momento con determinación y urgencia”, ha añadido McGuinty. Su homóloga luxemburguesa, Yuriko Backes, ha reconocido que cubrir los nuevos objetivos de capacidades será un reto, pero ha afirmado que su país logrará llegar al 2% de su PIB este año, lo que supone “un paso muy grande” para el miembro más pequeño de la Alianza. En cualquier caso, ha recalcado: “Serán las capacidades las que nos mantengan seguros, no los porcentajes”.