“Es más barata que un piso y estás en el paraíso”: así es la casa que se parte en cuatro en plena Serranía de Ronda
El malagueño Francisco Ortega es el autor de Casa Acordeón, una vivienda que se inspira en la arquitectura tradicional y se compone de volúmenes independientes

La crisis inmobiliaria de 2008 dejó, entre otras consecuencias, numerosas heridas en el terreno. Zonas donde se construyeron calles y se instalaron servicios que, tras el crac financiero, quedaron a medias. Asfalto en medio de la nada. Uno de esos lugares se ubica a las afueras del municipio malagueño de Arriate. Hasta hace nada estaba formado por calles que no llegaban a ningún sitio. Un desierto a medio urbanizar en un entorno natural único: rodeado de olivos en plena Serranía de Ronda, junto a la Sierra de Grazalema y con el parque nacional Sierra de las Nieves de fondo. Es ahí donde una pareja local se hizo poco antes de la pandemia con una de las parcelas en una subasta bancaria y donde decidió hacer realidad la vivienda de sus sueños. No pedían lujos. Solo buscaban sencillez, aspecto rústico e integración en el entorno, además de cero barreras arquitectónicas. Así nació Casa Acordeón, un proyecto del estudio FOR Arquitectura, dirigido por el malagueño Francisco Ortega, que diseñó un edificio que se divide en cuatro volúmenes independientes unidos por puentes y entre los que se cuela el entorno natural.
Tras recibir el encargo, la primera vez que este arquitecto pudo conocer la parcela fue durante los días posteriores al confinamiento, en primavera de 2020. Allí encontró un espacio que recuerda “alucinante” aunque tenía alguna complicación, como una pendiente de más de dos metros entre un extremo y otro de la parcela. Semanas más tarde, se saltó los horarios de las restricciones para poder llegar hasta allí antes del amanecer y, así, grabar y fotografiar la salida del sol y su evolución para conocer el impacto en la futura vivienda. Entonces empezó a desarrollar unos bocetos que buscaban cumplir con las peticiones de sus clientes, quienes insistían en que la vivienda se debía integrar en el paisaje. “Quería vivir en la planta baja y como el terreno es estrecho y largo, las opciones eran pocas: bien hacíamos una casa alargada a lo largo de todo el terreno o bien plantábamos un cubo de dos plantas en el medio, pero en ambos casos los muros iban a convertirse en protagonistas, rompían la vista del entorno, y eso era precisamente lo que no queríamos. Ni yo ni los clientes”, recuerda Ortega.
Para evitar ese impacto paisajístico, la solución fue ir quitando capas como hace un escultor a partir de la madera o la piedra. Ese inicial cubo blanco alargado se fue configurando lentamente hasta que se convirtió en distintos volúmenes de diferentes alturas que se dispersan a lo largo de la parcela. Son como piezas de un Lego que, en vez de unirse para componer una figura final, quedan separadas para obtener cuatro formas independientes y más sencillas. Todas están orientadas hacia la salida del sol para mejorar su eficiencia climática. Y están unidas por puentes, de tal manera que desde el primer espacio al último no hay ni un escalón. “Con esta disposición también conseguíamos que el paisaje se colase entre las construcciones”, destaca el arquitecto, que realizó una maqueta en cartón y algunos croquis para presentar la idea. Era ya otoño de 2021. Las obras comenzaron en primavera de 2022 y acabaron dos años después.
Casa Acordeón fue de la primera en empezar a levantarse en su zona, llamada Los Picachos, aunque poco a poco fueron llegando más proyectos. Aún son pocos, pero ella destaca entre todas por su capacidad para pasar desapercibida gracias a su diseño. El primer volumen, el más cercano a la calle, es una especie de pórtico que ejerce como cochera pero que también puede ser utilizado con espacio de usos múltiples. El siguiente, el de mayor altura, tiene dos plantas. La baja cuenta con la habitación principal, un baño y una cocina. La de arriba dispone de dos habitaciones simétricas —una a cada lado y que sirven de desahogo ante la visita de familiares— mientras que, en el centro, hay un baño que cuenta con una ducha interior y otra exterior para el verano.
El tercer módulo lo ocupa plenamente el salón y lleva el peso de la vida diaria. Uno de sus lados está compuesto por un ventanal con un sistema plegable que permite abrirlo en su totalidad. Desde allí hay acceso al último espacio, la piscina, que también se levanta sobre el suelo. El espacio de día cuenta, además, con unas fabulosas vistas al entorno gracias a su situación elevada sobre el terreno. Alrededor de cada volumen existe una sencilla jardinería sobre el propio terreno natural, con un camino de grava que permite llegar a la piscina sin pisar el interior y espacios donde las flores —amapolas o margaritas— nacen de manera natural. Un melocotonero, un olivo, un lilo, un limonero y un jazmín amarillo completan el espacio dedicado a la vegetación junto a un pequeño huerto.
No tiene aire acondicionado pero, a pesar de situarse en una zona donde el verano acumula días y días de altas temperaturas, no lo necesita. Las orientaciones de las piezas que componen la vivienda permiten jugar con las brisas de la zona para refrescar los interiores gracias a la ventilación cruzada y, por si acaso, hay ventiladores en los techos (que cuentan con un sistema reversible que, en invierno, ayuda a calentar el ambiente). El edificio más alto, además, da sombra al salón en las tardes de verano —el peor momento de calor en Andalucía— y cuenta con placas fotovoltaicas en su terraza. Están ocultas a la vista y dan energía a un sistema de aerotermia conectado al suelo radiante para dar calor en los duros inviernos que también vive esta zona. La fachada, además, cuenta con un doble aislamiento exterior a partir de termoarcilla y corcho. Los techos interiores, con bovedillas curvas, conservan bien el frío o el calor según la temporada.
Los materiales utilizados son sencillos. Baldosas de barro de un tejar malagueño para las pequeñas terrazas exteriores y el acceso a la piscina (además de su contorno), suelo porcelánico gris y cerámicas vidriadas de Vilar Albaro (Castellón) para revestir los baños y la cocina. Esta tiene el mismo color que las bovedillas y cuenta con muebles de Cocinas Dibe (Lucena). El resto del mobiliario es de Kave Home. La casa se terminó de construir en 2024 con el mismo presupuesto inicial a pesar del aumento de precio de la materia prima tras el inicio de la guerra en Ucrania. “La constructora hizo ajustes, se descartaron algunas cosas y así pudimos mantener el coste”. ¿Es mayor el precio que el de una casa más tradicional? “No, para nada. Hoy es muy caro construir sea donde sea. Pero lo más relevante es que esta vivienda es más barata que un piso pequeño en el centro de Málaga y aquí estás en un entorno paradisíaco”, destaca Ortega.
Más allá de Casa Acordeón, el arquitecto continúa con su trabajo en FOR Arquitectura con distintos trabajos de viviendas unifamiliares en barriadas de Málaga como El Palo y Los Prados, pero también está diseñando una reforma de una vieja casa de campo en el municipio de Torrox siguiendo el camino que él mismo abrió con La Centinela, vivienda de su familia con la que se dio a conocer profesionalmente. Además tiene sobre la mesa varios proyectos de pequeños bloques de viviendas y reformas de locales comerciales.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
