Mette-Marit de Noruega suspende su agenda en octubre para someterse a rehabilitación pulmonar: “Debería haberlo hecho hace tiempo”
La mujer del príncipe heredero Haakon sufre una fibrosis crónica que le fue diagnosticada en 2018 y que se ha agravado en los últimos meses, por lo que ella asegura necesitar más ayuda “para tener mejor control” sobre cómo afrontará su vida diaria

La princesa Mette-Marit de Noruega, de 52 años, suspenderá su programa de compromisos oficiales de octubre para someterse a una “rehabilitación pulmonar” por la fibrosis pulmonar crónica que le fue diagnosticada en 2018 y que se ha agravado en los últimos meses. La rehabilitación comenzará a principios del próximo mes y se realizará en Noruega, según informaba la casa real del país nórdico el pasado 19 de septiembre.
A pesar de las malas noticias sobre su estado de salud, un día después la esposa del heredero al trono Haakon de Noruega acudió a un acto público en el Museo Folclórico Noruego, donde asistió a la conferencia Frida Hansen y la Tela Transparente y, como siempre, se mostró abierta en torno a su enfermedad. “Debería haberlo hecho hace tiempo, pero ahora es el momento. Así que lo haré. Porque necesito un poco más de ayuda que antes para afrontar la vida diaria con la fibrosis pulmonar”, dijo a los medios presentes sobre este parón programado en un momento en el que su primogénito sigue en el punto de mira por sus imputaciones por cuatro delitos de violación. “Creo que se trata de conocer a otras personas que padecen la misma enfermedad pulmonar que yo. Y de tener un mejor control sobre cómo afrontaré mi vida diaria con esta enfermedad crónica”, explicó.
Aunque la agenda oficial de Mette-Marit de Noruega se suspenderá en ese periodo, hay planeada “alguna excepción”, como su presencia en la cena con los representantes del Parlamento en el Palacio Real de Oslo el próximo 23 de octubre. Está previsto que, si todo va bien, reanude sus obligaciones oficiales en noviembre.
La casa real del país nórdico ya había informado el pasado mes de marzo de que la fibrosis pulmonar de la princesa había “evolucionado” y que ahora tenía “síntomas diarios y molestias que afectan a su capacidad de desempeñar sus tareas”. Por tanto, según adelantaban hace ya seis meses, necesitaría más descanso y podrían surgir cambios en su programa oficial con más frecuencia y menos aviso previo.
A Mette-Marit se le diagnosticó en 2018 una variedad “poco común” de fibrosis, después de ser sometida a varias pruebas en el Hospital del Reino de Oslo. La casa real había indicado entonces que sería tratada en ese centro y en colaboración con médicos del extranjero y que, al ser diagnosticada la enfermedad en un estadio temprano, el pronóstico era “favorable”. “Para los que viven con algo así, poco visible, como en mi caso, puede ser duro. Porque cuando la gente no te lo ve es menos fácil de entender”, explicó ella en una entrevista a la televisión pública noruega (NRK) con motivo de su 50º cumpleaños, en 2023.

La fibrosis pulmonar forma parte de un grupo de enfermedades heterogéneas y crónicas que son minoritarias y difíciles de diagnosticar. Entre sus síntomas figuran cansancio, dolores en los músculos y las articulaciones. “Creo que la vida se trata, en cierta medida, de aprender a vivir con inseguridad e incertidumbre. También lo será para mí. Tengo que aprender a vivir con la incertidumbre”, dijo Mette-Marit en 2018, cuando se hizo público su diagnóstico. Aun así, dijo sentirse “muy optimista y muy feliz por tener personas talentosas” a su alrededor. “Elijo informar sobre esto ahora, entre otras cosas, porque en el futuro será necesario tener periodos sin programas oficiales”, anticipó hace ya siete años. Eso ha llevado en varias ocasiones a la princesa a ser baja de actos ya confirmados.
Más allá de las noticias sobre la evolución de su enfermedad, la princesa ha estado también en el centro de la actualidad en el último año por los problemas legales de su hijo Marius Borg Høiby, fruto de una relación anterior a su matrimonio con Haakon. Hace un mes, el joven, de 28 años, fue acusado formalmente por la Fiscalía noruega de cuatro casos de violación y varios de maltrato a sus parejas, y ahora se encuentra a la espera de juicio, en el que varios medios locales apuntan que no está descartado que su madre pueda llegar a declarar. La casa real noruega se ha mostrado reacia a comentar el caso, que ha generado mucha atención mediática en el país nórdico, pero Haakon ha admitido la “gravedad” de las imputaciones y Mette-Marit ha reconocido que el año pasado fue “muy duro” y que la familia recibió “ayuda profesional” del sistema sanitario.
La ausencia de la princesa de los actos públicos coincide también con el revuelo causado en torno a la familia real noruega después de que la semana pasada se estrenara en Netflix Realeza rebelde: una insólita historia de amor, el documental que protagonizan la princesa Marta Luisa de Noruega y su marido, el chamán Durek Verrett. El documental repasa cada capítulo de su polémica relación, ambos comentan las tensiones más sonadas y envían algún que otro dardo a la familia real noruega y a la prensa del país nórdico. “Ser incomprendida es muy duro. Y esa ha sido la historia de mi vida”, es una de las primeras frases que pronuncia la princesa Marta Luisa, primogénita de los reyes Haakon y Sonia de Noruega. Horas después del estreno, la casa real pidió eliminar una corta escena que protagoniza el príncipe Haakon de Noruega, en la que aparece saludando a la pareja de su hermana durante la fiesta previa a su boda, que tuvo lugar hace un año. Apenas eran unos segundos, pero ya no queda ni rastro de ellos.
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