El Parlament da su apoyo al MNAC frente a la sentencia del Supremo por las obras de Sijena

El Parlament ha aprobado este jueves una declaración en apoyo al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) ante la sentencia del Tribunal Supremo que obliga a que las pinturas murales de Sijena que allí se exhiben sean devueltas a Aragón. El texto acordado lo suscriben los grupos del PSC, Junts, ERC, Comunes y CUP y sigue a la que aprobó el Ayuntamiento de Barcelona la semana pasada. En un argumentario que reitera la priorización de “los criterios técnicos y científicos de la conservación”, los grupos firmantes piden a la Generalitat que agote “todos los recursos” a su alcance y advierte del riesgo que el obligatorio retorno se convierta en un “precedente” respecto a otras obras existentes en otras instituciones culturales del país.

En el texto se destaca el trabajo de restauración y preservación patrimonial realizado por el museo y se reclama “un apoyo explícito y unánime de las instituciones del país”, por lo que expresa su “apoyo absoluto” al MNAC y el reconocimiento a “la profesionalidad y el rigor con el que esta institución ha custodiado y preservado este patrimonio durante décadas”.

“El traslado, desde el emplazamiento actual, de estas pinturas murales puede comportar riesgos irreversibles para su conservación, tal y como han expresado la inmensa mayoría de expertos en conservación y restauración, teniendo en cuenta que se hallan en un estado de fragilidad, con una gran sensibilidad a cualquier cambio del entorno o ante posibles tensiones, vibraciones y movimientos”, señala el texto.

La declaración matiza la brecha entre el PSC y Esquerra, su principal socio de investidura, mostrada durante la sesión plenaria, en la que los republicanos han exigido al Ejecutivo de Illa ser más “contundente” en la defensa del patrimonio cultural catalán. A estas reclamaciones se ha sumado el principal partido de la oposición, Junts, que ha instado durante el pleno del Parlament al Govern a que abra un incidente de ejecución de sentencia ante el Tribunal Constitucional por los riesgos de conservación que comportaría el traslado de las obras, según múltiples informes técnicos. Los de Puigdemont han pedido coherencia para que se apliquen los mismos criterios que en los casos del Guernica o la Dama de Elche, cuyo traslado no se realizó en su momento por “riesgo de daños irreparables”.

Aunque Illa ha querido evitar el choque político con Aragón desde un primer momento respetando la sentencia, y ha dejado en manos de los técnicos la búsqueda de la mejor “fórmula” para ejecutarla, tanto Junts como Esquerra le han reclamado a su partido que “agote todas las vías legales” para evitar el traslado. También han elevado el conflicto sobre la propiedad de las obras a una cuestión “política” y con motivaciones “catalanófobas”.

Ante las exigencias de ambos partidos para obtener una respuesta sobre cómo actuará la Generalitat, la consejera de Cultura, Sònia Hernández, ha reiterado en diversas ocasiones que “el Govern tiene como prioridad cuidar el patrimonio cultural catalán” y que desde el grupo comparten “la misma preocupación por la sentencia”. Por este motivo, ha pedido un voto de confianza para abordar la situación, que ha calificado de “máxima complejidad”. También ha asegurado que se está trabajando con todas las vías técnicas para encontrar “una solución que atienda a los límites que marca la legalidad”: “No debemos precipitarnos”, ha aseverado.

Esta respuesta —muy similar a la que dio la consejera a la portavoz de Junts, Mònica Sales, este miércoles durante la sesión de control a los consejeros del Govern— no ha gustado a Junts y Esquerra, que han expresado su descontento ante la falta de anuncios sobre medidas concretas y han calificado de “sumisa” la actitud del PSC ante la sentencia, que ha dejado la respuesta en manos del MNAC. En este sentido, el museo ha anunciado este jueves que la próxima reunión de su patronato para abordar la cuestión tendrá lugar el próximo 16 de junio.

La diputada republicana Raquel Sans, ha recordado a Hernández que todos los informes técnicos concluyen que el traslado de las pinturas románicas de Sijena al monasterio aragonés comporta un riesgo elevado de “daños irreparables”. Por este motivo, ha asegurado que desde el grupo rechazan la sentencia del Supremo, y la ha calificado de “negligente”. Sans ha añadido que se trata de un conflicto político con motivos “catalanófobos”, y va más allá de una cuestión sobre la propiedad de las obras. Además, asegura que esta decisión tiene “una fuerte carga ideológica”, y “abre la puerta a que otras obras puedan ser reclamadas para desmembrar el patrimonio cultural catalán”.

Por su parte, el diputado de Junts Jordi Bertran se ha sumado a las reclamaciones de Sans —y de Rull, hace unos días— sobre la necesidad de “agotar todas las vías legales”, añadiendo la medida concreta de abrir un incidente de ejecución. Además, ha querido recordar que la Constitución defiende la conservación del patrimonio estatal y espera que el Gobierno ejerza esta competencia: “Parece que ahora se olvidan de la Constitución”, ha ironizado. También ha citado la Ley del Patrimonio Cultural Aragonés, que ha asegurado que prioriza “la conservación de los bienes que integran el patrimonio cultural de esa Comunidad Autónoma, independientemente de su régimen jurídico o titularidad”.

Ambos grupos coinciden en que se aplica una doble “vara de medir” respecto a casos similares anteriores, como por ejemplo el Guernica o la Dama de Elche —“ambos en museos madrileños”, recalcan—, que en su día no fueron devueltos debido al riesgo que comportaba el traslado para su conservación. Por este motivo, Sans ha pedido al Govern que convoque “de urgencia” el consorcio del MNAC y pida al Ministerio de Cultura un informe que alerte del riesgo que comporta el traslado de las pinturas de Sijena. En relación con esto, Bertran ha pedido “coherencia” al Gobierno, “como miembro del patronato que es”, ha recordado, para que aplique los mismos criterios técnicos y científicos —a través del Instituto del Patrimonio Cultural de España— que impidieron el traslado de las obras mencionadas anteriormente.

Nueve exconsejeros de cultura alzan la voz en contra de la sentencia

La sentencia del TS también ha generado la reacción de algunos exconsejeros de Cultura de la Generalitat. Hasta 9 de ellos —uno de los cuales del PSC—, han emitido un comunicado conjunto en que rechazan la decisión del Supremo debido a que “no tiene en cuenta criterios históricos, técnicos y científicos, y no ha atendido los argumentos de legitimidad de la parte catalana”

El manifiesto está firmado por Àngels Ponsa, Mariàngela Vilallonga, Laura Borràs, Lluís Puig, Santi Vila, Joan Manuel Tresserras, Ferran Mascarell, Caterina Mieras y Joan Guitart. Todos ellos defienden que en este caso “no se dirime la propiedad o titularidad”, sino que debe priorizarse “el principio fundamental de la preservación de la obra”.

Además, los firmantes reivindican el “papel decisivo” que ha jugado el MNAC para conservar con garantías las pinturas, y añaden que “costaría encontrar ejemplos de intervención responsable y transparente en la preservación del patrimonio artístico” equiparables a esta. Al igual que los partidos que se oponen y siguiendo el criterio de los informes técnicos emitidos hasta la fecha, defienden que los riesgos de su traslado hacen “extremadamente peligroso cualquier intento de moverlas de su emplazamiento actual”: “Damos todo nuestro apoyo al Museo Nacional de Arte de Cataluña como institución cultural de referencia internacional ante una situación que pose en riesgo no solo la integridad de sus colecciones, sino también la propia tarea de conservación”. Por ello, el manifiesto concluye que el traslado podría suponer “la pérdida irreparable de una obra maestra del patrimonio cultural”.