Madrid sacrifica a casi medio millón de gallinas por un brote de gripe aviar en Valdemoro
El gobierno regional paga más de 800.000 euros para frenar la expansión de un foco de esta enfermedad altamente contagiosa y mortal entre los animales


804.982,94 euros ha sido el precio que ha tenido que pagar la Comunidad de Madrid para controlar el mayor foco de gripe aviar y primero en aves de corral registrado en la región este año. Se trata de una explotación de gallinas ponedoras en Valdemoro en la que se han sacrificado 450.000 aves a causa de esta enfermedad, altamente contagiosa y mortal para los animales. La empresa Tragsatec ha sido la encargada de realizar estas labores, que pretenden ponerle freno a la propagación de la influenza por todo el territorio madrileño y sus alrededores.
El encargo incluyó la destrucción, desinfección y enterramiento del casi medio millón de gallinas de esta macrogranja en Valdemoro, según señala un portavoz de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior. Una parte de la financiación ha contado con fondos europeos, y del Ministerio de Agricultura.
El primero de los focos de la influenza aviar altamente patógena, del subtipo H5N1, en la región, fue descubierto el pasado 22 de septiembre en el parque de Andalucía, en Alcobendas, pero afectaba solo a aves silvestres, específicamente a dos ocas. Desde ese momento se activó un plan preventivo en varias zonas de la Comunidad.
Sin embargo, el 1 de octubre se descubrió un nuevo brote, en este caso de aves de corral, en una explotación de gallinas ponedoras del municipio Valdemoro, lo que representaba un especial peligro por la cantidad de ejemplares en contacto. Con el paso de los días, otros municipios madrileños han ido sumándose a la lista: Móstoles, Alcorcón, Leganés y Fuenlabrada registraron focos en aves silvestres y Torrejón de Velasco y Ciempozuelos en aves cautivas. Sin embargo, según ha señalado el portavoz de Medio Ambiente, ninguno de ellos no han requerido intervenciones como la de Valdemoro.
La capital se había mantenido libre de la enfermedad, hasta que el 30 de octubre se conoció el primer caso, un pavo real del céntrico parque El Retiro. El Ayuntamiento de Madrid aseguró que hasta el momento ese era el único animal afectado en el municipio y que ningún trabajador en contacto con el ave había sido infectado. La Comunidad de Madrid activó a partir de entonces el protocolo de medidas sanitarias para evitar la propagación de la enfermedad para toda la ciudad, que estaba activo solo en la zona norte desde que se descubrió el primer foco en Alcobendas.
Las medidas impuestas por la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior para una quincena de municipios afectados, o cercanos a los focos, incluyen la prohibición de la caza de las especies más propensas a la enfermedad, como los gansos y los patos, y de cría de estas con otras especies; la cría de aves al aire libre, en la medida de lo posible; el suministro de agua a las aves de corral si proviene de fuentes a las que pueden acceder aves silvestres; o la obligatoria desinfección de las personas y vehículos que visiten explotaciones de este tipo.
Según el documento de la consejería, “la influenza aviar altamente patógena provoca enfermedad de carácter sistémico [a diferencia de la de baja patogenicidad, que provoca una enfermedad leve] y es extremadamente contagiosa, con una elevada mortalidad en 24 horas en explotaciones avícolas comerciales”. Aunque es muy infecciosa entre esos animales, el subtipo H5N1 de la enfermedad no tiene capacidad zoonósica significativa, es decir, es poco probable que pueda transmitirse a seres humanos y no puede hacerlo a través de carne de ave cocinada, huevos o productos procesados derivados de ellos.
El primer foco en España se detectó en marzo en un halcón peregrino y en julio, el primero en aves domésticas, en una explotación de engorde de pavos. Este último caso rompió la racha de dos años que habían registrado las granjas nacionales libres de la enfermedad ―desde febrero de 2023 cuando se registró el último foco has entonces en Lleida―. Las consecuencias de estos nuevos brotes han llegado hasta las exportaciones: China prohibió este verano la entrada a su territorio, ya fuera de forma directa o a través de terceros países, de carne y productos avícolas tanto frescos como procesados provenientes de España.
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