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Alvise pagó 13.140 euros a Vito Quiles en pleno tour de las universidades

El activista se presentó en la lista de Se Acabó La Fiesta al Europarlamento, pero se ha distanciado del partido

El eurodiputado y líder del partido Se Acabó La Fiesta (SALF), Alvise Pérez, pagó 13.140 euros a Vito Quiles en plena gira del activista ultra de 25 años por universidades públicas de toda España, según ha podido confirmar EL PAÍS. Quiles se presentó a las elecciones europeas de 2024 en la lista de Alvise, que obtuvo más de 800.000 votos, pero en los últimos meses se ha distanciado públicamente de su antiguo aliado y ha negado expresamente haber recibido financiación de cualquier formación o líder político.

El pasado 16 de octubre Quiles comenzó en la Universidad Autónoma de Barcelona lo que bautizó como el tour España combativa; una gira por los campus de Granada, Sevilla, Málaga, Valencia, Alicante, Madrid, Pamplona, Gran Canaria y Tenerife. Todas ellas ―salvo el CEU San Pablo, que le recibió con alfombra roja― universidades públicas a las que tachó de “estercoleros ideológicos” de la izquierda y “focos de infección comunista”. Las direcciones de los centros docentes no autorizaron los actos convocados por Quiles, alegando que no había solicitado permiso o que su discurso era contrario a los valores universitarios, por lo que sus visitas se convirtieron en mítines improvisados, megáfono en mano, jaleados por miles de jóvenes, en su mayoría varones; y en campo de batalla con grupos autodenominados antifas, que se manifestaron contra su visita y tuvieron que ser separados por la policía. Los incidentes más graves se produjeron en Navarra, donde abertzales encapuchados protagonizaron altercados que se saldaron con cuatro heridos; entre ellos, un periodista de El Español.

Quiles se paseó por las facultades protegido por al menos siete escoltas, algunos vinculados al influencer ultraderechista Dani Esteve, dueño de la empresa de desahucios Desokupa, lo que alimentó las dudas sobre quién financiaba tal despliegue. “¿Quién te paga, Vito Quiles?“, le preguntó la exministra de Igualdad y eurodiputada de Podemos Irene Montero, a través de las redes sociales. ”Ninguna narcodictadura, tranquila“, contestó él en X. “Sí, hay una financiación externa del tour, pero es una financiación privada”, reconoció Quiles en declaraciones a la web ultra La Bandera. “No recibo dinero público, ni me está financiando ningún partido ni ningún ente que reciba subvenciones públicas vía impuestos. No tengo que dar ninguna explicación de dónde saco el dinero”, apostilló. “No hay Atenea [la fundación de Iván Espinosa de los Monteros], ni hay Vox, ni hay PP, ni hay Alvise. No hay ningún partido, ni ningún político de por medio, ni ninguna asociación que tenga que ver con la política”, concluyó tajante.

Sin embargo, aunque Vito Quiles asegura que ningún partido ni ningún político le financia, EL PAÍS ha tenido acceso a una factura emitida el pasado 8 de octubre por el activista para Alvise Pérez por valor de 13.140,50 euros (IVA incluido) en concepto de “servicios profesionales externos, marketing y promoción”. Preguntado el pasado miércoles por este periódico, Quiles aseguró en un primer momento que “nunca” ha tenido relación contractual con el eurodiputado ni ha trabajado como autónomo para él. Después de que EL PAÍS le exhibiera la citada factura, que lleva su firma, Quiles alegó que Alvise actuó como mero intermediario de una empresa de Inteligencia Artificial que le encargó publicitarla en las redes sociales. “Él [Alvise] me consigue esa promoción y me dice: ‘La empresa no te lo va a pagar, porque he llegado a un acuerdo para que [el dinero] te lo dé yo’. Es lo que él [Alvise] me dice. Para recibir una comisión o algo por ponerme en contacto. [Pero] yo no sé si ese acuerdo existe”, añade Vito Quiles, para justificar el hecho anómalo de que la factura figure a nombre del líder de Se Acabó la Fiesta y no de la empresa.

Otras fuentes conocedoras de este movimiento aseguran que ese pago sirvió para financiar parte de la gira de Vito Quiles por los campus universitarios y su dispositivo de seguridad. El activista tuvo que suspender su tour durante unos días tras los primeros altercados. La colaboración con una empresa de Inteligencia Artificial consistió en la publicación de algunos post en redes sociales, si bien, indican la citadas fuentes, esa tarea fue una tapadera para camuflar la finalidad y cuantía de la factura que abonó Alvise Pérez.

Distanciamiento de Se Acabó la Fiesta

La mañana del 10 de junio del pasado año, cuando Alvise acababa de lograr tres asientos en el Parlamento Europeo, superando los pronósticos de todas las encuestas, Quiles colgó un vídeo en sus redes sociales abrazándose al vencedor: “Noche histórica. ¡Se os acabó la fiesta!“, escribió. Desde esa imagen hasta la de Vito Quiles solo, envuelto en una bandera de España, dándose un baño de masas de estudiantes en las puertas de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla, ha pasado algo menos de año y medio.

En ese tiempo, Quiles ha pasado de ser un empleado del canal que dirige el experiodista Javier Negre, Estado de Alarma (EDA) TV, a tener más del doble de seguidores que Alvise en la red social X —515.000 el activista, frente a 138.000 del europarlamentario— y prácticamente los mismos en Instagram, con 1,1 millones, el primero y 1,2 el segundo. Quiles fue el número 57 en la lista de Se Acabó la Fiesta al Parlamento europeo y Alvise le ofreció encabezar su candidatura por Alicante —el activista nació en Elche— en las próximas elecciones generales. Pero, convertido en ídolo de un sector de la juventud española y émulo del asesinado polemista ultraconservador estadounidense Charlie Kirk, al que quería imitar con su tour por los campus, Quiles quiere volar solo, según quienes le conocen.

“Tenemos una relación de amistad, ahora mismo nada más”, contestaba el pasado 9 de noviembre al periodista de El Independiente que le preguntó por su relación con Alvise. En su entrevista con La Bandera fue un paso más allá y reconoció que fue un error presentarse como candidato de Se Acabó la Fiesta. “Me arrepiento un poco, no tanto por el hecho de apoyarle sino porque se ha utilizado esto como arma arrojadiza de la izquierda contra mí, para poner en entredicho mi neutralidad política”, argumentó. Pero esa no era la única razón: “[Alvise] me ha decepcionado un poco porque se presentaba como adalid contra la corrupción y se ha visto envuelto en procedimientos judiciales complicados”, dijo, en alusión al cobro de 100.000 euros en dinero negro por el que el eurodiputado está siendo investigado ante el Tribunal Supremo. “Me he ido desilusionando un poco, lo tengo que reconocer”, apostillaba.

La gira de Vito Quiles por los campus universitarios, que ha movilizado a miles de jóvenes, tanto a favor como en contra, ha sido ignorada por los dirigentes de Vox, que no han hecho ningún comentario público, mientras que amparándose en el anonimato le atacaba el ejército de bots al servicio de la formación ultra. En el entorno de Abascal atribuyen a Vito Quiles la intención de montar un nuevo partido y sospechan de sus elogios a Iván Espinosa de los Monteros, exportavoz de Vox en el Congreso, a quien él califica de “absoluto crack”, o a Javier Ortega Smith, enfrentado a la cúpula de la formación ultra.

La asistencia de Vito Quiles al mitin protagonizado el pasado día 30 por el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el madrileño templo de Debod y su presencia, ese mismo fin de semana, en una fiesta organizada por Nuevas Generaciones en una discoteca de Madrid junto al presidente del brazo juvenil del PP, Ignacio Dancausa, alimentaron aún más las especulaciones sobre su salto a la política. “Yo no soy un peligro para nadie. No me interesa entrar en política. He aplaudido a Abascal y a líderes del PP, como Isabel Díaz Ayuso. Solo quiero servir de apoyo para echar a Pedro Sánchez del poder”, se defendía él en octubre, intentando disipar los recelos que provoca en muchos que antes le apoyaron. Pero no le creen. Solo un mes antes había declarado a The Objective que no podía descartar dedicarse en el futuro a la política.

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