Calabacín crujiente sin freír: el rebozado definitivo para horno o freidora de aire
Si crees que la fritura es imprescindible para cocinar empanados deliciosos, te equivocas: esta fórmula con clara de huevo y parmesano cruje sin necesidad de pasar por la sartén

¿Es el calabacín una de las verduras más sosainas que existen? Sí. ¿Hay maneras de convertirla en algo sugerente y excitante? Por supuesto. Puedes juntarlo con otros ingredientes que le den vidilla, como en el pisto, la fritada o los sanjacobos vegetarianos. O saltearlo y aliñarlo con alegría, como en esta receta. O asarlo al grill, como dictan las redes. También puedes rebozarlo y freírlo, con lo que su natural ternura contrastará con un exterior crujiente.
Esta última solución es una delicia, pero presenta un pequeño inconveniente: el circo que montas en la cocina, consustancial a cualquier fritura. ¿Hay alguna manera de obtener ese mismo contraste en el horno o la freidora de aire? El empanado que proponemos hoy, cortesía de la web Serious Eats, es un rotundo sí a esa pregunta, y su fórmula mágica, que incluye clara de huevo y parmesano, vale igual para freír que para hornear. Con los calabacines, liberados de la parte que suelta más agua (las semillas), funciona como un tiro. Tienes todo el procedimiento en el vídeo de arriba.
Ingredientes
Para 4 personas
- 3 calabacines medianos
- 100 g de pan rallado grueso
- 100 g de parmesano rallado
- 3 o 4 claras de huevo
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Harina
- Sal
Salsa para untar
- 250 g de yogur griego o queso batido
- Hierbas frescas picadas al gusto (albahaca, menta, cilantro, perejil)
- ½ limón
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Sal
Instrucciones
Si se va a usar el horno, calentarlo a 230 grados con ventilador.
Cortar la punta y el trocito de tallo de los calabacines. Cortarlo a lo largo en cuartos.
Quitar la parte de las semillas con un cuchillo (ver vídeo), y reservarla para otras preparaciones.
Cortar cada cuarto a lo largo por la mitad, y después cortar todos los bastones por la mitad (ver vídeo).
Repartir los bastones de calabacín sobre una bandeja o unos platos cubiertos con papel de cocina, procurando que quede una sola capa. Salar.
Mientras los calabacines sudan por efecto de la sal, poner harina en un plato hondo, las claras de huevo en otro, y el pan rallado y el parmesano en otro.
Poner una pizca de sal y el aceite en el pan rallado y el parmesano, y mezclar bien.
Batir ligeramente las claras hasta que estén un poco espumosas.
Preparar dos bandejas de horno cubiertas con papel de ídem.
Secar bien los bastones de calabacín presionándolos por encima con papel de cocina. Pasarlos primero por harina, luego por clara de huevo y por último, por la mezcla de pan rallado y parmesano, e ir dejándolos un poco separados en las bandejas (ver vídeo).
Si se usa horno, asarlos 12 minutos, darles la vuelta y dejarlos 10 minutos más, o hasta que estén bien dorados. En la freidora de aire se cocinan a 205 grados durante 12 minutos, y se les da la vuelta y se dejan unos seis u ocho minutos más.
Si se quieren freír, hacerlo en una sartén o cazuela baja con aceite caliente a fuego medio alto.
Mezclar el yogur, el zumo de limón, el aceite, la sal y las hierbas picadas de la salsa y ponerla en un bol.
Servir los bastones de calabacín calientes con la salsa para untar.
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