Primera encuesta del CIS catalán sobre vivienda: el 46% cree que alquilar es tirar el dinero y el 12% ha vuelto a vivir con los padres
El 91% de la ciudadanía ve difícil el acceso a una casa y el 55% no tiene perspectivas de heredar


La primera encuesta oficial sobre vivienda en Cataluña, publicada este viernes por el Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (el CIS catalán), constata, como han apuntado otros sondeos, que el acceso a un hogar se percibe masivamente como algo difícil o muy difícil (91% de las respuestas) y que los problemas de acceso afectan negativamente a la calidad de vida (83%). Pero lo más interesante es el acercamiento sobre las percepciones, expectativas y dificultades de los catalanes en materia de vivienda. Por ejemplo, existe un amplísimo consenso sobre la importancia de ser propietario, porque el valor económico de las casas proporciona seguridad, al tiempo que hay recelo al alquiler: el 74% ve importante tener piso en propiedad, el 46% cree que pagar alquiler es tirar el dinero y el 82% de los que busca alquiler quisiera comprar. El sondeo, realizado a 3.300 personas que respondieron en línea o por escrito en papel, también pone cifras a la crisis habitacional, con respuestas como que el 37% de la población ha reducido otros gastos para pagar vivienda, o que el 12% ha vuelto a vivir con los padres.
El trabajo arroja varias paradojas en relación a los valores sobre la vivienda y cómo regularla. Por ejemplo, el 57% cree que las casas son una necesidad básica, un derecho, frente a un 42% que entiende que son un recurso económico. Y hay un respaldo muy mayoritario a medidas que podría tomar la administración para facilitar el acceso a la vivienda (construcción de vivienda pública, ayudas a alquiler, obligación a los grandes tenedores de aportar vivienda pública). Pero cuando se pregunta por la regulación, el 63% de los que responden son partidarios de hacerlo teniendo en cuenta que la vivienda es una propiedad privada.
El trabajo también señala varias brechas. Entre la ciudadanía que heredará (43%) y la que no (55%). O entre la que tiene viviendas adicionales a la residencia principal, un 19%, de los que el 43% son segundas residencias y un 37% pisos que los propietarios alquilan. También se observa una brecha de género entre los más jóvenes: las mujeres de menos de 25 son mucho más partidarias de considerar la vivienda un derecho y de regularla de acuerdo a una visión comunitaria o pública (un 60%) mientras en el caso de los hombres de esta edad este porcentaje es el de los que se alinean con la idea de que la vivienda es un mero bien de mercado.
El director del Centro de Estudios de Opinión (CEO), Joan Rodríguez, ha valorado que el estudio apunta que “en el futuro la vivienda se convertirá en un factor de conflicto entre grupos”. Por cuestiones como que “una parte importante la percibe como una cuestión social y espera que las instituciones tomen medidas, mientras otra la ve como un bien de mercado”. También ha señalado “la fuerte preferencia por la propiedad de la vivienda, porque la ciudadanía lo considera una garantía económico y activo de futuro”, una cuestión que “choca con limitaciones, por la falta de oferta y la poca disposición de los propietarios a vender”. Rodríguez también ha revelado el amplio apoyo de la ciudadanía catalana al plan de vivienda del Govern de Salvador Illa, que tiene una nota de 8,1 sobre 10 entre los encuestados. Sobre la postura liberal de los jóvenes hombres menores de 25 años entiende el director del CEO que “tiene algo que ver con lo que vemos en otros estudios, que es la aparición de una franja de hombres jóvenes que se apartan de valores tradicionales de la sociedad catalana y tienen una visión más liberal, en línea con ideas como estar a favor de la reducción de impuestos pese al impacto que tienen en los servicios públicos, o ser menos sensibles a los problemas de los demás”.
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