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“La Ryder Cup dejará un legado deportivo y social”: así justifica el Govern los 30 millones de la tasa turística para el torneo de golf

El sector turístico respalda la medida, pero entidades ecologistas reclaman un uso alternativo de los gravámenes recaudados

El golfista vasco Jon Rahm sostiene el trofeo de la Ryder Cup de 2023 tras ganar el campeonato.

El consejero de Deportes de la Generalitat, Berni Álvarez, defiende que la celebración de la Ryder Cup en Cataluña impulsará el tejido deportivo y generará un retorno social tangible en el territorio. La medida, financiada íntegramente con 30 millones de euros procedentes de la tasa turística, cuenta con el respaldo del sector turístico, pero ha despertado fuertes críticas por parte de entidades ecologistas y sociales, que reclaman otro modelo y exigen un uso alternativo de estos gravámenes.

La Ryder Cup, considerado el torneo de golf más prestigioso del mundo, se disputará por primera vez en Cataluña —y por segunda vez en España— en 2031. El escenario será el complejo Camiral Golf & Wellness de Caldes de Malavella (Girona). El Govern justifica la inversión como una “apuesta de país” destinada a generar impactos duraderos en múltiples ámbitos.

“Nuestra filosofía es que los grandes eventos tienen que dejar un legado positivo en el territorio, y esto, con la Ryder Cup, lo hemos blindado por escrito”, asegura Álvarez en conversación con El País. El consejero asegura que cuando surgió la posibilidad de acoger la Ryder Cup y se empezó a debatir el modelo de financiación, “una de las opciones fue destinar parte de la tasa turística”. Es decir, que fondos recaudados por el propio Govern pudieran financiar proyectos que no solo sean promoción, sino que tengan impacto directo en el deporte y en el territorio.

Álvarez celebra el acuerdo alcanzado y lo presenta como un modelo que esperan replicar en futuros eventos: “Cuando llegamos, la Generalitat debía asumir toda la inversión. Ahora hemos construido un modelo de financiación público-privada, y todo queda recogido por escrito. Es la primera vez que la organización de la Ryder firma un documento con compromisos concretos: mínimos sociales y medioambientales, la renuncia expresa a construir un tercer campo de golf, y la obligación de organizar 15 competiciones previas repartidas por el territorio”.

El presidente de la Taula Gironina de Turisme y exalcalde de Lloret, Jaume Dulsat, valora la decisión: “Nos parece bien que una parte de la tasa turística [el 50% se queda en la Generalitat y el otro 50% va a los municipios] se destine a sufragar los costes de la Ryder Cup. Hace tiempo que defendemos que no todos los ingresos de la tasa deben ir a promoción, sino también a compensar el impacto del turismo sobre el territorio”.

Dulsat remarca que “el impacto no se limitará a los 15 días de competición” y celebra que “la huella de la Ryder perdurará muchos años en las comarcas de Girona”. Según datos compartidos durante la presentación oficial del evento, por cada 10 euros que gasta un turista de golf, solo uno se destina al campo; el resto se reparte entre gastronomía, cultura, compras y ocio.

No todas las voces son favorables. Diversas entidades ecologistas han mostrado su rechazo frontal al proyecto y a la aportación económica del Govern. Desde Naturalistes de Girona alertan de que el torneo responde a un modelo turístico “elitista e insostenible”: “Eventos de este tipo generan una elevada huella de carbono debido a los desplazamientos internacionales, no benefician al tejido local y suponen un uso cuestionable de recursos públicos”. Además, critican que se destinen 30 millones de euros de la tasa turística a un evento deportivo internacional: “Estos fondos deberían emplearse para reforzar políticas públicas urgentes como el acceso a la vivienda o la protección del medio natural”.

Sobre la etiqueta del golf como deporte elitista, el consejero insiste en la necesidad de contextualizar: “Hay que diferenciar entre el evento, que es excepcional y de alto coste —como muchas competiciones de este nivel—, y todo lo que sucede antes y después, que es donde queremos poner el foco”. Según Álvarez, el golf se está democratizando: “Hoy muchos clubes ofrecen abonos puntuales, sin necesidad de ser socio. Es un deporte que puede practicarse desde los 12 hasta los 80 años, y se relaciona muy bien con la salud y la actividad física. Si facilitamos campos de prácticas gratuitos y lo hacemos accesible, podemos llegar a mucha más gente. Por eso apostamos por el golf como Govern”.

La Ryder Cup tiene una audiencia estimada de 600 millones de personas. La edición catalana tomará el relevo de Irlanda (2027) y Minnesota (2029), y precederá a San Francisco, que será la sede en 2033.

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