Un jefe de Emergencias de la Generalitat admite que conocieron el desbordamiento del Poyo una hora y media antes de enviar la alerta
El mando reconoce ante la jueza que la exconsejera imputada Pradas le dictó el mensaje masivo a móviles que se remitió cuando se acumulaban los fallecidos y desaparecidos por la dana


Un jefe de Emergencias de la Generalitat Valenciana ha admitido este martes ante la jueza que investiga la dana, Nuria Ruiz Tobarra, que la administración autonómica conoció el desbordamiento del barranco del Poyo, detonante de la tragedia, a las 18.45 horas del 29 de octubre, según indican a EL PAÍS fuentes presentes en su comparecencia.
Pese a este flujo de información, la Generalitat no envió la alerta masiva a móviles hasta las 20.11 horas, cuando ya había decenas de fallecidos, desaparecidos y personas atrapadas en plantas bajas y garajes. Un hecho que se ha revelado en la piedra angular de las pesquisas. La magistrada conecta en sus autos esta tardanza con las muertes.
En su declaración judicial como testigo, J. R. Cuevas ha explicado que tenían listo el sistema Es Alert de mensajes masivos desde las 17.00 horas y que él se encargó de transmitir la notificación que le dictó la exconsellera de Justicia e Interior durante la riada, la imputada Salomé Pradas. Junto al retraso en el envío, la notificación no pedía a la población subir a las primeras plantas.
“La consellera llega sobre las 19.45 horas con la redacción del mensaje con un contenido genérico para toda la provincia [de Valencia]”, ha afirmado Cuevas, que trabaja como jefe de Unidad de Análisis y Seguimiento del Riesgo del Cecopi, el órgano de emergencias de la Generalitat que gestionó la crisis. Y ha declarado como testigo. Una condición que le obliga a decir la verdad y a contestar a todas las partes: jueces, fiscales, defensas y acusaciones particulares y populares.
Ha insistido que no se envió la notificación hasta que no fue autorizada por Pradas. Y que siguieron la emergencia en el Cecopi el subdirector de Emergencias, Jorge Suárez, y el presidente de la Diputación de Valencia, Vicente Mompó. “Había mucha gente más, mirando”. “La sala del Cecopi era una puta locura, no dábamos abasto. Era imposible gestionar. Había pitidos constantes”, ha recordado.
El testigo ha destacado ante la jueza que un miembro de la Agencia Española de Meteorología (Aemet) le avisó a las 16.30 horas que la dana se desplazaría a la Serranía de Cuenca. Y no dio a nadie esta información. El president Mazón divulgó la misma tesis errónea la mañana de la gota fría, cuando también calificó de “exagerada” la decisión de la Universitat de València de suspender las clases.
Cuevas ha expuesto que conocían el riesgo de la riada un día antes. Y que esta información procedía del análisis de la previsión de la Aemet. También ha dicho que el pasado 28 de octubre, la víspera de la jornada de la tragedia, el organismo estatal remitió un aviso a las 23.00 horas. “Los [avisos] los emite la Aemet cuando la situación afecta a varios municipios, y se trata de un aviso especial, porque puede suponer una necesidad de apoyo de otras comunidades”, ha indicado.
El riesgo se disparó después de que la Aemet declarara a las 7.36 horas del 29 de octubre el nivel rojo, el máximo de la escala y que se activa ante una previsión de lluvias de más de 180 litros por metro cuadrado. Sin embargo, Cuevas ha cuestionado los avisos de este organismo estatal que vislumbró el riesgo nueve días antes la dana. “En este caso, hubo muchos cambios bruscos de unas horas a otras, lo que le lleva a pensar que no era una buena predicción”, ha afirmado.
Tras esta aseveración, la jueza le ha preguntado por qué instituciones como la Universitat de València dieron por buenos los avisos de la Aemet para tomar decisiones como la suspensión de las clases. Según el testigo, la institución educativa “recibe personas de varios sitios”.
El responsable de Emergencias ha sostenido que no tenía relación con los dos imputados en la causa, la exconsejera Pradas, y quien fue su segundo, Emilio Argüeso. Y ha reconocido que se hacían informes de seguimiento, un documento con datos sobre incidencias en suministro eléctrico o transporte público con los que se habrían informado a altos cargos del Ejecutivo de Mazón, tal y como reveló la semana pasada otro trabajador de la administración autonómica.
Tras procesar esta información, Cuevas ha recordado que el modus operando pasa por informar a los responsables municipales –alcaldes y concejales- de la magnitud de la gota fría por correo electrónico, teléfono y fax. Y que se reportó del riesgo a localidades de las comarcas de La Ribera Alta y Baixa, La Safor y a algunos municipios de la Canal de Navarrés.
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