La verdadera “heroína” de Jordi Cruz vuelve a ‘MasterChef’: madre e hijo cocinan juntos en plató

“Mi madre cocina mejor que tú y que tú”. Con este gancho, una frase que el cocinero y jurado de MasterChef Jordi Cruz (Manresa, 46 años) parece dedicar a sus compañeros del formato, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera, TVE lleva días anunciando el regreso a las cocinas del programa de Roser Mas, la progenitora del juez más implacable de los tres.

Es un regreso porque la madre de Jordi Cruz ya ha estado antes en plató. En concreto, por las cocinas del talent gastronómico de la cadena pública han pasado ya variedad de miembros del titular del restaurante ABaC, desde su reconocible madre a sus hermanas y hasta su hermano. Y eso que Cruz nunca ha sido muy de airear su vida privada, aunque ese discurso se ha ido desarticulando con los años —un ejemplo: la revista ¡Hola! publicó en exclusiva su boda—, quizás como exigencia de un guion, el de la tele, que cada vez exige más.

Así, otra vez, Roser Mas acudirá al programa de este lunes, 16 de junio, a cocinar con su hijo en la noche de las familias de MasterChef, un clásico del programa de La 1 (que ya va por su edición número 13 de anónimos) en el que los familiares de los concursantes ayudan —o no— a los candidatos en la primera prueba del formato y que suele dejar emotivos momentos de reencuentro, un caramelo para la audiencia, nunca mejor dicho.

Durante sus visitas anteriores a MasterChef, Jordi Cruz y su madre han demostrado una relación cercana, dejando ver incluso conatos de cariño de un hijo que ha llegado a reconocer: “Expresar sentimientos a lo loco tampoco es mi fuerte”. Estas eran las palabras de una carta que en el año 2019 el cocinero le leyó a su madre en otro programa de La 1, Cena con mamá, presentado por Cayetana Guillén Cuervo. Los tres, madre, hijo y presentadora, hacían una sobremesa al frescor nocturno de una terraza, cuando Cruz se arrancaba con esta misiva que quería ser un reconocimiento a Mas y que, avisaba antes, había empezado a escribir “15 veces o 20”.

Un par de años antes, en 2017, el reconocido chef ya había revelado en el programa Chester, de Risto Mejide, cuál era su talón de Aquiles emocional: “Soy de silicona. Tengo la misma enfermedad que tenía mi padre: no saber sentir. Es un hecho, mi padre nunca me dijo te quiero, ni yo a él”. Cruz contaba entonces que su padre, que había fallecido de alzhéimer hacía unos cinco años y que a los 12 años ya trabajaba en una fábrica, había desarrollado un carácter duro, “con tendencia a estar enfadado”: “Si alguna vez he rezado, lo hice para poder decirle te quiero a mi padre antes de morir. El día que murió, pude mirar a esos ojos en los que no había nada y entonces pude decir te quiero a mi padre. Me quería mucho, pero… A mí me gusta mucho achuchar, pero me cuesta hacerlo. No quería repetir las carencias de mi padre”, contaba entonces, sentado en el famoso sofá.

En esa misma entrevista, hablaba de los sacrificios que su madre había tenido que hacer durante unos años difíciles, con seis hijos: “Ha regalado su vida a la familia”, aseguraba el chef de una madre, Roser Mas, que era para él “un referente” y “su heroína”. Y mencionaba también lo mucho que había sufrido su familia cuando se le tachó de explotador, en referencia a aquellas acusaciones de mayo de 2017 que vinieron tras una entrevista en El Confidencial, hablando del “privilegio” de los becarios en las cocinas de los restaurantes con estrella Michelin. De aquello se defendió en EL PAÍS diciendo: “(...) El privilegio no se refería a trabajar gratis, sino al privilegio de que alguien se pueda formar junto a primeros profesionales de la cocina”.

Pasados los años, Cruz ha vuelto a ser sujeto y objeto de otras polémicas, como recientemente, tras las duras palabras que le dedicó a una de las concursantes de MasterChef 12 después de que esta se mostrara reticente con el formato: “Yo no te haría ninguna pregunta, solo te diría ‘muy bien, ciao’. Le has quitado la oportunidad a gente”, le dijo, para luego rebajar juntos lo sucedido en un vídeo.

Jordi Cruz, con cinco estrellas Michelin y quien hasta hace poco ostentaba el título de cocinero más joven de España en ganar su primera estrella (con 26 años; ahora es Carlos Casillas, con 24), se casó en agosto de 2024 con la arquitecta brasileña Rebecca Lima tras ocho años de noviazgo con Cristina Jiménez, responsable del hotel AbAc. El cocinero y su esposa, que ya tienen un hijo (Noah, de casi dos años), serán padres de nuevo este verano.