El Portugués, hallado culpable de asesinato de cuatro asistentes a una boda en Torrejón en 2022
El veredicto, alcanzado por unanimidad, también reconoce otros nueve en grado de tentativa y abre la puerta a la prisión permanente revisable

En apenas 24 horas, el jurado popular encargado de dictaminar qué sucedió la madrugada del 6 de noviembre en una boda a las afueras de Torrejón de Ardoz (Madrid) ha tomado una decisión. Los nueve hombres y mujeres han determinado que Micael da Silva, apodado El Portugués, atropelló indiscriminadamente a los invitados al enlace tras una discusión siendo consciente de que podía provocar la muerte o le daba igual la consecuencia de su acción. El veredicto, alcanzado por unanimidad, concluye que es culpable de cuatro asesinatos y otros nueve en grado de tentativa. La fiscal y los abogados de la acusación; Jaime Sanz de Bremond, Juan Manuel Medina, Juan Carlos Peribáñez, Alexis Socias y Laura del Rosal, han pedido al juez que imponga al acusado la pena de prisión permanente revisable.
Este es casi el colofón a tres semanas de juicio en las que más de un centenar de testigos han desfilado por la Audiencia Provincial de Madrid, entre familiares, policías, forenses, agentes de tráfico, guardias civiles, peritos y psiquiatras. Ahora solo queda la sentencia que deberá redactar el magistrado en los próximos días.
Los hechos se remontan a noviembre de 2022, cuando el acusado se presentó en la boda de Rubén y Sonia con sus hijos y sus sobrinos. Algunos familiares de los contrayentes aseguran que no estaban invitados y que además mostraron una actitud poco respetuosa en la celebración. Algunos de ellos aseguraron que habían hecho fotos inapropiadas de las asistentes, otros, que robaron una botella de alcohol y otros, que le pegaron un cabezazo a otro invitado. Por un motivo u otro, el acusado y sus familiares salieron a la calle junto con el padre del novio y otros invitados y comenzó una pelea en la calle.
Después de unos minutos de discusión, el Portugués se dirigió a su coche junto con sus hijos y sobrinos y arrancó a gran velocidad, llevándose por delante a una docena de asistentes. Tres de ellos perdieron la vida al instante, y otro más falleció poco después en el hospital. Apenas un par de horas después, el vehículo fue interceptado en Seseña (Toledo) y cuatro de sus ocupantes, detenidos. La investigación policial y judicial determinó que el único responsable del arrollamiento masivo fue Micael da Silva.
El veredicto también da por probado que el dinero hallado dentro del coche era el que llevaba Consuelo, la abuela del novio fallecida, en el pecho, que había recaudado en la boda para los novios y que se cayó dentro cuando su cuerpo atravesó la luna delantera.
El informe de Tráfico de la Policía Municipal dictaminó que el vehículo de El Portugués llegó a superar los 60 kilómetros por hora. Una velocidad que las acusaciones atribuyeron a la voluntad de hacer daño o, al menos, a la irresponsabilidad ante las consecuencias, mientras que la defensa lo relacionó con el miedo insuperable que el acusado alegó en ese momento.
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