La traqueotomía permite al Papa respirar sin usar ningún sistema de ventilación asistida

El Papa "respira autónomamente y las condiciones cardiovasculares son buenas", según asegura el parte médico dado a conocer a mediodía. Juan Pablo II tuvo que ser ingresado ayer en un hospital de Roma por una recaída de la gripe y, horas más tarde, sometido a una traqueotomía para paliar sus dificultades respiratorias. Ha pasado buena noche e incluso ha desayunado "con buen apetito un café con leche, 10 galletas pequeñas, y un yogurt". Sin embargo, no podrá hablar durante varios días.

El Pontífice, de 84 años, fue operado durante media hora con anestesia general en el Policlínico Gemelli para que pudiera superar la insuficiencia respiratoria que le aquejaba tras una recaída de la gripe. La operación se prolongó por espacio de media hora, según ha informado el portavoz del Vaticano, el español Joaquín Navarro Valls.

El comunicado leído por Navarro Valls dice textualmente: "El proceso gripal, que obligó a la hospitalización del Santo Padre en el Policlínico Gemelli, se había complicado en los últimos días con la reaparición de la insuficiencia respiratoria aguda, a causa de una preexistente estenosis funcional de la laringe. Ese cuadro clínico ha obligado a la realización de una traqueotomía para asegurar la adecuada ventilación del paciente y para favorecer la solución a la patología de la laringe". Se añade que Juan Pablo II ha sido "debidamente informado y ha dado su consentimiento", para terminar que "el inmediato post-operatorio es regular".

"Yo sigo siendo 'Totus Tus'"

Navarro Valls ha explicado que "debido a la prescripción de los médicos, el Papa tendrá que renunciar a hablar durante algunos días para poder recuperar la función de la laringe" pero ha revelado que logra comunicarse escribiendo a través de pequeñas notas. En este contexto, el portavoz ha contado cómo ayer tras la operación y pasada la anestesia hizo un gesto a los médicos y en un papel escribió "bromeando": "¿Pero qué me han hecho?". Acto seguido, en la misma nota, escribió: "Yo sigo siendo Totus Tus", la frase lema de su pontificado y que significa "soy siempre tuyo", en referencia a la Virgen. El hecho de que lo primero que escribiese tras la traqueotomía fueran esas palabras ha sido considerado por observadores vaticanos como la confirmación de que está dispuesto a "gastarse por el Reino de Dios", como le gusta decir, hasta el final de sus días.