Ayuso rectifica las becas a las que optan familias que ganan más de 100.000 euros y primará a candidatos con buenas notas y renta baja
Tres años después de que estallara la polémica, las ayudas para Bachillerato en centros privados incluirán un baremo con una quincena de escalones de ingresos


El Gobierno de la Comunidad de Madrid, que preside Isabel Díaz Ayuso, ha rectificado el programa de becas para estudiar Bachillerato en centros privados al que optan incluso familias que ganan más de 100.000 euros. Así, tres años después de situar el nivel de renta per cápita para acceder a estas ayudas en 35.913 euros, lo que abrió la puerta a familias con ingresos de más de 100.000, el ejecutivo ha decidido introducir para el curso 2025-2026 un baremo de quince escalones que da más puntos para obtener el cheque de bachillerato a quien menos dinero tiene. Así consta en una orden publicada este lunes en el boletín oficial de la región, que supone una modificación de primer orden para una de las políticas estrella de la Administración madrileña. Y no es la primera: Educación ya tuvo que dar marcha atrás y tener en cuenta las notas. La Administración explica que siempre ha priorizado que obtengan la beca los solicitantes con menos ingresos, y que si ahora introduce este baremo es para desempatar si hay igualdad en el de las calificaciones, también nuevo.
Todo empezó en 2022. El Ejecutivo regional, que gobernaba en minoría y estaba siendo influido por su único socio posible, Vox, decidió flexibilizar el criterio de renta para acceder a las becas de Educación Infantil, Bachillerato y Formación Profesional de grado medio y superior.
Con el nuevo criterio unificado para todos esos estudios en los 35.913 euros de renta per cápita (un dato que resulta de dividir los ingresos de una familia entre el número de sus componentes), los límites máximos de renta en el curso 2022-2023 con respecto al curso 2021-2022 aumentaron un 259% en Bachillerato (el límite de la renta per cápita pasó de 10.000 euros a 35.913), un 80% en Formación Profesional de grado superior (de 20.000 euros a 35.913) y un 44% en Educación Infantil (de 25.000 euros a 35.913). Es decir, se facilitó radicalmente el acceso a las ayudas a familias sin problemas económicos.
Como resultado, desde entonces pueden optar a recibir la ayuda aquellas parejas con un hijo que ingresen hasta 107.739 euros, cuando antes el límite era de 30.000 euros para los que optaban a una ayuda para Bachillerato, de 60.000 para los de Formación Profesional, o de 75.000 para los de Educación Infantil.
Del mismo modo, las parejas con dos niños que tengan unos ingresos globales de 143.652 euros también pueden pedir estas becas; o las que tengan tres hijos y unos ingresos en el hogar de 179.565 euros.
Así lo explicó entonces Ayuso: “Son rentas medias que en Madrid lo están pasando también muy mal, porque ahora mismo la inflación, los costes de la energía, y la inacción del Gobierno están provocando que las clases medias, a pesar de trabajar, no tengan a veces opciones para seguir matriculando a sus hijos donde ellos desean”.
Ahora el cambio es total en las ayudas de Bachillerato, que obtienen unos 15.000 estudiantes y están dotadas con 43,5 millones de euros. Una modificación que recoge en parte críticas de la oposición y que ha sido impulsada, entre otras cosas, porque en la última convocatoria quedaran fuera, “por agotamiento de los fondos”, todos los solicitantes con una renta familiar superior a 20.007,93 euros.
Hasta ahora, la renta servía para decidir quién podía optar a la beca (solicitantes con renta per cápita de hasta 35.913 euros). También, cuando los fondos no alcanzaban para todos los que cumplían ese criterio, se usaba para excluir en bloque a los que más tenían. Finalmente, se empleaba para elegir de cuánto era la ayuda: los estudiantes con familias que tenían una renta per cápita de hasta 10.000 euros ingresaban 3.750 euros, mientras que los que tenían una renta per cápita superior ingresaban 2.000.
En contraste, a partir del próximo curso 2025-2026 habrá una quincena de escalones de renta, que distribuirán un máximo de 8 puntos para acceder a la beca (solicitantes con una renta per cápita de hasta 3.000 euros) y un mínimo de 0,5 (para aquellos estudiantes con una renta per cápita familiar de entre 35.000 y 35.913 euros).
Del mismo modo, hasta ahora sacar buenas notas no hacía al alumno merecedor de una ayuda mejor que la de un mal estudiante, ni le daba prioridad frente a él. Sin embargo, desde el próximo curso se dará un máximo de dos puntos a los mejores expedientes (con una nota académica entre 8,5 y 10), y un mínimo de 0,5 (expedientes de 5 a 5,99), dentro de un sistema con cuatro escalones.
El gobierno, consultado por este diario, vincula las dos medidas, y explica la de los nuevos criterios de baremación en función de la renta como una forma de desempatar en caso de que no haya fondos suficientes para todos los solicitantes que cumplen los requisitos. Así, se priorizará al alumno cuya familia tenga la renta per cápita más baja; si persiste el empate, al alumno que hubiera obtenido mayor nota académica; y si no se ha roto la igualdad, al alumno cuyo primer apellido comience por la letra del alfabeto que se determine por sorteo.
Situación social difícil
No es el primer cambio que introduce el Gobierno regional en este conjunto de becas, que se otorgan para estudios no obligatorios en centros privados puros, de cara al curso que viene. El ejecutivo también ha eliminado para el curso 2025-2026 la posibilidad de favorecer en la obtención de becas para pagar centros privados de Educación Infantil a los bebés de familias en una situación social difícil.
Así, en la nueva norma desaparece el criterio de la situación social, que valoraba con dos puntos extra situaciones justificadas por los Servicios Sociales “y que supongan dificultades específicas para atender adecuadamente al niño y que hagan especialmente necesaria su escolarización”.
“Nunca se ha utilizado como criterio para otorgar puntos”, dijo un portavoz gubernamental cuando este diario avanzó la noticia, pese a que la opción aparece todavía en la web de las ayudas (referente al curso actual) y se ha venido recogiendo en los últimos años en los formularios de solicitud de las becas, según comprobó este diario.
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