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Antoni Vives
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Sobrecostes y convergentes en Arabia Saudí

Antoni Vives, ex número dos de Trias, exhortó a maquillar los costes disparados de Neom, la “ciudad del futuro”, en Aqaba

Xavier Trias con Antoni Vives en el Ayuntamiento de Barcelona, en una imagen de archivo.
Francesc Valls

Hace unas semanas, The Wall Street Journal daba cuenta de un nuevo capítulo de los avatares que atraviesa la ciudad Neom, que el príncipe heredero de Arabia Saudí, Bin Salman, tiene previsto edificar. El citado diario hablaba de los sobrecostes en esa construcción, que pretende convertir al país –ahora de los más contaminantes del mundo– en paradigma de la ecología. El proyecto paradisíaco terminará costando 8,8 billones de dólares, de acuerdo con el rotativo, 25 veces el presupuesto anual saudí. Y ha habido esfuerzos por maquillar los sobrecostes con la colaboración de altos cargos. Un correo electrónico revelaba que un catalán, Antoni Vives —anteriormente mano derecha del alcalde Xavier Trias en el Ayuntamiento de Barcelona y hasta hace poco jefe de uno de los proyectos estrella de Neom— ante una importante reunión instaba vía e-mail a sus colegas directivos: “No debemos mencionar los costes de forma proactiva”. De hecho, una auditoría interna identificó la “evidencia de manipulación deliberada para justificar aumento de costes” por parte de “ciertos miembros de gerencia”.

Cuando Vives llegó al Ayuntamiento de Barcelona, su modelo de ciudad deslumbró al flamante alcalde Xavier Trias. Sin ser arquitecto, pero de la mano de Willy Müller y Vicente Guallart, creó el Instituto de Arquitectura Avanzada de Catalunya (IAAC). Economista de formación, se convirtió en urbanista de cabecera del gobierno municipal convergente. Posmoderno, intelectualmente charmant e iconoclasta, fue el imprescindible teniente de alcalde de Hábitat Urbano. Centralizó toda la contratación municipal en sus manos. Quiso lavar la cara a la fachada marítima del Morrot y convertir el Port Vell en una marina de lujo. Incluso cambió el proyecto de la plaza de les Glòries.

Pero no solo quería ser un émulo de Haussmann. También buceó en el mundo de los negocios procelosos. La Audiencia Nacional a finales de 2022 ordenó abrir juicio oral (todavía pendiente de fecha) contra una treintena de personas por presunta financiación irregular de CDC. La fiscalía pide para Vives seis años de cárcel por diversas irregularidades dentro del caso 3%. Varios datos: la adjudicación del túnel de la plaza de les Glòries Catalanes se fraguó en la sede de CDC, en la calle de Còrsega, a finales de 2014. El sobrecoste de dicha obra se elevó al 60%. La constructora Copisa —la adjudicataria— ingresó 65.000 euros en dos pagos a la fundación de Convergència. Signos de los tiempos.

En enero de 2021, Vives ya había sido condenado a dos años de cárcel por simular un empleo con un exalcalde de CiU, Jesús Arévalo, que se embolsó 155.067 euros sin hacer nada. Arévalo estaba contratado por Barcelona Regional, que controlaba Vives. El exteniente de alcalde de Trias pactó con la fiscalía no entrar en la cárcel a cambio seis meses de trabajos a la comunidad convertidos en un curso de ética pública. Trias se lamentaba reiteradamente de la “persecución” de su urbanísticamente preclara mano derecha. Eran tiempos de policías patrióticas y en la penumbra delincuencial coincidían la corrupción convergente y la guerra sucia contra los independentistas de nuevo cuño.

Tras rehabilitarse gracias al curso y a la espera del juicio por el 3%, Vives decidió probar fortuna en Arabia Saudí. El exteniente de alcalde aterrizó hace unos años en territorio de los howeitat, de bravura beduina glosada por Lawrence de Arabia. Desde las puertas del golfo de Aqaba, Vives se convirtió en responsable del proyecto Sindalah, uno de los cuatro que componen Neom. Asociaciones proderechos humanos ya habían advertido de que el líder de los howeitat —que se negaban a abandonar la zona— murió tiroteado por la policía y al menos otros tres miembros de la tribu fueron ejecutados, según la BBC. Los howeitat fueron finalmente desalojados. El sueño quedó libre de pesadillas.

A finales de 2024, Vives abandonó su cargo. Se desconoce si por la ausencia de derechos humanos, solidaridad nacionalista con los howeitat o bien motivos más prosaicos. La experiencia, a buen seguro, le permitirá relanzar su obra literaria, ya sea ensayística o de ficción. Arabia Saudita le habrá ofrecido buen material, aunque quizás no tenga tiempo de desarrollarlo. Debe preparar su defensa contra la represión.

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Sobre la firma

Francesc Valls
Periodista desde los setenta en 'Mundo Diario' y 'Diario de Barcelona', aterrizó en EL PAIS en 1983, después de licenciarse en Historia y Ciencias de la Información. Trabajó en las áreas de enseñanza, religión –en épocas de San Juan Pablo II– o Quadern hasta que recaló para larga estancia en política catalana. Desde 2016, observador externo.
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