El Senado francés rechaza la eutanasia
El penúltimo intento de instaurar la eutanasia en Francia naufragó en 2009 en la Asamblea Nacional
Tras un largo debate que acabó de madrugada, el senado francés ha rechazado una proposición de ley que pretendía regular la eutanasia por 170 votos en contra y 142. No es la primera vez que el Parlamento francés se pronuncia sobre este asunto. La penúltima intentona de instaurar la eutanasia en Francia naufragó en 2009 en la Asamblea Nacional. Esta última se fraguó hace una semana en la comisión de Asuntos Sociales del Senado. Los senadores examinaron anoche una proposición, presentada por tres senadores, uno socialista, otro comunista y otro perteneciente a la Unión por un Movimiento Popular (UMP), el partido de centro derecha de Sarkozy, en la que el artículo primero decía así: "Toda persona, en fase avanzada o terminal de una enfermedad grave e incurable que le cause un sufrimiento físico o psíquico que le sea insoportable puede pedir asistencia médica a fin de procurarse una muerte rápida y sin dolor".
El ministro de Salud, Xavier Bertrand, que se posicionó en contra, alegó que esta ley "va en contra de los fundamentos jurídicos. La centrista Muguette Dini, le replicó: "No decidan por aquellos que, lúcidamente, han elegido el momento de poner fin a sus días".
En Francia, por lo general, los diputados y senadores de la derecha están en contra; y la izquierda a favor. Pero sólo en general. De hecho, hay voces dentro del partido de Sarkozy, y de sus aliados centristas que son favorables a que se modifique la ley a fin de que los enfermos terminales puedan morir dignamente. En un asunto e conciencia como éste, la UMP dio ayer a sus senadores (mayoritarios en el senado), libertad de voto. Ahora bien: el primer ministro francés, François Fillon, mediante una tribuna publicada en el periódico de Le Monde de ayer, se cuidó de dejar claro (a sus senadores incluidos, claro) cuál es su postura respecto a la proposición: "La cuestión consiste en saber si la sociedad está en condiciones de legislar la muerte. Creo que ese límite no debe de sobrepasarse. Por otra parte, sé que en este debate, ninguna convicción carece de sentido", sostiene Fillon. Y añade: "Nuestra estrategia es clara: desarrollar los cuidados paliativos y evitar un encarnizamiento terapéutico". El primer ministro agrega que el texto aprobado la semana pasada le parece precipitado, improvisado, que no ofrece garantías y especifica: "Sobre estas cuestiones tan profundas, con resonancias éticas tan profundas, no nos deben guiar ni los sondeos ni el humor del instante". A la izquierda, la socialista Ségolène Royal, ex candidata presidencial, mantiene su distancia con el texto: "Se tiene que llegar al final de la vida con dignidad pero tengo grandes reservas sobre la legislación sobre la eutanasia". El senador socialista y ex ministro de Justicia, Robert Badinter, coincide con Royal.
Por el contrario, la primera secretaria, Martine Aubry del Partido Socialista francés y el ex primer secretario, François Hollande, manifestaron que, de ser senadores, habrían votado a favor. Los ciudadanos parecen tenerlo más claro: una encuesta llevada a cabo en octubre, citada ayer por el periódico Libération aseguraba que el 94% de la población es partidaria de regular la eutanasia. Actualmente, el cuidado de enfermos terminales en Francia se regula por la denominada Ley Leonetti, aprobada en 2005, que prohíbe el "encarnizamiento terapéutico", autoriza que se detenga el tratamiento cuando lo pida el paciente y que se le sede para paliar el dolor aunque esto acarree riesgos para el enfermo.
El Observatorio de la Fin de la Vida, un organismo creado en 2010, analiza desde entonces las condiciones en las que mueren los franceses a fin de elaborar un informe que estará listo en 2012. "En un año, habrá un debate verdadero que se podrá sostener en datos científicos y no en ideologías", aseguraba ayer en Le Monde Régis Aubry, presiente de este observatorio. "De informe en informe, a las personas se las deja sin solución", replica el senador socialista Jean-Pierre Godefroy, uno de los impulsores de la regulación de la eutanasia.

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