Las dos cosas que Cristiano Ronaldo siempre supo: sería millonario y se casaría con Georgina Rodríguez

A sus 40 años, Cristiano Ronaldo (Madeira, Portugal) ya se imagina retirado. Mientras para el resto de mortales la jubilación es casi una quimera a esa edad, el futbolista portugués, uno de los mejores del mundo, ya va pensando en la segunda parte de su vida, dedicada a sus hobbies —como el pádel o su colección de coches de lujo, que por cierto no conduce—, a ver a crecer a sus cinco hijos y estar con el “amor de su vida”, Georgina Rodríguez, la mujer a quien pidió matrimonio el pasado mes de agosto. Se lo ha contado en una entrevista, emitida el martes 4 de noviembre, al periodista británico Piers Morgan en el programa que este conduce en YouTube.

En una conversación relajada con quien Cristiano considera “un amigo” (no era la primera vez que él y Morgan charlaban), el capitán de la selección portuguesa de fútbol, actualmente jugador de la Liga saudí, ha hablado durante 40 minutos del deporte del que es profesional, claro, pero también de otros aspectos más personales de su vida en la que —él mismo lo cuenta con naturalidad— el dinero fundamental. De hecho, el tema de su fortuna ocupa gran parte de la conversación y sale rápido. Sin llevar siquiera 10 minutos de charla, a la pregunta del periodista: “¿En qué momento te diste cuenta de que eras millonario?“, Ronaldo, tras una brevísima pausa para reflexionar, responde: “Sabía que esto iba a pasar, así que estaba preparado”. El futbolista, que se refiere a ser millonario, no a la pregunta, continúa explicándose así: “Era una cuestión de tiempo, así que, sinceramente, me sentí superfeliz. Fue como cuando ganas un Balón de Oro y sientes que has alcanzado una meta. Para mí alcanzar esa cantidad era también una meta”.

Aunque ni entrevistado ni entrevistador dicen cuál es esa cantidad, ya en el año 2016 el exjugador del Real Madrid se convirtió en el deportista mejor pagado del mundo, sucediendo en la lista Forbes al boxeador Floyd Mayweather tras embolsarse 77 millones en 12 meses. El pasado 8 de octubre se supo, además, que Cristiano Ronaldo se había convertido en el primer futbolista milmillonario tras alcanzar los 1.400 millones de dólares en una extensión de su contrato con su equipo actual, el Al-Nassr.

No obstante, durante la entrevista, que está cerca de los tres millones de visualizaciones en YouTube, el jugador asegura no estar obsesionado con su fortuna. “El dinero puede ayudarte de muchas formas, pero cuando alcanzas cierto nivel, deja de importar. Aunque siempre es bueno tener más, porque somos humanos y nunca estamos felices con lo que ya tenemos”. Como colofón a la pregunta, que en realidad sigue planeando durante casi toda la entrevista, confiesa: “Era mi plan ser tan rico, no imaginé que lo sería tan pronto, pero sabía que lo sería”.

Por si a estas alturas de la conversación entre el futbolista y Morgan alguien no se imagina la cantidad de millones que atesora, el entrevistador, que admite que nunca llegará a tener tanto dinero como el que acumula el entrevistado en su muñeca izquierda, en la que luce un impresionante reloj —más tarde confesará que es un regalo—, le pregunta qué es lo más caro que se ha comprado. La respuesta del astro del fútbol, que no parece fácil a juzgar por su cara de concentración, acaba siendo “un avión”. En realidad, matiza, se lo compró con 30 años, pero ahora acaba de renovarlo.

Si unos millones arriba o abajo ya suponen poco para él, sí que marcaron la diferencia cuando finalmente, y tras nueve años de relación y cinco hijos en común, le pidió matrimonio a su pareja, la influencer Georgina Rodríguez (Buenos Aires, Argentina, 31 años). Entonces, ella hizo al mundo partícipe de este acontecimiento en sus vidas desde su perfil de Instagram (tiene más de 71 millones de seguidores), donde mostró la espectacular joya de compromiso formada por un gran diamante en corte ovalado, engarzado a una sortija, que podría haber costado unos cinco o seis millones de euros, según los expertos.

Sobre esto también ha hablado su prometido con Piers Morgan, a quien ha asegurado que esta piedra era una petición de su pareja —a la que desde hace tiempo se refiere como su mujer—, pero que no iba a ser un anillo de compromiso. Fue sobre la marcha, en una cena en la que él se preparaba para dárselo a la modelo, mientras que (casualmente) un amigo le grababa con el móvil y sus hijas se despertaban de la cama (era la una de la mañana, según su relato) oportunamente para presenciar la escena y preguntar qué ocurría, cuando el futbolista decidió que era el momento de dar el paso y pedirle matrimonio: “Algo que me encantó es que a ella no le importó el anillo, sino que me preguntó si iba en serio”. Dice también que, al mirarla a los ojos, las lágrimas asomaron a los suyos: ”Las cosas buenas llegan en el momento oportuno. Sabía que algún día se lo pediría, aunque no sabía cómo lo haría”, asegura el futbolista. Lo que falta por saber es la fecha de una boda que no se prevé sencilla.