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A Mari Carmen Muñoz le tocó ese día hacer el reparto de legumbres y murió atropellada en Madrid por un hombre drogado

La víctima, de 59 años y originaria de Arévalo (Ávila), sacaba un pedido del maletero cuando fue impactada por la espalda

El sitio donde este 6 de agosto ha muerto una mujer de 59 años tras ser atropellada en Madrid.Foto: Emergencias Madrid (EFE) | Vídeo: EPV

Era el primer miércoles de agosto, faltaban unos pocos minutos para el mediodía y la ciudad estaba más vacía de lo habitual. Hacía un calor sofocante y las calles se movían a ritmo lento y hasta silencioso. Mari Carmen Muñoz (Arévalo, 59 años) acababa de parar el coche en el carril bus junto a un restaurante de la calle Doctor Esquerdo, en el distrito de Retiro. Solo iban a ser cinco minutos, dejar un pedido de legumbres de la empresa de su familia y marcharse. Cuando se bajó del coche y abrió el maletero, un todoterreno Suzuky Jimny le golpeó por detrás. Después del impacto, tardó pocos minutos en morir. El hombre que lo conducía dio positivo tanto en la prueba de alcohol, como en la de drogas.

Mari Carmen vivía en Madrid, estaba casada y tenía un hijo, según cuenta a este diario una fuente cercana a la familia. “Son gente muy maja”, dice. Su presencia en el lugar del accidente fue una casualidad. Una camarera del sitio a donde se dirigía asegura que no era ella la que solía acercarse a llevar los garbanzos, las alubias y las lentejas, sino su hermano. La trabajadora, que prefiere no dar su nombre, todavía está impactada por la irresponsabilidad del conductor. “Es una pena ―comenta―. Si alguien es irresponsable con su vida es su problema, pero tendrá que pagar por lo que le hizo a esta mujer”.

El responsable de que la mujer perdiera la vida fue detenido y, después de ser interrogado en la Comisaría de Policía Judicial de Tráfico, ha pasado a disposición judicial. Su identidad y edad no ha sido revelada por los agentes, que sí han confirmado que conducía bajo los efectos tanto del alcohol como de las drogas, sin especificar cuáles. Por la gravedad de los hechos, el caso ha sido judicializado.

En el carril bus no hay marcas de frenada. El único rastro del trágico suceso es una flecha de color verde fluorescente pintada sobre la calzada con espray que la Policía Municipal de Madrid hizo tras el accidente para indicar el lugar exacto del impacto.

La calle del Doctor Esquerdo es ancha, con cuatro carriles en cada sentido, incluyendo el reservado a autobuses, y separados por una mediana con césped. Aunque el límite de velocidad en ese tramo es de 50 kilómetros por hora, es frecuente ver a vehículos circulando mucho más rápido en el lugar donde se ha producido el atropello. Tras la noticia del accidente, algunos usuarios en redes sociales se han referido a ella como “autopista urbana”. De hecho, hace menos de un mes y a 300 metros de donde perdió la vida Mari Carmen, un motociclista murió tras chocar con un vehículo del Ayuntamiento.

El impacto le provocó a Mari Carmen varios traumatismos y le hizo entrar en parada cardiorrespiratoria. Hasta allí se desplazó una ambulancia de Samur Protección Civil, donde le realizaron maniobras de RCP, pero la mujer falleció en cuestión de minutos. EL PAÍS ha contactado con la familia de la víctima, pero por el momento prefieren no pronunciarse acerca de lo ocurrido este miércoles.

Una empresa familiar

Mari Carmen y sus hermanos son la quinta generación vinculada al campo y al emprendimiento en el medio rural, según contaron en una entrevista al Diario de Valladolid en 2017. Son proveedores de legumbres, que producen, envasan y comercializan. La empresa, Moraña Natural, tiene unas raíces muy profundas, porque su historia se remonta a 1810 y desde entonces ha ido pasando de padres a hijos.

El que la fundó fue su tatarabuelo, en una calle cercana a la Puerta del Sol, en Madrid. Después de la postguerra, el abuelo de los hermanos se fue a Arévalo “por la cercanía con la zona de producción”, cita el diario local, manteniendo la conexión entre los dos almacenes.

La familia es muy conocida y querida en la zona. “Son buena gente y figuras clave en el sector de la legumbre”, señala un comerciante del pueblo que prefiere no ser identificado. “Mari Carmen era una chica muy simpática y muy buena. En cuanto te veía, te saludaba siempre”, dice otra vecina, cercana a la familia, que tampoco quiere dar su nombre.

La compañía controla unas 800 hectáreas de los tres tipos de legumbre: alubia, garbanzo y lenteja. Cuentan con clientes fijos y “mantienen contactos de toda la vida, de la época de su abuelo”, según comentaron sus hermanos en esa entrevista. Actualmente, la sede de la empresa se encuentra en Donvidas, un municipio con 30 habitantes censados a unos 10 kilómetros de Arévalo.

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