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CIUDADES

Antonio Balmón: “El bus interurbano se tiene que priorizar a la movilidad ferroviaria”

El máximo responsable ejecutivo de la AMB y alcalde de Cornellà avanza que a partir de 2027 se producirá la integración del Bicing con los otros servicios de bicicleta pública

Marc Rovira

Antonio Balmón (65 años) ha vivido de primera mano, como vecino y como político, la expansión del Área Metropolitana de Barcelona, una cenefa de 36 municipios con 3,5 millones de personas, más del 40% de la población de Cataluña. Desde el puesto de mando de la AMB gestiona la entidad para abastecer de servicios a los ciudadanos, incluso si toca defender el inminente aumento del recibo del agua: “Cuando se pide un esfuerzo fiscal se tiene que ver el resultado, lo que no puede ser es no pedirlo y dejar que el servicio se deteriore, como en Rodalies”, alega. “Eso es tratar a la gente de manera infantil”.

Pregunta. Lleva 21 años de alcalde de Cornellà de Llobregat (Barcelona) y casi dos décadas como máximo cargo ejecutivo del Área Metropolitana de Barcelona (AMB). ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?

Respuesta. Nunca. Ni en lo personal ni en lo público. Lo que más estimula y emociona es tener la mirada fija en el horizonte.

P. En Barcelona y el área metropolitana, seguridad, vivienda y turismo son cuestiones que se repiten cuando la ciudadanía revela la percepción sobre sus problemáticas. ¿Siempre fue así?

R. Garantizar la seguridad de la convivencia y del crecimiento personal de cada uno siempre tiene que formar parte del proyecto político. Después, hay cosas que destacan en función de cada momento. Ahora destaca la vivienda. Poder tener un lugar asequible para vivir, ya sea de alquiler o de compra, es una demanda de las clases sociales más amplias y si eso no lo abordamos correctamente deriva en un problema.

P. La Generalitat pretende ofertar 50.000 pisos de alquiler social en 2030 y, a medio plazo, proyecta más de 200.000 viviendas con una reserva de protección oficial de entre el 40% y el 50%. El área metropolitana absorberá parte de esos inmuebles. ¿Hay suficientes servicios para atender a esa nueva población?

R. Son cuestiones que ya entraban dentro de las previsiones de la AMB, nosotros hace años que estamos haciendo política de vivienda. Un territorio se defiende en servicios públicos si tiene habitantes, porque si no los tiene los servicios públicos se desplazan a otro sitio. La educación o la sanidad están bien dimensionadas, pese a que siempre puede haber tensiones puntuales. Lo que es importante enfocar bien es la movilidad.

P. ¿Cómo?

R. En el área metropolitana de Barcelona la movilidad viaria se tiene que priorizar por delante de la ferroviaria.

P. ¿Ese no es un discurso a la contra?

R. La movilidad ferroviaria se está mejorando, con la actualización de toda la red de Rodalies, pero ampliarla es cuestión de años, por no decir de décadas. La demanda que tenemos hoy no la podemos resolver dando una solución a diez años vista. Rodalies va a mejorar, de eso no tengo ninguna duda.

P. Entre 2018 y 2024, los trenes han notado una pérdida de 42.000 pasajeros en los días laborables.

R. Rodalies va a ganar garantías, pero para paliar el colapso de la movilidad se necesitan soluciones rápidas y eso solo es posible incorporando más autobuses interurbanos. Porque no hacen necesarias más infraestructuras, proyectos de ingeniería ni incremento de recursos que, en muchos casos, conllevan unos márgenes de tiempo que harían que, parte de la población que hoy necesita esas soluciones, ya puede estar jubilada.

P. ¿Incrementar el servicio de autobuses no eleva las emisiones y la congestión en los accesos a la gran ciudad?

R. Hay que saber ponderar sostenibilidad social y sostenibilidad ambiental, por este orden. Si hay que dar respuesta a una demanda social, que afecta además a la economía de muchas personas, no podemos emplazar soluciones a diez años vista.

P. ¿La deuda que arrastra TMB lastra la capacidad de inversión?

R. La deuda de TMB ronda los 350 millones, pero no es el lastre, se puede soportar. Lo que lastra son las bonificaciones. Impulsan el uso de transporte público pero dificultan el poder crecer e innovar. Si una parte de los recursos se destina a bonificar, está claro que esa parte no se puede dedicar a invertir.

P. A nivel de movilidad también choca que la integración que sí se da con el tren o con el bus no exista con las bicicletas públicas, y que un usuario del Bicing tenga que cambiar de bici y contratar otro servicio si necesita moverse por el área metropolitana.

R. Las administraciones estamos acotadas por nuestras relaciones contractuales. En un determinado momento se producirá la caducidad de esos contratos. En el próximo mandato, a partir del 2027, tendrá que haber un único servicio de bici metropolitano, gestionado por el área metropolitana.

P. En relación con la percepción de inseguridad, ¿ese es un filón de la ultraderecha para ganar espacio electoral?

R. El miedo genera incertidumbre, y eso nos afecta a todos, pero hay que combatir relatos hiperalimentados que ayudan a dar una percepción errónea de la seguridad. Cuando miras los datos, vivimos en espacios bastante seguros. En una comunidad se tiene que ser duro contra aquellos que no cumplen con sus obligaciones, porque rompen las normas de respeto que tenemos. Y me da igual su origen, el color de su piel o el idioma que hablen. No me gusta que una minoría pueda distorsionar las conductas de convivencia de una gran mayoría y eso hay que abordarlo.

P. ¿Quiere decir que no se está abordando?

R. Cuando los que ejercemos el poder público no somos útiles, generamos un espacio para que crezca la extrema derecha. Yo quiero afrontar un combate que no va dirigido a luchar contra una determinada fuerza política, sino a cuestionar por qué una fuerza de izquierdas no trata las causas de que, en un determinado momento, los ciudadanos se sientan atraídos por esas fuerzas de extrema derecha.

P. ¿Y sabe cómo hacerlo?

R. Con la demagogia no se llega a ningún sitio, y los que ejercemos responsabilidades públicas tenemos que dejar claro que a aquellos individuos, minoritarios, que intentan afectar a nuestra vida cotidiana no se lo vamos a poner fácil. Y además defiendo que, estos, no tienen que compartir con nosotros las reglas de juego de nuestra política de bienestar.

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Sobre la firma

Marc Rovira
Corresponsal económico de EL PAÍS en Cataluña, encargado de seguir la información relacionada con la actualidad empresarial y política. Licenciado en Derecho, durante una etapa en la prensa local trabajó en Girona y en Tarragona. Ya en EL PAÍS, tuvo un paso por la sección de Deportes, cubriendo el Mundial de MotoGP. Colaborador en la SER y en TV3.
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