BilbaoHistoriko reconstruye la leyenda “de la buena suerte” que esconde el Puente de la Merced

La leyenda del Puente de la Merced forma parte de la historia del Casco Histórico de Bilbao. Alrededor del año 1400 se extendió la creencia cada vez más generalizada de que existían unos seres que vivían en el actual barrio de San Francisco. Se desconocía si eran machos o hembras, aunque se aseguraba que siempre iban en pareja y se acercaban a todas aquellas personas que se encontraban solas o desamparadas. Una especie de ángeles de la guarda. Se decía que cualquiera que rozara el pecho o el lomo de las criaturas se sentían más afortunadas y queridas, además de encontrar la suerte y el amor hasta el fin de sus días. Muchos siglos después, estos seres siguen muy presentes en la vida de los bilbaínos gracias al ingeniero Ernesto Hoffmeyer Zubeldia, quien se encargó de recuperarlos en forma de esculturas en 1886, incluyendo ocho farolas de fundición y con las criaturas dispuestas en parejas a los dos lados del puente.

Más de cien años desde la construcción de La Merced, la leyenda ha sido rescatada gracias a la iniciativa de BilbaoHistoriko presentada este jueves en Bilborock. Esta asociación persigue, según ha afirmado su presidente, Unai Aizpuru, facilitar una nueva visión de la leyenda para la ciudadanía: “Una de las actividades que teníamos programadas era darle una vuelta de tuerca a la leyenda del Puente de la buena suerte de Bilbao y del mundo”, ha señalado. De igual manera, Aizpuru ha detallado las razones por las que se ha decidido recuperarla después de que un marinero noruego se la revelara en una taberna a altas horas de la madrugada: “Nosotros, normalmente, en BilbaoHistoriko no creamos nada. En realidad, lo que hacemos es escuchar y juntar voluntades. Yo apunté la historia cuando me la contaron y esta fue una de las primeras iniciativas que tuvimos, la de difundir la leyenda y que la conozca el mayor número de gente posible”. Aizpuru no ha detallado las circunstancias en las que se produjo la conversación, aunque sí ha dado alguna pista: “Era un marinero noruego borrachín”.

A partir de ahí se han ido sucediendo multitud de iniciativas de carácter sociocultural impulsadas por parte de la Asociación, sin otro objetivo que, tal y como ha manifestado el portavoz, “tender puentes entre los barrios más representativos de Bilbao”, entre los que se encuentran Casco Viejo, San Francisco, Zabala y Atxuri. Por su parte, Xabier Ochandiano, Concejal del Área de Producción Económica del Ayuntamiento de Bilbao, ha recalcado lo que suponen para la ciudad iniciativas como la relacionada con el Puente de la Merced, destinadas a potenciar el pasado de la ciudad: “La historia de Bilbao se construye a partir de relatos de esta tipología”. Una campaña que, a raíz del décimo aniversario de la Asociación, intenta fortalecer la relación entre los vecinos de los barrios de Bilbao.

Este es el último proyecto de la actual junta ya que la siguiente se producirá una renovación en sus cargos. Los reemplazos no evitarán que nuevas leyendas alimenten “ese orgullo de pertenencia a los barrios históricos de Bilbao y trabajar por la captación del público hacia ellos”, tal y como ha destacado Aizpuru.