Ir al contenido
_
_
_
_

Los dos hijos predilectos de la era Almeida olvidados por el alcalde

Decenas de madrileños ilustres han sido homenajeados desde 2019, pero las familias de Arturo Soria y Clara Campoamor llevan años esperando el acto solemne al que obliga el reglamento

La periodista Ana Rosa Quintana recibe la Medalla de Honor de la Ciudad de Madrid de manos del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, durante una entrega de reconocimientos con ocasión de la festividad de San Isidro, el 15 de mayo de 2023.
Fernando Peinado

Desde que es alcalde, José Luis Martínez-Almeida se ha hecho la foto con muchos de los 93 homenajeados por su Ayuntamiento con medallas o títulos de hijos de la ciudad. La cantante Alaska, la periodista Ana Rosa Quintana, la diseñadora Agatha Ruiz de la Prada, el torero El Juli, el opositor venezolano Juan Guaidó o la comunidad judía de Madrid son algunos ejemplos. En esa larga lista, siete personas han sido reconocidas por el pleno con la máxima distinción, la de Hijo Predilecto o Adoptivo. De ellos, dos no han sido aún homenajeados solemnemente: el urbanista Arturo Soria y la sufragista Clara Campoamor. ¿Por qué? Según sospechan los descendientes de ambos, por su ideología de izquierda.

El caso da alas a los críticos en la izquierda que acusan a Almeida de “sectarismo” y “amiguismo”. Ponen de ejemplo la oposición del alcalde a que se reconociera como Hija Predilecta de Madrid a la escritora Almudena Grandes o el reciente homenaje al showman Mario Vaquerizo, cercano al Partido Popular. Almeida y su equipo suelen contestar a estas críticas con la misma moneda: los sectarios son los otros.

En lo que respecta a Arturo Soria y Clara Campoamor, sus familiares llevan años esperando la llamada de Alcaldía para celebrar el preceptivo acto solemne tras la aprobación del pleno (que en ambos casos fue unánime). Ese evento no es un capricho. Es una obligación contenida en el reglamento municipal que regula las distinciones honoríficas, tanto en su versión de 1961 (la que regula el título concedido en 2021 a Arturo Soria), como en la nueva de 2022 (por el que se rige la de Clara Campoamor, votado ese año).

La primera de estas dos normas dice: “Una vez aprobada la concesión del título de Hijo Predilecto o de Hijo Adoptivo, la Corporación acordará la fecha en que habrá de reunirse de nuevo para hacerle entrega, en sesión solemne, convocada a ese solo efecto, del diploma y de las insignias que acrediten la distinción otorgada”. Y la segunda: “La entrega de la insignia se efectuará en acto solemne”.

La omisión es tan clara que la delegada del área de Cultura, Marta Rivera de la Cruz, no ha tenido más remedio que admitirla este martes por la mañana en la comisión de su área a pregunta de un concejal del PSOE, Jorge Donaire, que ha tachado de “falta de respeto” este incumplimiento. Para desviar el tiro, Rivera de la Cruz ha añadido que ella no es competente para organizar ese evento y que los socialistas esgrimen este asunto para no hablar de los escándalos que cercan al partido y al presidente Pedro Sánchez: “La falta de respeto es suya. Lo traen para tapar otras vergüenzas”.

Una tataranieta de Arturo Soria, Cristina Keller, oía con decepción esas palabras de Rivera de la Cruz, en la sala de la comisión, sentada a pocos metros de la mesa ovalada donde los políticos de derecha e izquierda se sientan cada mes para discutir sobre los asuntos del área. Keller lleva cuatro años esperando al acto solemne a su tatarabuelo, un nombre muy conocido en Madrid porque una de las calles más largas de la ciudad lleva su nombre. Soria diseñó a finales del siglo XIX la expansión de Madrid por el este, a la que llamó Ciudad Lineal.

Cristina Keller, tataranieta de Arturo Soria, delante de un palacete de Ciudad Lineal, Villa Menchu, en 2021.

También estaba pendiente desde la distancia el sobrino nieto de Clara Campoamor, Eduardo Campoamor, de 75 años, quien se encontraba en Girona. Es heredero de una de las principales impulsoras del sufragio femenino, que se incluyó en la Constitución republicana de 1931 y que fue ejercido por primera vez en las elecciones de 1933.

Desde que sus familiares fueron nombrados hijos predilectos, se han celebrado varios actos de homenaje promovidos por otras instituciones o asociaciones, pero según dicen, a ellos nunca han asistido representantes del Ayuntamiento. La nieta de Soria pone el ejemplo del descorrimiento de una placa en la casa donde vivió o una exposición en el Museo de Historia de Madrid. El sobrino nieto de Campoamor se acuerda de un evento en el Ateneo de Madrid, donde “no hubo ninguna autoridad del Ayuntamiento o de la Comunidad”.

El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, con el presidente del Ateneo, Luis Arroyo (2d), y la delegada del Gobierno de Madrid, Mercedes González (i), aplauden la presentación de un retrato de Clara Campoamor en el Ateneo, el 30 de abril de 2022.

Ambos creen que la orientación política de sus ancestros explica este aparente desplante: Arturo Soria, fallecido en 1920, se declaraba republicano y su proyecto urbano era una “utopía progresista”, y Clara Campoamor, también republicana y exiliada durante el franquismo, se acercó al bloque de izquierdas durante la II República (aunque durante tres meses ostentó un cargo en el Gobierno de derechas de Alejandro Lerroux). “No tengo ninguna duda de que al alcalde no le interesa el homenaje”, dice su sobrino nieto.

De las 93 distinciones honoríficas en la era Almeida, siete son hijos predilectos o adoptivos. Los otros cinco (los escritores Almudena Grandes, Pío Baroja y Luis Mateo Díez, el pintor Joaquín Sorolla y el tenista Manolo Santana) sí han sido homenajeados con actos antes o después de su nombramiento por el pleno.

En el caso de Almudena Grandes, de ideología izquierdista, se celebró un evento en el Teatro Español al que no acudió Almeida, quien se opuso al reconocimiento, pero sí el presidente del pleno, del PP, Borja Fanjul. No ha habido noticias recientes sobre la calle y la placa reclamadas por la oposición y que habían sido aprobadas en el pleno de 2021 que la nombró Hija Predilecta.

Aparte de estas distinciones, Almeida ha reconocido a otras personas de otras formas, como la polémica placa a Vaquerizo. La oposición de izquierdas le reprocha que esa placa se colocó a los 12 días de su aprobación y que otra dedicada a la actriz Marisa Paredes sigue esperando desde que fue votada mayoritariamente hace cinco meses.

“Politización” de la cultura

La tataranieta de Soria cuenta al teléfono que, al término de la comisión de este martes, buscó a Rivera de la Cruz, quien la escuchó cordialmente, “con un tono distinto” al que había empleado antes para dirigirse al concejal del PSOE. “Me ha dicho que lamenta que se haya dilatado el acto, pero que no es competencia suya”, relata Keller. “Y ha añadido que verá de qué manera se le puede trasladar a Alcaldía”.

Un portavoz del área de Cultura responde a este periódico que su departamento es únicamente responsable de la tramitación de los expedientes y que, una vez finalizado ese paso, “ya se está trabajando para que estos actos de homenaje puedan llevarse a cabo lo antes posible”.

Sería una buena noticia para las familias de los homenajeados. Keller lamenta que se haya llegado hasta este punto por lo que ella percibe como “politización” de la cultura. “Dirán que no se mueven por resentimiento político, pero es lo que parece”, señala y advierte: “La cultura es muy rica y si no se respeta a todos, perdemos todos”.

¿Tiene algo que contar? Escriba al autor a fpeinado@elpais.es

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Fernando Peinado
Es reportero de la sección de Madrid desde 2018. Antes pasó ocho años en Estados Unidos donde trabajó para Univision, BBC, AP y The Miami Herald. Es autor de Trumpistas (Editorial Fuera de Ruta).
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_