Un perito ve trato de favor en las oposiciones en las que el jefe de la Policía de Madrid quedó número uno
Queda visto para sentencia el posible amaño de la prueba que ganó el director de los policías madrileños, en apuros desde el atropello de su coche a una niña


El juicio que cuestiona si hubo fraude en las pruebas con las que el director general de la Policía Municipal de Madrid, Pablo Enrique Rodríguez, consiguió el rango de subinspector ha quedado visto para sentencia este martes en el juzgado de lo contencioso número 6 de Madrid. Durante la sesión, ha intervenido un perito de parte que considera que el tribunal que calificó el examen en 2014 no tenía formación suficiente para realizar la evaluación. El fallo se espera para dentro de dos semanas, según fuentes del caso.
La magistrada no ha permitido que declaren los testigos que solicitaba la parte recurrente, cuyas declaraciones supuestamente apuntalarían las irregularidades durante el proceso de selección porque fueron miembros del tribunal y, por tanto, autores del acto administrativo. La investigación parte de un recurso presentado por un aspirante descalificado en esa prueba. El recurrente alega que tanto el presidente del tribunal calificador como otra integrante eran amigos de Rodríguez y dependían de él en sus trabajos.
El juicio sobre estos hechos de hace más de 11 años se ha producido en un momento de debilidad para el director Rodríguez, cuya dimisión ha sido solicitada por la oposición de izquierdas por un posible abuso de poder en la respuesta a un atropello a una niña, el 28 de abril. Rodríguez, que se dio de baja días después de ese incidente, no ha atendido a los intentos de este periódico para conocer su versión.
El perito que ha intervenido en el juicio es un coronel de la Guardia Civil doctorado en Derecho y trabaja como profesor asociado en una universidad privada madrileña. Ante las preguntas del letrado de la parte recurrente, ha declarado que las personas que corrigieron los exámenes “no tenían formación” suficiente para hacerlo y que la prueba es que cometieron “grandes errores” en la corrección.
Uno de ellos está relacionado con una pregunta sobre cómo registrar las denuncias por violencia de género en el sistema informático Viogén. Los correctores creyeron que la respuesta correcta era la de crear para la víctima un perfil de usuario, y el especialista ha señalado que se procede desde el perfil de la propia policía. La otra pregunta era sobre si un subinspector tiene competencia para sancionar. El tribunal creyó que sí y corrigió en función a eso, pese a que la respuesta correcta sería que solo puede tramitar la sanción.
El especialista dice que, más allá de los errores del tribunal calificador, la corrección fue “arbitraria”. Ha llegado a esa conclusión después de acceder tanto al examen del policía que ha presentado el recurso, porque cree que no merecía suspender, como a los de otros dos aspirantes al cargo que sí promocionaron. El coronel ha explicado que los correctores tuvieron margen para interpretar las respuestas de los exámenes porque no hubo rúbricas, el examen no tenía sello una vez corregido, no constaba la fecha de corrección, ni tampoco estaba firmado por el presidente del tribunal calificador.
A la prueba se presentaron tanto profesionales que querían promocionar dentro del cuerpo como personas que se accedieron por libre oposición. Según ha afirmado el perito, se pusieron calificaciones diferentes incluso cuando los postulantes daban “respuestas muy similares” y se benefició a aquellos que ya eran policías en el momento de hacer la evaluación, como era el caso del actual director general de la Policía Local.
En el caso del jefe policial, Pablo Enrique Rodríguez, se suma además la acusación de tener amigos entre los evaluadores. El letrado de la parte recurrente denuncia que tanto el presidente del tribunal, como una de sus integrantes, tenían una relación personal con Rodríguez y dependían de él en sus trabajos.
Respecto al presidente, se trató del fallecido Álvarez Conde, catedrático de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), que saltó a la prensa por otorgar los polémicos títulos de máster a la expresidenta madrileña Cristina Cifuentes y el exlíder popular Pablo Casado, y que fue también el director de la tesis doctoral del actual jefe policial del Ayuntamiento en el momento en el que hizo las pruebas, según el abogado del policía recurrente. Además, Rodríguez había dirigido la academia de formación de la Policía Municipal en la que Álvarez Conde había impartido cursos.

En el momento en el que Rodríguez se postuló para promocionar como subinspector ocupaba el cargo de director de seguridad y emergencias. La siguiente responsable en la cadena jerárquica era Virginia Torres, la subdirectora, que también formó parte del tribunal calificador.
Álvarez Conde puso a Rodríguez un 8,86 en la prueba decisiva de la oposición, la más alta entre los postulantes a las 12 plazas de subinspector (que desde 2022 se llama comisario primero). En total fueron nueve los aspirantes que consiguieron su objetivo en ese momento, todos de promoción interna.
La figura del jefe policial está rodeada de polémica por diferentes frentes que se han ido descubriendo a raíz de que su coche atropellase a una niña de 10 años, Aitana S., el día del apagón y le fracturase el fémur, el tobillo y un hueso del pie. El suceso se produjo tres semanas y media después de que Rodríguez declarase por otro juicio que lo persigue desde hace tres años. Esa causa, que se desarrolla por vía penal, también está relacionado con un posible caso de enchufismo durante las oposiciones para acceder a altos cargos dentro del cuerpo. El juez investiga si ayudó a su pareja, Ana Padilla, a ascender a comisaria.
Tanto el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, como la vicealcaldesa y delegada de Seguridad y Emergencias, Inma Sanz, han dado la cara por el director general de la Policía de Madrid en varias intervenciones desde que EL PAÍS adelantó la noticia del atropello.
Tras ser preguntado por ese asunto en el último pleno municipal, Almeida lo elogió por tener “un currículum intachable y una formación académica extraordinaria”. Sanz, que es su responsable directa, defendió que Rodríguez es “una persona más que preparada para el cargo en el que está”. “En todas las oposiciones, en todas las distintas tramitaciones que ha ido teniendo su trayectoria, quedó número uno de su profesión”, dijo la vicealcaldesa en uno rueda de prensa a principios de mayo.
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