Desarticulada una mafia que alquilaba pisos en Barcelona ocupados con menores para evitar ser desahuciados

Los Mossos d’Esquadra han desarticulado una organización criminal que ocupaba pisos vacíos en Barcelona para alquilarlos o venderlos a familias vulnerables tras utilizar a bebés para evitar ser desalojados. Los inmuebles eran propiedad de entidades bancarias y algunas de estas llegaron a pagar a la mafia un rescate para recuperar los pisos. La banda habría ingresado 96.000 euros según la policía catalana (24.000 mensuales de media), en los últimos cuatro meses, desde que comenzaron las investigaciones, pero la policía cree que han sido muchos más porque operaban desde hace dos años.

Los tres responsables de la organización mafiosa formaban parte de las cinco personas más vinculadas con las ocupaciones en Barcelona en los últimos años, según el inspector Josep Naharro, que ha explicado los detalles de la operación este martes. La policía les atribuye 12 ocupaciones y 12 tentativas de ocupación en el último cuatrimestre. Después de haber sido detenidos el 15 de noviembre, ahora se encuentran en libertad con cargos. Se les imputan delitos como pertenencia a organización criminal, usurpación de bienes inmuebles, estafa o defraudación del fluido eléctrico.

Las víctimas eran familias en situación irregular y “sin otras alternativas” de alojamiento. Otros alquilaban los pisos sin saber que estaban siendo ocupados. Naharro ha pedido distinguir a las tres mujeres “subcontratadas” por la organización, que ocupaban los pisos con sus bebés simulando una situación vulnerable, respecto a las familias “vulnerables” de las que se aprovechaban los criminales. También ha remarcado que “no todas las ocupaciones con menores son delictivas”.

La policía ha destacado el procedimiento sofisticado de la organización, que actuaba “sin violencia ni intimidación” y con conocimiento del código penal. Después de que un miembro encontrase el piso vacío y otro cambiase la cerradura, un tercero avisaba a las madres para que entraran con sus hijos menores y simulasen estar residiendo en los inmuebles ocupados. Cuando la policía catalana acudía y llamaba a la puerta, las ocupantes hacían llorar a sus bebés para simular que se encontraban en situación de vulnerabilidad y los agentes llamasen a los servicios sociales.

Cuando la banda se aseguraba disponer del piso durante meses sin intervención policial, alquilaban las habitaciones (entre 200 o 500 euros) o toda la vivienda. La policía notificó que los inmuebles, localizados en Barcelona y en Hospitalet de Llobregat, eran propiedad de bancos o de inmobiliarias vinculadas con estos. La organización también vendió algunos de los pisos por entre 8.000 y 10.000 euros. En los últimos cuatro meses, al menos tres entidades bancarias pagaron un rescate por esa misma cantidad, pactando con la mafia. Tras recuperarlo, si los presuntos criminales notificaban que en las siguientes semanas la inmobiliaria no protegía el piso, volvían a ocuparlo.

Naharro ha destacado que “seguramente” los Mossos han desarticulado “la organización criminal más importante” que se dedica a esta actividad en Barcelona. Los agentes aseguran que esta banda operaba desde 2020, pero que solo han podido comenzar a investigarlos desde hace cuatro meses. “Es difícil comenzar porque no había denuncia de perjudicados”, ha comentado el inspector, ya que las familias residentes se encontraban en situación irregular, entre otras razones.

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