Ir al contenido
_
_
_
_

El expresidente de Congo Joseph Kabila desafía a las autoridades y regresa al país tras perder su inmunidad

El exmandatario, acusado de apoyar a la guerrilla M23, anunció su intención de “poner fin a la tiranía” del actual jefe de Estado congoleño, Félix Tshisekedi

Congo Joseph Kabila
José Naranjo

Joseph Kabila, expresidente de la República Democrática del Congo (RDC), ha regresado a su país, del que se exilió en 2023, en un gesto de desafío a las autoridades y con el objetivo de “poner fin a la tiranía” de su sucesor y gran rival político, el presidente congoleño Félix Tshisekedi. Según el grupo rebelde M23 y fuentes de su propio partido, Kabila se encuentra desde el domingo por la noche en Goma, ciudad controlada por este grupo armado. Su regreso a Congo se produce apenas cuatro días después de que el Senado levantara su inmunidad para que un tribunal militar le pueda juzgar por traición y participación en una insurrección. El Gobierno congoleño lo acusa de apoyar al M23, que a principios de año ocupó amplias zonas del este del país con el respaldo de la vecina Ruanda.

“Joseph Kabila ha llegado a la ciudad de Goma. Le deseamos una agradable estancia en las zonas liberadas”, escribió Lawrence Kanyuka, portavoz del M23, en la red social X en la madrugada de este lunes. Poco después, Corneille Nangaa, coordinador de la Alianza del Río Congo a la que pertenece el M23, hacía lo propio para “alegrarse” de la llegada de Kabila a Goma. “El regreso a su país de este gran actor político es acogido favorablemente. Ha hecho una buena elección, mejor que mantenerse en un exilio forzoso”, escribía Nangaa. Posteriormente, el Partido del Pueblo para la Reconstrucción y la Democracia (PPRD), órgano político de Kabila, confirmaba la noticia. “Ha venido para hablar con aquellos que portan las armas”, dijo Emmanuel Ramazani, su portavoz.

Pese a todo ello, la presencia de Kabila en Goma no se ha podido confirmar en imágenes ni participó este lunes en ninguna actividad pública. Tampoco se ha informado de la vía escogida por el expresidente para llegar hasta Goma. Yoweri Museveini, presidente de Uganda, se ha negado hasta ahora a permitirle utilizar su territorio para llegar hasta Congo. El propio Kabila dijo que usaría “vías alternativas” para cumplir su objetivo.

El Gobierno congoleño no ha reaccionado oficialmente, pero altos cargos se mostraron muy críticos con el anuncio de Kabila de entrar en Goma. Patrick Muyaya, portavoz del Ejecutivo, dijo en una entrevista televisada que se trata de “un hombre del pasado que, en el contexto actual, no tiene nada que ofrecer para el futuro. En su primera aparición pública en Sudáfrica ya anunció su apoyo a un movimiento que él mismo combatió como presidente”, el citado M23 al que el Gobierno congoleño considera un grupo terrorista.

Tshisekedi ganó las elecciones en Congo en 2019, pero en realidad pudo gobernar gracias a un acuerdo alcanzado con el hasta entonces presidente Kabila, quien seguía controlando el poder legislativo. Esta alianza saltó por los aires en 2020, pero Tshisekedi se mantuvo al frente del país tras ganarse el favor de decenas de diputados que eran favorables a su rival. Sin embargo, Kabila mantuvo un gran peso en Congo gracias a sus redes clientelares y su influencia dentro y fuera de la Administración, cultivada durante los 18 años que fue presidente, entre 2001 y 2019. Para Tshisekedi, su antecesor fue siempre un lastre del que le ha resultado imposible desembarazarse.

Después de que se destaparan varios casos de corrupción y en vistas de un posible proceso judicial en su contra, Kabila decidió exiliarse del país a finales de 2023. Sin embargo, tras la reactivación de la rebelión del M23 el pasado mes de enero, Tshisekedi se ha mostrado convencido de que su antecesor en el cargo era uno de los apoyos de este grupo rebelde. El pasado 30 de abril, el Alto Tribunal Militar de la RDC aseguró tener numerosas pruebas de este apoyo, lo que llevó al Senado a levantar la inmunidad de Kabila, quien es senador vitalicio, para que pueda ser juzgado por alta traición y participación en una insurrección.

Ante la gravedad de las acusaciones, Kabila rompió su habitual silencio y, en su primer discurso público desde 2019, emitido a través de Youtube, acusó a Tshisekedi de tener una “ebriedad de poder sin límites”. El expresidente dijo: “La sangre de nuestros compatriotas (…) ha corrido en abundancia debido a la intolerancia, el cinismo, peor aún, el terrorismo de Estado practicado con un único objetivo: el abuso del poder por el poder”. Kabila criticó que Tshisekedi haya recurrido a “bandas de mercenarios, grupos armados, milicias tribales y ejércitos extranjeros” para hacer frente a la rebelión del M23, negó ser cómplice de este grupo armado y presentó un plan de 12 puntos para “poner fin a la tiranía, acabar con la guerra y restablecer la autoridad del Estado” en todo el territorio. “Cada uno debe desempeñar su papel. Yo me comprometo a cumplir con el mío” dijo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

José Naranjo
Colaborador de EL PAÍS en África occidental, reside en Senegal desde 2011. Ha cubierto la guerra de Malí, las epidemias de ébola en Guinea, Sierra Leona, Liberia y Congo, el terrorismo en el Sahel y las rutas migratorias africanas. Sus últimos libros son 'Los Invisibles de Kolda' (Península, 2009) y 'El río que desafía al desierto' (Azulia, 2019).
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_