Descubren el cadáver de un ex presidente serbio secuestrado en 2000

La policía serbia ha encontrado esta madrugada el cadáver del que fuera presidente de Serbia Ivan Stambolic, secuestrado en agosto de 2000 mientras hacía deporte. Hace dos días, un jefe de la mafia belgradense Surcin, acusó a uno de los miembros de un clan rival, el ex comandante de los boinas rojas Milorad Lukovic, alias Legión, de estar involucrado en el secuestro y asesinato de Stambolic.

El Gobierno serbio también ha atribuido recientemente el crímen al clan Zemun, organización a la que pertenece Lukovic. Esta mafia se ha mostrado muy activa en los últimos años, ya que participó en el atentado contra el político Vuk Draskovic, en el que murieron sus cuatro acompañantes y él resultó ileso, en docenas de secuestros, en más de 50 asesinatos y en un atentado fallido contra el recientemente asesinado Zoran Djindjic, cuya muerte también se adjudica a Zemun.

En una rueda de prensa, el ministro serbio del Interior, Dusan Mihajlovic, ha explicado que los restos de Stambolic fueron exhumados de una fosa en el monte Fruska Gora, cerca de la ciudad de Novi Sad, a unos 60 kilómetros al norte de Belgrado. El ministro ha confirmado que el ex presidente serbio fue secuestrado y asesinado por miembros de la Unidad de Operaciones Especiales de la policía, de la que entonces formaban parte varios miembros del clan Zemun.

Según Mihajlovic, el asesinato estuvo motivado por "cuestiones políticas", ya que se temía que el popular Stambolic compitiera contra Milosevic en las elecciones, "lo que muestra claramente quién podría haber ordenado el asesinato". Milosevic, actualmente juzgado en La Haya por su papel en las guerras de Bosnia, Croacia y Kosovo, y su mujer Mira Markovic serán interrogados sobre este caso.

Ivan Stambolic, que lideró el Partido Comunista, fue derrocado por Slobodan Milosevic en 1987 después de presidir la República Serbia durante los años 80. El propio Milosevic creció a la sombra de Stambolic dentro del partido, que le envió a Kosovo para pacificar las revueltas serbias. La complicada situación de la zona fue aprovechada por Milosevic, que acabó lanzando un golpe de Estado contra su mentor.