El adolescente que apuñaló a una alumna en un colegio de Nantes “estaba fascinado por Hitler”

Francia sigue consternada tras el ataque perpetrado ayer en un instituto de Nantes por parte de un adolescente de 16 años, que apuñaló a cuatro alumnos en mitad de clase, una de las cuales falleció. El fiscal de la ciudad, Antoine Leroy, ha dado este viernes los primeros detalles de la investigación y ha relatado la escena de terror que se vivió: la adolescente fallecida, de 15 años, recibió 57 cuchilladas. Ella era, según ha señalado Leroy, “la única persona con la que el agresor tenía una buena relación dentro del centro educativo”.

El fiscal ha descrito la terrorífica secuencia: El ataque tuvo lugar a las 12.30, pero una media hora antes el menor se encerró en los baños con una mochila y dos cuchillos, salió de los mismos, desarmado, y entró en una primera clase, a cara descubierta, y preguntó por alguien. “Dio nombres y apellidos, le dijeron que no estaba presente y salió”. Volvió a los baños, cogió el cuchillo, se marcó la cara y volvió a la misma aula.

Estaban en clase de matemáticas y el fiscal ha descrito un momento de extrema violencia: con la cara tapada, esta vez “sin hablar en toda la secuencia, se dirigió exclusivamente hacia una sola persona, que es la víctima que murió acuchillada, delante de todos los alumnos y la profesora. La ataca exclusivamente a ella”, ha dicho Leroy, que ha ilustrado que “la violencia de la acción la revela el número de cuchilladas: 57”. “Una vez en el suelo, siguió. No tengo que describir el pánico que se vivió”.

Después, se fue a la otra clase donde atacó a otros tres menores, una chica y dos chicos. El más grave ya está fuera de peligro. Un técnico informático que escuchó los gritos desde la planta de abajo subió, entró en la clase y le interceptó, arrojándole una silla a la cabeza. Consiguió acorralarle y que dejara el cuchillo. La policía llegó en ocho minutos y le detuvo.

Se desconoce la motivación, aunque el fiscal ha hablado de una personalidad “muy compleja”, pues el agresor “tenía fascinación por Hitler” y era “alguien descrito por todo el mundo como alguien extremadamente solitario, con pocos amigos”. No había sufrido acoso. Su madre estaba muy preocupada e intentó en seis ocasiones que se viera con personal docente para que pudieran ayudarle. “Hay elementos que caracterizan una premeditación”, ha señalado Leroy, sin dar más detalles.

El agresor está en una clínica psiquiátrica, pues se ha considerado que su estado no es compatible con una custodia policial. Se ha puesto en marcha una asistencia psicológica para los menores que estaban presentes en el momento del ataque.

Antes de pasar al acto, el adolescente había mandado un texto de 13 páginas a varios compañeros, a través de la mensajería interna del colegio, en el que denunciaba un “ecocidio globalizado, violencias sistémicas y alienación y un condicionamiento social totalitario”. La redacción del mensaje, poco propio de un chico de su edad, “nos hace cuestionarnos sobre su autoría, aunque él mantiene que fue él”.