Estos son los nuevos ‘soletes’ Repsol: 260 restaurantes, bares y chiringuitos para disfrutar del verano
La guía española anuncia una nueva hornada de restaurantes, bares y chiringuitos para disfrutar de las vacaciones


Llegaron las vacaciones de verano, y con este momento tan esperado del año, también lo hacen los Soletes, las distinciones más desenfadadas de Guía Repsol, que en esta edición seleccionan 260 chiringuitos y establecimientos con terraza que merece la pena visitar. La selección ha sido realizada por medio centenar de expertos de la citada publicación, que han rastreado el país para encontrar locales no solo en la costa, sino también en la montaña y en zonas del interior. Todos ellos quedarán señalizados, a partir de ahora, con el simpático distintivo —un solete sonriente con el contorno difuminado— diseñado por el artista Luis Úrculo.
En el listado se puede encontrar de todo: desde un chiringuito en la agreste playa del Hoyo, en Águilas (Región de Murcia), hasta un kiosco junto a una laguna de una reserva natural en Badajoz o un icónico lugar en San Fernando (Cádiz) donde se puede comer con los pies en el agua cuando sube la marea. Incluso se puede disfrutar de la vista de la playa de La Concha desde el monte Urgull, con una copa en la mano.
Los expertos de Guía Repsol han buscado tomates que saben a verano, parrillas donde dorar las mejores piezas y buen ambiente, acompañado de refrescantes sangrías, cócteles o vinos de la zona. Han seleccionado los chiringuitos favoritos de los vecinos, terrazas bajo la sombra de un pinar que los habituales prefieren no revelar, o patios escondidos que se agradecen en los días más calurosos.
Con esta duodécima edición de los Soletes Guía Repsol, ya son casi 5.000 cafeterías, bares, restaurantes y terrazas los que presumen de la pegatina amarilla en España. “Los Soletes se han convertido en un top del verano, porque te evitan tener que buscar dónde ir y te desvelan lugares que no tenías en el radar, con la garantía de estar seleccionados por un equipo de expertos con un criterio gastro que coincide con el de la mayoría”, explica María Ritter, directora de Guía Repsol.
En esta nueva entrega, los Soletes miran hacia el mar desde enclaves muy diversos. Ahí aparecen El Sombrerico, en Águilas (Región de Murcia), con una carta y un entorno frente a la agreste playa del Hoyo que merece una visita, según la Guía. El Bartolo, en San Fernando, es un icono de la provincia de Cádiz desde los años 30. Cuando la marea lo permite, ofrece un tapeo local con los pies sumergidos en el Atlántico.
Ya en el Cantábrico, quienes se acerquen a Cabo Busto (Luarca) podrán pasear por los acantilados hasta el faro antes de comprar una caja de los dulces en la pastelería de cuento de Jhonatan González. También se incluye el atardecer en Isabella Beach Club, en la playa de Fornells (Menorca); las vistas del Parque Nacional de La Palma desde El Balcón de Taburiente (El Paso); o la panorámica de la playa de La Concha desde el bar El Polvorín, en el monte Urgull (San Sebastián). Hay enclaves únicos como los que se disfrutan desde La Plazería, en Cuenca, con su vista a la Hoz del Júcar; desde La Mesa Segureña, en Segura de la Sierra (Jaén), con el Pico Yelmo al fondo; o desde el Hotel Camarote, en León, con la catedral como postal.

Esta edición de los Soletes corrobora que también hay tesoros veraniegos en las zonas de interior. En las comarcas pirenaicas de Huesca, las bordas —antiguas casas de pastores enclavadas en el monte— ofrecen una ocasión única para disfrutar del Alto Aragón y huir del calor entre montañas. En Extremadura, destacan Las Quinientas, en Berlanga (Badajoz), un kiosco junto a la laguna de la reserva natural del mismo nombre; o el frondoso jardín de la Sierra de Santa Cruz, con el Mesón Los Naranjos, en Santa Cruz de la Sierra (Cáceres).
En las ciudades también hay lugares con encanto. En Madrid, se puede desayunar en el agradable patio de la cafetería del Institut Français; y en San Cugat del Vallès, en el área metropolitana de Barcelona, cenar en el vergel que ocupa el antiguo centro de jardinería donde ahora se encuentra Garden Pizza. Otros sitios a tener en cuenta son la Taberna Galiana, en Mondoñedo (Lugo), donde se puede comer bajo la sombra del limonero que plantó el escritor Álvaro Cunqueiro en el patio de su antigua casa, o la fermentería Lleldría, en Merilla en pleno corazón de los Valles Pasiegos, en Cantabria.
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