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El Pacto Nacional por la Lengua arranca con al menos 24 millones de euros nuevos este 2025

El acuerdo presentado hace un mes incorpora 200 medidas y 256 millones, gran parte de las cuales ya están vigentes actualmente

Firma del Pacte Nacional per la Llengua, en el Institut d'Estudis Catalans, el pasado 13 de mayo.
Ivanna Vallespín

El Pacto Nacional por la Lengua, presentado hace un mes en un pomposo acto en el Institut d’Estudis Catalans, recoge un total de 200 medidas, presupuestadas en 256 millones de euros, con el ambicioso objetivo de aumentar el uso generalizado del catalán en los diferentes ámbitos (educación, administración, sanitario, judicial, comercial, audiovisual…), lo que se concretaría en ganar 550.000 hablantes para 2030 (pasando de los 5,45 millones actuales cifrados por la última Encuesta de Usos Lingüísticos hasta “el entorno de los seis millones en 2030”, detalla el Pacto). Pero si se mira con detalle las propuestas, la gran mayoría ya están puestas en marcha y la cifra del presupuesto surge de contabilizar el gasto actual de los diferentes departamentos en temas de política lingüística. De hecho, el Departamento que encabeza Francesc Xavier Vila admite que la dotación nueva para este año es de poco más de 24 millones.

“El gran obstáculo son los presupuestos prorrogados”, admiten desde el Departamento de Política Lingüística, que también detallan que los 24 millones adicionales corresponden a los casi nueve millones del plan de choque aprobado en febrero para crear 30.000 nuevas plazas de cursos de catalán y llegar a las 140.000 en 2026. Los 15 millones restantes provienen del tercer suplemento de crédito acordado la pasada semana y que se destinarán básicamente a subvenciones para el doblaje y la subtitulación de productos audiovisuales, el contrato de personal “y desarrollo de otros proyectos, como el desarrollo de una aplicación de conversación en catalán”, abundan desde el Departamento.

Política Lingüística asegura que esta cifra de 24 millones puede ser superior, ya que el Departamento busca rascar de “fondos propios” para hacerla crecer, aunque no detalla un importe. Con todo, también son conscientes de no tener gran margen de maniobra porque Política Lingüística se entrenó como consejería independiente el pasado verano cuando Salvador Illa asumió el mando de la Generalitat. Hasta entonces era una Secretaría general que dependía del Departamento de Cultura, y el problema de no contar con nuevos presupuestos también limita la acción del consejero Vila, ya que cuenta con una estructura y una dotación de Secretaría, no de Departamento.

Con estas limitaciones económicas, además de las políticas —el Pacto no cuenta con el apoyo de todos los partidos catalanistas, como Junts y la CUP-, el Govern presentó su hoja de ruta para aumentar el uso del catalán a través de 200 propuestas, organizadas en 21 ámbitos de actuación. Pero analizando el Pacto en detalle se puede ver cómo muchas de las iniciativas ya existen y que el coste de 256 no corresponde a inversión nueva, sino que la mayoría es gasto actual. Varios ejemplos: la partida más alta del Pacto corresponde a “incrementar el número de aulas de acogida”, dotada con 78,5 millones. Los presupuestos del Departamento de Educación de 2023 —los últimos aprobados— ya reservaban 73 millones para este servicio de acogida lingüística para el alumnado extranjero recién llegado, una cifra que ha ido aumentando hasta casi esos 78. De hecho, Educación asegura que para el curso que viene no prevé un aumento de estas aulas, pero sí que se anunció hace un mes que un centenar de ellas que eran temporales pasarán a ser estables.

Otra gran partida es el “relanzamiento” del Consorcio de Normalización Lingüística, que cuenta con 47,5 millones. Pero realmente para esta tarea la entidad cuenta con unos seis millones nuevos —procedentes del plan de choque—, ya que el presupuesto actual del Consorcio es de 41,8 millones de euros, según cifras proporcionadas por su gerente, Gemma Vázquez, en una comparecencia en el Parlament del mes pasado. También destacan los 13 millones para el refuerzo de los planes educativos de entorno (actividades básicamente extraescolares para alumnos vulnerables), un proyecto que este curso ya está dotado con 10,2 millones.

Pero hay otras medidas nuevas, pero que no están cuantificadas, como por ejemplo la creación de una oficina para recoger las quejas y denuncias lingüísticas, crear un plan de impulso del catalán en la FP, mejorar la formación del profesorado en cuanto a la didáctica de la lengua, o impartir cursos de catalán a diferentes colectivos, como los presos, el personal sanitario llegado del extranjero y los educadores de los centros de menores. Aunque uno de los principales proyectos sin cuantificar es la oferta de cursos de catalán para personas en paro o en las empresas, para garantizar un conocimiento de la lengua por parte de los trabajadores que, especialmente, tienen empleos que implican atención al público.

El Departamento defiende que la inversión en política lingüística “es más grande que nunca”. Según las cifras de la propia consejería, este importe se movía en los 150 millones antes de la crisis; entonces la inversión cayó —tocando fondo en los 80 millones en 2015— y el nivel no se recuperó hasta 2022. En 2023 se llegó a los 205 millones, la cifra más alta conocida, ya que el Departamento no ha cerrado las cuentas de 2024. El compromiso es llegar a esos 256 millones que marca el Pacto este año, y de cara al futuro, el acuerdo de los partidos es que la inyección en materia de política lingüística no baje de los 200 millones.

Comunicación confusa

La información sobre la inversión nueva real que aportaba el Pacto Nacional por la Lengua ha generado confusión, ya que en un primer momento el Govern informó que “el primer paquete de actuaciones, correspondiente a 2025, cuenta con un presupuesto inicial de 255 millones”, dando a entender que este importe era el nuevo que se iba a inyectar, cuando realmente no es así.

Las diferentes entidades por la lengua se han mostrado prudentes, pero preocupadas por la situación, y esperan que el Pacto no se quede en una mera declaración de intenciones y que pueda contar con dinero nuevo para emprender todos los proyectos necesarios para fomentar el catalán. En todo caso, recuerdan que ellas han firmado “los objetivos del plan, no el anexo con las partidas presupuestarias, que se pusieron después” y aseguran que estarán “atentas” y fiscalizarán a los pasos que dé el Govern.

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Sobre la firma

Ivanna Vallespín
Redactora focalizada en Educación desde 2012, con pinceladas también en Política, Derechos Sociales y ElPais.cat. Anteriormente, en medios locales escritos, radio y televisión.
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