Ir al contenido
_
_
_
_

Los Franco abren al público la Casa Cornide de A Coruña tras su última derrota judicial

El caserón público que se quedó el dictador en 1962 con una artimaña conserva elementos de apariencia medieval pero está vacío de muebles y piezas que no se han podido catalogar

Concentración ante la Casa Cornide este lunes en A Coruña
Sonia Vizoso

Fue, como hoy, un primer lunes de agosto de hace 63 años cuando los Franco culminaron la artimaña para quedarse con la Casa Cornide de A Coruña. Carmen Polo, esposa del dictador, aprovechó su tradicional veraneo en Meirás para hacerse con este valioso edificio ante notario el 6 de agosto de 1962. El caserón del siglo XVIII era propiedad del Ayuntamiento, pero gracias a una maniobra de los acólitos de Francisco Franco fue privatizado y se puso en manos de la familia que mandaba en España. Más de seis décadas después, sus herederos han abierto por primera vez las puertas de la mansión al público este lunes, obligados por ley tras su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) y después de fracasar en su intento de evitarlo a base de tretas.

Los Franco intentaron burlar la norma que les obliga a permitir visitas al menos cuatro días al mes alegando ante la Xunta que la Casa Cornide era “vivienda habitual”. Los técnicos autonómicos rechazaron la excusa por inverosímil apelando a su mal estado de conservación. Con una multa de 3.000 euros mediante, los herederos del dictador han acabado claudicando. Lo han hecho después de que el pasado junio les cayese una sentencia del Tribunal Supremo que establece que deben devolver las dos estatuas del Pórtico de la Gloria que tienen en su poder. Esta mansión ubicada en la Ciudad Vieja de A Coruña se ha convertido en el siguiente objetivo de los colectivos vecinales y culturales que desde hace años presionan a las administraciones para revertir el expolio de la familia Franco en Galicia.

Figura de Santiago Peregrino de la Casa Cornide de A Coruña, en una imagen cedida.

En la web en la que se tiene que pedir cita para entrar en la propiedad ya no hay hueco hasta enero. Los Franco solo han habilitado los lunes por la mañana, entre las nueve y la una del mediodía, y con un tope de cinco personas por hora. Los primeros visitantes de hoy han sido la alcaldesa de A Coruña, la socialista Inés Rey; el portavoz municipal del BNG, Francisco Jorquera; el representante de la Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica da Coruña, Rubem Centeno, y el del Instituto José Cornide de Estudios Coruñeses, Alfredo Vigo. La comitiva ha comprobado que la excusa de los Franco ante la Xunta de que no se podía abrir porque alguien residía en el edificio no se sostiene. Los muebles han desaparecido y la carcoma y las humedades campan entre sus muros.

Capitel pegado a una de las paredes de la Casa Cornide de A Coruña, en una imagen cedida.

Un bajorrelieve y dos capiteles de apariencia medieval o parte de la balaustrada del antiguo Hospital de Caridad de A Coruña (con un ascensor encajado pese a su valor patrimonial) son algunas de las piezas que permanecen dentro, relatan diversos visitantes. Posiblemente “son elementos expoliados de otros lugares que no han podido retirar”, advierte Centeno. Llama la atención una estatua del apóstol Santiago vestido de peregrino. Son elementos que la familia no ha podido llevarse. El portavoz de la Comisión pola Recuperación da Memoria Histórica da Coruña denuncia “cierta complicidad” de la Xunta con los Franco, ya que la demora en los trámites les ha permitido vaciar el edificio de muebles y otras piezas “que no se han podido catalogar y que pueden proceder de más expolios”.

Una treintena de personas se han concentrado a las puertas de la Casa Cornide para reclamar que el Ayuntamiento interponga ya la demanda judicial que anunció el gobierno municipal para recuperar el edificio. Manuel Monge, presidente de la asociación Defensa do Común que convocó el acto, considera una “victoria” la apertura al público, pero recuerda que los Franco lo hacen “con cuatro años de retraso”, ya que fue en 2021 cuando la Xunta incoó el expediente para declarar BIC el edificio.

Bajorrelieve de la Casa Cornide de A Coruña, en una imagen cedida.

“Fue un robo muy organizado, una operación de Estado donde estaban implicadas las principales figuras de entonces en A Coruña”, incide Monge sobre el proceso de privatización y compra de la Casa Cornide en 1962. Cita a los exalcaldes Alfonso Molina y Sergio Peñamaría de Llano y al empresario Pedro Barrié de la Maza, este último fundador del Banco Pastor [absorbido por el Santander] y de Unión Fenosa [adquirida por Naturgy]. La asociación Defensa do Común demanda que el Ayuntamiento retire “todas las distinciones” a estos colaboradores de la dictadura que “conservan en la ciudad calles, retratos en edificios públicos o placas”.

El Ayuntamiento de A Coruña evita dar detalles sobre por qué no ha presentado ya la demanda que anunció en tiempos de pandemia. Fuentes del gobierno de Rey se limitan a señalar a este periódico que “siguen con los trámites” para revisar de oficio los acuerdos plenarios que en 1962 permitieron el traspaso del caserón. El edificio público iba a acoger un conservatorio de música, pero de manera repentina el ejecutivo local decidió sacarlo a subasta con la condición de que no se podía vender. En la puja se hizo con él el banquero amigo del dictador Pedro Barrié de la Maza; el Ayuntamiento eliminó después el veto a la venta; y Barrié de la Maza le traspasó la Casa Cornide a Carmen Polo.

El episodio ya ha entrado a formar parte de las visitas turísticas a este rincón de la Ciudad Vieja de A Coruña. Este lunes una guía explicaba en inglés que la casa “fue comprada” por los Franco por solo 25.000 pesetas. “Fue entregada”, corrigió enseguida una de las turistas que la escuchaban.

Concentración por la devolución de la Casa Cornide que poseen los Franco, este lunes en A Coruña.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Sonia Vizoso
Redactora de EL PAÍS en Galicia. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago. Lleva 25 años ejerciendo el oficio en la prensa escrita y ha formado parte de las redacciones de los periódicos Faro de Vigo, La Voz de Galicia y La Opinión de A Coruña, entre otros. En 2006 se incorporó a El País Galicia.
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_