Finaliza sin heridos la toma de rehenes en la cárcel francesa de Le Mans

La toma de rehenes perpetrada este jueves por un preso en la prisión francesa de Le Mans-Les Croissettes, al oeste del país, ha finalizado sin heridos, según ha informado el ministro de Justicia, Jean-Jacques Urvoas, en su cuenta de Twitter. El representante del Gobierno ha indicado que "gracias a la sangre fría" de los agentes que intervinieron en el caso y a "la valentía" del vigilante de seguridad que había sido retenido "todo terminó bien". Aunque inicialmente se ha informado de que también se encontraba retenido un preso, un portavoz de la Administración Penitenciaria ha precisado que debe tomarse con prudencia el papel de ese segundo interno. Según este portavoz, el secuestrador se entregó.

La toma de rehenes se inició a las 10.45. El secuestrador amenazaba con un arma blanca y, según fuentes sindicales, reclamaba que lo cambiaran a otra prisión. El preso está encarcelado por tráfico de estupefacientes, según un portavoz de la rama penitenciaria del sindicato CGT. Según sus datos, está armado con unas tijeras, aunque otros medios que dispone de un cuchillo.

La unidad de intervención de prisiones (ERIS por sus siglas en francés) de Rennes y los agentes del cuerpo de operaciones especiales de la policía han acudido al lugar. La Dirección de Administración Penitenciaria del Ministerio de Justicia ha abierto un gabinete de crisis y ha perimetrado la zona.

El centro penitenciario de Le Mans está situado en la población de Coulaines. Abrió sus puertas en 2010 y, según el Ministerio de Justicia francés tiene una superficie de 21.000 metros cuadrados y una capacidad para 401 personas.