Se buscan mecenas para construir en Boadilla del Monte un Cristo más grande que el de Río de Janeiro
La Asociación de Devotos del Corazón de Jesús del municipio madrileño lleva recaudados casi 95.000 euros para levantar la escultura, pero necesita cerca de 17 millones más


La escultura más grande de Cristo estará en Boadilla del Monte. Medirá 37 metros de altura y 60 de envergadura. Es decir, que será un metro más alto que el Cristo Protector de Encantado (Brasil) y siete metros más que el Redentor de Río de Janeiro (Brasil). Estará hecho de hormigón armado y será hueco para que se pueda entrar en su interior, como en la Estatua de Libertad, y allí habrá una capilla en la que sonará constantemente el latir de un corazón dorado de tamaño proporcional a la figura de Jesús. Tendrá grabado el nombre de todo aquel que haya aportado más de cinco euros para ayudar a sufragar la obra, que costará aproximadamente 18 millones. El proyecto está impulsado por la Asociación de Devotos del corazón de Jesús de Boadilla y no costará dinero público, pero el Ayuntamiento de allí (PP) ayudó en 2019 a que saliera adelante a través de la cesión del terreno sobre el que se levantará. Ahora solo falta el dinero de los fieles. La página web con el buzón de donativos se ha abierto hace dos semanas y ya llevan algo más de 95.000 euros recaudados, es aproximadamente el 0,53% del total que necesitan. Las aportaciones más generosas hasta el momento, según un portavoz de la asociación, vienen de México y de Polonia. Si todo sale bien, la inauguración será en 2030.
El monumento estará en suelo público, entre la M-50 y la M-501. Tendrá los brazos abiertos en un abrazo a la humanidad, el Fratelli Tutti del Papa Francisco. Ha participado “un equipo técnico científico para reproducir científicamente, de forma realista, el verdadero rostro tridimensional del hombre de la Síndone de Turín [la Sábana Santa]”.
Por dentro será toda una obra de ingeniería, con el corazón de seis metros de diámetro conectado a un sistema de poleas para que durante el día baje al suelo dentro de la escultura y se refleje un haz de luz que entrará por la llaga de su costado abierto, orientada al sol naciente. Luego, el equipo técnico científico ha “mapeado” en el cuerpo de Jesús “cada una de las heridas de la flagelación, la corona de espinas y las llagas de los clavos”. Desde fuera, se verán como puntos negros, pero por dentro serán agujeros por los que entrará la luz.

Desde la Asociación de Devotos del Corazón de Jesús de Boadilla también advierten de que las donaciones son “a fondo perdido” y que si, finalmente no se puede levantar la escultura de Cristo más grande del mundo en este pueblo de Madrid, no se le devolverá el dinero a nadie. “Si no fuera posible realizarlo en las dimensiones y presupuestos previstos se realizaría de forma más modesta, pero siempre se llevará a cabo la voluntad popular aprobada en el Pleno del Ayuntamiento”, señala la asociación en su página web.
También allí comprenden que un cambio de signo en el Ayuntamiento podría torcer los planes, pero lo ven una posibilidad “muy poco probable”. “Con todo, los plazos estimados prevén que se inicien las obras antes del final de la presente legislatura con lo que resultaría irrevocable la resolución del pleno”, añaden.
El pleno al que se refieren tuvo lugar en noviembre de 2019. El concejal popular Pascual Egea llevó una moción para ceder ese terreno a la asociación, que no a la Iglesia, para que hiciera un monumento “del pueblo, para el pueblo”. Su argumento fue que España en general, y Boadilla del Monte en particular, “difícilmente se entienden sin el hecho religioso”. “Nuestra historia, nuestras costumbres, nuestro concepto de familia, nuestros monumentos son muy difíciles de entender si nos separamos del cristianismo”, añadió. Detrás de su propuesta había 3.000 firmas de vecinos para llevarla a cabo.
Un portavoz de la asociación admite que “generará polémica”, pero que la intención es otra: “Queremos un monumento que una a la gente, también a los no creyentes”. Una vez aprobada solo queda que los creyentes pongan su granito de arena por la causa y como contraprestación por su generosidad “podrán hacerse un tesoro en el cielo”, señalan desde la asociación.
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