Nuevo cantón en Madrid: los vecinos de La Paz denuncian las obras a ocho metros de sus casas

Los vecinos del barrio de La Paz se han encontrado con una sorpresa desagradable. Un aparcamiento para residentes de la calle de Sangenjo, a solo ocho metros de un edificio residencial, está vallado porque el Ayuntamiento de Madrid va a hacer obras allí. En otros casos, suele poner un cartel en el que anuncia qué va a construir, pero esta vez no. Los residentes de la zona saben que van a levantar allí un cantón de limpieza, pero no porque les hayan avisado. Se enteraron a través de una noticia de EL PAÍS hace ya dos años, y fue cuando empezaron a pedir explicaciones al Gobierno municipal. Se han reunido en dos ocasiones con el concejal delegado del distrito, José Antonio Martínez-Páramo (PP), para ofrecerle ubicaciones alternativas, pero todas fueron rechazadas. Desde el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad quitan hierro al asunto y dicen que lo que se va a construir allí son unas oficinas para que los trabajadores de limpieza se cambien de ropa y un aparcamiento para vehículos de limpieza, pero prometen que no serán camiones. Será uno más pequeño que el que harán en el barrio de Montecarmelo. Además, aseguran que no hay ninguna posibilidad de que los usos se amplíen de cara al futuro.

Los vecinos desconfían de esa explicación. “No lo llaman cantón, porque es un lavado de cara”, cuestiona Juan Manuel Segura, portavoz de la Plataforma contra el cantón de Sangenjo. Temen que de aquí a unos años, cuando el contrato con la empresa adjudicataria finalice, puedan transformar la instalación en un cantón con camiones de basura entrando y saliendo. Se basan en el folio número nueve de los pliegos del expediente de contratación, donde tras enumerar los terrenos cedidos para la instalación de parques auxiliares de limpieza, uno de ellos en el barrio de La Paz, se lee que “en dichas parcelas está permitida la instalación de un cantón de limpieza”.

Por su parte, una portavoz del área de Medio Ambiente defiende que “un cantón es cualquier instalación de limpieza y cada una de ellas tiene unas particularidades concretas”. Promete que los únicos vehículos que habrá allí serán furgonetas, coches de inspección y carritos.

Desde la plataforma vecinal propusieron tres parcelas alternativas para reubicar el cantón, pero les fueron denegadas porque el uso del suelo no permitía la construcción de una instalación de ese tipo. En este momento, están planteándose emprender acciones legales. De momento, han convocado este miércoles por la tarde una cacerolada.

Entre las consecuencias que enumeran los vecinos está la del “ruido a todas horas” provocado por la maquinaria de limpieza, pese a que el Ayuntamiento les ha comunicado que el cantón no tendrá actividad nocturna, no generará tráfico, ni tampoco albergará vehículos pesados. También se quejan de que habrá “olores de las basuras que se van a acumular en el cantón”, aunque desde Cibeles dicen que allí no se van a tratar residuos.

Otra preocupación es la pérdida de aparcamientos públicos en la parcela en la que en este momento hay más de 60 plazas de estacionamiento regulado. En su lugar habrá nueve plazas para vehículos de limpieza, tres de ellas con puntos de carga eléctrica, y una zona para que se cambien de ropa.