El ingenio de elevar tres metros y recolocar un puente de 100 toneladas hundido en el barranco del Poyo por la dana

Julián Alcalá, ingeniero y profesor en la escuela de Ingeniería de Caminos de la Politécnica de Valencia, se enteró de que la empresa CHM estaba utilizando dos potentísimos gatos hidráulicos en unas obras ferroviarias en los túneles alicantinos del Mascarat. Con ellos era mucho más factible aplicar sus cálculos para salvar los 2,80 metros de altura en que se había caído el tablero de 100 toneladas de su estribo y moverlo horizontalmente 80 centímetros. La finalidad era reconstruir un puente hundido sobre el barranco del Poyo a causa de la dana del 29 de octubre, que se llevó la vida de 228 personas y causó estragos económicos por valor de más de 17.000 millones de euros.

“Comprobamos que el tablero estaba en buenas condiciones; solo tenía una pequeña fisura que hemos monitorizado y está controlada. Teníamos que subirlo poco a poco y moverlo con la ayuda de unos gatos muy potentes”, explicaba este martes a este periódico el ingeniero, justo en frente al barranco el Poyo, donde dos puentes fueron arrasados o muy dañados por el tsunami de agua, barro y cañas: uno fue completamente derribado y cayó sobre el cauce y el otro se mantuvo maltrecho sobre el estribo y ahora se ha podido recuperar.

Ambos viaductos forman parte de la autovía CV-36 que une los industriosos y poblados municipios de Torrent, Aldaia y Alaquàs con el by-pass. Es una arteria clave en la movilidad de la comarca de l’Horta Sud, la más afectada por las riadas. Por la vía, que se abrió al tráfico completamente la pasada madrugada con dos carriles por sentido, pasan unos 30.000 coches al día y 2.100 camiones.

Ha sido la directora general de Infraestructuras de la Generalitat, María José Martínez, la que ha subrayado “el desafío” para la ingeniería que ha supuesto recuperar el tablero no dañado, subirlo y colocarlo en su sitio, gracias a “los cálculos” de Alcalá y la ayuda de los gatos. De este modo, se han podido acortar los plazos a poco más de siete meses en una obra de emergencia que en circunstancias normales se hubiera realizado en un año y medio, según la directora general y también ingeniera. Uno de los puentes ha tenido que ser construido de nuevo completamente

La apertura del tramo de unos siete kilómetros ha contado con la participación de Carlos Mazón, presidente de la Generalitat, que ha realizado una de sus rápidas vistas, convocadas la noche anterior, al término municipal de un pueblo de la dana, pero fuera del casco urbano, alejado, por tanto, de los vecinos. El president, del PP, ha destacado la reapertura “en tiempo récord para recuperar la normalidad en una de las vías más estratégicas y necesarias afectadas por las riadas”. Era la primera visita oficial a Aldaia, aunque fuera a un enjambre de carreteras, barrancos y polígonos.

Mazón ha ponderado la rapidez y la inversión de 15,7 millones de euros para restablecer en siete meses esta infraestructura viaria, que contó con un desvío temporal sobre el barranco, ahora en desmontaje, antes de pasar a repasar el argumentario diario con más prisa que otras veces: un sucinto inventario de sus logros en la reconstrucción, “en tiempo récord”, y una carga rápida contra el gobierno, presidido por el socialista Pedro Sánchez, por su “falta de apoyo” y por no facilitar “ayudas a fondo perdido”.

Mazón tenía un poco de prisa, porque a las pocas horas comía con el líder nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, en Alicante. Por eso no se ha detenido aunque fuera unos segundos, como en otras ocasiones, para responder a los informadores sobre, por ejemplo, cuándo se va reunir con al menos de una de las asociaciones de víctimas que le ha convocado en un pueblo afectado por la dana dana o cuándo va explicar y detallar su paradero oculto en la fatídica e histórica tarde de las inundaciones, tras almorzar con una periodista y aparecer en el centro de emergencias a las 20.28, como le han reclamado desde otra entidad de víctimas.

La reapertura completa de los dos puentes, una obra acometida por Pavasal y CHM, ha contado también con la presencia del consejero de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, Vicente Martínez Mus, la alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado, y el alcalde de Aldaia, Guillermo Luján.

Folgado, del PP, ha agradecido “el esfuerzo de día y noche” realizado por la Generalitat para recuperar los dos puentes de la CV-36, que ha calificado como “viaductos vitales para las conexiones de Torrent y el polígono Mas del Jutge con la A7, la A3 y el resto de la comarca”. Y ha recordado que “la previsión es que a finales de julio pueda estar terminado el puente que une Torrent y Alaquàs” y que la próxima reapertura a finales de junio de todas las líneas de metro afectadas.

El alcalde socialista de Aldaia, Guillermo Luján, también ha destacado la recuperación de la autovía por la mejora de la movilidad, pero ha querido incidir sobre todo en la importancia de la actuación sobre el barranco de la Saleta, que inundó gran parte de su pueblo el 29 de octubre. La Confederación Hidrográfica del Júcar ha proyectado un plan con 90 millones de euros para desviar la Saleta al nuevo cauce del Turia, al llamado Plan Sur de Valencia. El Ayuntamiento de Valencia, presidido por María José Catalá, del PP, ha puesto, sin embargo, objeciones por la presunta incidencia que podría tener sobre el lecho que atraviesa la cuidad en caso de inundaciones. Luján ha negado esta tesis, según lo estudios y ha pedido a Mazón que interceda por este proyecto que reduciría la afectación de otra posible riada en un 50%.