Iñaki Urdangarin, sobre su paso por la cárcel: “No se lo deseo a nadie”

Iñaki Urdangarin se define como un hombre “discreto” y ahí radica el motivo que, desde que dejó el balonmano profesional, no haya dado declaraciones exclusivas, pese a que su vida haya generado material para escribir varias historias. Algunas, rocambolescas y sin final feliz. “La vida no ha sido precisamente llana”, dice, en una entrevista concedida a RTVE y que se ha emitido este jueves. A sus 57 años, Urdangarin reconoce haber llorado “muchísimo”, y esos lloros tienen que ver con su paso por la cárcel. “No se lo deseo a nadie”, subraya.

El exjugador de balonmano revela que su arrepentimiento radica en cómo asumió su condena: “No estoy orgulloso de cómo gestioné emocionalmente mi situación”, dice. “Pasé un bucle negativo y preocupé a la gente que estaba fuera”, cuenta quien fue duque de Palma a su interlocutor, el periodista Jordi Basté, a quien conoce desde mitades de los años ochenta cuando se dedicaba al periodismo deportivo. “No es una entrevista, es una charla”, matiza el presentador al inicio de la cita.

Urdangarin se sentó en enero de 2016 en el banquillo de los acusados, procesado por varios delitos económicos, y la Fiscalía pedía para él una pena de 19 años y medio de prisión. Quien estuvo casado hasta 2022 con Cristina de Borbón (“uno de los amores de mi vida”, dice de ella durante la entrevista, en la que también asegura que lo que ocurrió durante el caso Nóos y su entrada en prisión fue uno de los motivos de su separación), fue condenado a cinco años y diez meses de cárcel por fraude, prevaricación, tráfico de influencias y dos delitos contra Hacienda.

“Me estaba rompiendo”, desvela sobre sus primeros meses de época carcelaria. Pidió libros de autoayuda, de mindfulness y de yoga para salir del bache oscuro en el que estaba sumergido y se agarró al deporte, “fue mi medicina”, para no abandonarse. Incluso estudió para sacarse el título de entrenador de balonmano. En sus tiempos de jugador fue medallista olímpico, pero dice que su hijo Pablo es más talentoso. A él es a quien más palabras dedica de sus cuatro hijos, y el jugador del Granollers, quien recientemente ha sido convocado para la selección española, aparece en una videollamada.

Ahora, según explica Urdangarin en una conversación de 57 minutos que discurre en catalán, tiene “proyectos que están arrancando” y pasa parte de su tiempo haciendo salidas en bicicleta al aire libre. Cuando estuvo entre rejas, cumplió “mil días” en un módulo de la cárcel de mujeres de Brieva (Ávila), se tenía que apañar pedaleando sobre una bici estática. Recuerda la buena “condición humana” de los funcionarios que lo custodiaban. Y explica que sufrió una suerte de “doble castigo”, agravado en la época de pandemia por covid.

Al cumplir condena y quedar en libertad, “era un nuevo Iñaki”, explica, y cuenta que “salir de la cárcel no es fácil”. Dice haber sufrido “estigmatización”, aunque ahora ya siente que se ha normalizado la situación cuando sale por la calle y ha rehecho su vida con Ainhoa Armentia.

La entrevista de Urdangarin supone el estreno de Pla seqüència, un programa que comanda el periodista Jordi Basté en el canal catalán de RTVE. Se trata de una charla sin cortes ni edición a un personaje de la actualidad y en su segunda entrega tendrá como protagonista al presidente del Futbol Club Barcelona, Joan Laporta.

Basté es un popular locutor en Cataluña, donde cada día se pone delante de los micrófonos de la emisora RAC1 para presentar el matinal El Món. La puesta de largo de Pla seqüència coincide en una semana donde se han hecho públicos los resultados del Estudio General de Medios (EGM), que sitúan al programa de Basté como líder indiscutible de la radio catalana, con 790.000 oyentes diarios.

Este jueves, apenas unas horas antes de que se le diera voz en la primera entrevista en televisión que concede tras salir de la cárcel, trascendió que Iñaki Urdangarin publicará sus memorias el próximo 12 de febrero. Según ha informado la editorial Grijalbo, se trata de “un testimonio en primera persona sobre el éxito, la caída y la reconstrucción personal”. “Durante muchos años, mi vida fue contada por otros. Periodistas, jueces, tertulianos, desconocidos... Todos parecían saber quién era yo, qué pensaba, qué hacía, por qué lo hacía. Y yo, en medio de todo eso, opté por el silencio”, asegura Urdangarin en el libro. Ahora, coge turno para contar su historia con su propia voz.