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Artistas por un día: un musical protagonizado por niños que llega a grandes escenarios

El proyecto Ubuntu, desde 2019, ayuda a varios colegios de España a fomentar la socialización y la autoestima de los más pequeños mientras cantan y hacen comunidad

Enrique Iglesias, director de orquesta, da indicaciones a los niños participantes del musical 'Ubuntu y Acción!'.
Daniela Gutiérrez

Minutos antes de que salieran a escena, Julia, Caterina, Sofía y Nisa hablaban de cuán difícil habían sido los ensayos para el espectáculo en el que estaban a punto de estrenarse como coristas. “Algunas canciones me costaron, pero en general me las aprendí muy rápido”, dice Julia muy segura. “A mí siempre me había gustado la música”, interviene Caterina, que es la única del grupo de amigas que había tenido contacto con el canto previamente. Después de esta experiencia formando parte del coro del musical Ubuntu y Acción!, en cartelera del 8 al 16 de mayo en un escenario “grande” como el Teatro Circo Price de Madrid, las cuatro se declaran artistas con todas las letras de la palabra. Con este impulso se han decidido a ampliar su repertorio musical y ahora estas alumnas de Primaria, de entre nueve y 10 años, también son capaces de cantar las letras de un puñado de comerciales de la televisión.

Ubuntu es una palabra del idioma suajili que no tiene una interpretación literal, pero que en esencia se refiere a una filosofía de unión de la comunidad. Fue el nombre que Juan Manuel Alonso, compositor y director de la Orquesta Carlos III, eligió en 2019 para llamar a un proyecto musical infantil que llevaría a los más pequeños, sin ser profesionales, a algunos de los escenarios más importantes de España. En los espectáculos ―uno diferente por cada curso escolar― alumnos de entre cuarto de Primaria y segundo de la ESO acompañarían en el coro a los actores profesionales y a la orquesta que dirige Juan Manuel. Desde el principio el proyecto ha sido un éxito, y este año son casi 9.000 estudiantes en total los que participarán en alguno de los espectáculos programados para la Comunidad de Madrid, Asturias, Castilla-La Mancha o Andalucía.

A cada función van distintos alumnos, por lo que cada cual solo tiene una oportunidad para brillar. Más allá de sus compañeros de clase, la mayoría de niños de los cinco colegios que participaron este jueves en el estreno del musical Ubuntu Y Acción! ni siquiera se conocían antes de las cinco de la tarde, cuando llegaron al escenario del Price para ensayar por primera vez lo que llevaban nueve meses practicando por separado. “Yo me imaginaba un sitio más pequeño. Cabe mucha gente”, dice Elsa, una estudiante de quinto de Primaria, con los ojos muy abiertos por la impresión.

Juan Manuel cuenta que todo comenzó por visitas a colegios a los que proponía una idea diferente para las clases de música. Primero enseñaba a los profesores interesados una misma metodología educativa, le entregaba material gráfico con los pasos a seguir durante todo el curso y las canciones por aprender. “La asignatura de música está muy olvidada y tiene muy poco peso en el horario. Con proyectos tan inclusivos como este podemos tratar todo lo que requiere en las clases”, asegura María Sebastián, profesora de música del colegio Antonio Machado, de Majadahonda.

Vista general del Teatro Circo Price, de Madrid, durante la actuación del musical 'Ubuntu y Acción!'

Uno de los puntos fuertes de Ubuntu como proyecto es fomentar la socialización, la autoestima o la concentración en los más jóvenes. Por eso, cada año desde su creación, el musical que se estrena a fin de curso trata de un tema diferente, que suele estar relacionado con los intereses de los más pequeños y siempre con un lenguaje que los divierta a la vez que los eduque. El de este año va de unas hermanas que deben salvar al mundo de una catástrofe medioambiental inminente y que por el camino van dando pistas de que la fantasía se acerca bastante a la realidad. Las canciones no caen en infantilismos, y por eso Julia, una de las niñas del grupo de amigas, dice que su preferida es Preadolescentes, en cuyos versos se dicen frases como “Si pudieran comprenderme otro gallo cantaría” o “Eres tú mayor quien se debe preguntar/ Es así porque alguien le ha enseñado mal”.

Sobre las seis y media de la tarde, una hora antes de que comience la función, el ambiente que se respira es el de un musical de final de curso. Cuando empieza el espectáculo, las familias sacan los móviles para hacer vídeos desde lo lejos, y alguno que otro llora de emoción al encontrar a su hijo en medio del coro. Pedro Bartolomé, profesor de música del colegio Virgen de Peña Sacra, de Manzanares el Real, sabe que esta es una experiencia para los hijos, pero también para los padres, muchos de los cuales no han venido nunca a un teatro. “Mucha gente se espera que es un típico espectáculo de niños y nada que ver. Como experiencia es brutal para todos y por eso los padres de mi colegio han alquilado un autobús para bajar todos juntos de la sierra. Entre ellos también hay mucha solidaridad”, asegura.

Algunos de los niños protagonistas del musical 'Ubuntu y Acción!', el jueves pasado, en el Teatro Circo Price de Madrid.

Sin embargo, no todo es felicidad, porque este año el proyecto se despedirá del Price. “Para el año que viene tendremos que encontrar un nuevo espacio para presentar el siguiente musical, pero si hay algo de lo que Ubuntu sabe es de resiliencia”, cuenta Juan Manuel. “Debería ser un proyecto muy goloso para patrocinadores pero todo es autofinanciado”, añade.

Ubuntu se ha convertido en una especie de logia a las que todos los niños de los colegios participantes esperan entrar. “Hace tres años vine al teatro a ver a mi hermana cantar. Me dijo que iba a ser una sensación que no iba a olvidar nunca en la vida”, dice Sofía, otra de las participantes de Primaria. Según María, la profesora de música, los estudiantes de su colegio ya saben que al llegar a cuarto curso todos tendrán la oportunidad de entrar al coro y eso significa Ubuntu. “El año pasado un niño de mi colegio estaba en unas olimpiadas de deporte y oyó a otro hablar de Ubuntu. Ninguno de los dos se conocía, pero al haber estado ambos en el proyecto comenzaron a hablar. Al otro día vino diciéndome ‘¡María, que me he encontrado con un amigo de Ubuntu!“.

Un instante del musical 'Ubuntu y Acción!', en el Teatro Circo Price de Madrid.

Al acabar la función los padres salen corriendo a buscar a sus hijos por la puerta de detrás, como si fueran verdaderos famosos que escapan por donde los curiosos no los ven. Aunque durante 70 minutos han probado como es ser un artista, al salir a la explanada vuelve el espíritu de cole. Esther, una madre cuyo hijo Álvaro, de quinto de Primaria, acaba de felicitar por su actuación reconoce que al principio, como no sabía cómo era el proyecto, tenía la duda de si dejarlo participar o no. “Según iba pasando el tiempo yo veía que a él ni siquiera le importaba ensayar en los recesos y que sería un castigo no venir al musical”, señala.

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