Detenido un sicario de 17 de años por asesinar a un ciudadano neerlandés en Fuengirola
El chaval, que disparó con un arma de guerra a la víctima, se encuentra en un centro de menores, y quien le encargó el asesinato, en prisión


Vestido de negro, con la cara cubierta y una capucha, un chaval de 17 años y nacionalidad belga esperaba, durante la madrugada del pasado 7 de diciembre, oculto entre las sombras en una calle de Fuengirola (Málaga, 83.226 habitantes). Aguardaba a que un ciudadano nacido en Zwolle (Países Bajos) de 25 años saliera del club cannábico en el que trabajaba. Cuando lo hizo, le disparó a bocajarro con un arma de guerra. Lo mató en el acto. Más tarde viajó a su país, hasta que el 20 de junio fue detenido en Gante en una operación dirigida por la Policía Nacional y que ha sido hecha pública este miércoles. Ya en un centro de menores, es el tercer menor arrestado por su implicación en ajustes de cuentas en la Costa del Sol en poco más de un año, aunque los otros dos fueron sorprendidos antes de aprestar el gatillo. “La violencia del norte de Europa es brutal… y se está trasladando aquí”, advierte un agente especializado en este tipo de asesinatos.
El joven, según pudo averiguar la Policía Nacional, había sido contratado en Países Bajos para ejecutar el crimen en España. Viajó directamente hasta la Costa del Sol, vigiló a su objetivo y, finalmente, le disparó en repetidas ocasiones. Al día siguiente, algunos impactos de bala todavía eran visibles en el local y los edificios del entorno. De él no había rastro porque tenía una bicicleta preparada para escapar de la escena y después huyó del país en avión. Eso sí, había dejado el fusil bajo un coche, que fue localizado por los investigadores junto a numerosos casquillos.
El encargo se enmarcaba dentro de un ajuste de cuentas del crimen organizado neerlandés, aunque la investigación no ha podido averiguar los hechos concretos que lo causaron. Lo que sí pudieron conocer, apenas cuatro días después de los tiros, eran los protagonistas del macabro trabajo: tanto el autor material, como quien le pagó para que asesinara.

También a otros dos cooperadores directos. Uno de ellos fue detenido el 11 de diciembre en Torremolinos en un potente despliegue realizado con apoyo del Grupo Operativo Especial de Seguridad (GOES). El otro huyó a Países Bajos, donde fue relacionado con otro asesinato ocurrido en Ámsterdam semanas después. En la operación para su detención abrió fuego contra los policías de aquel país —hirió de gravedad a un agente y a una mujer que pasaba por allí— y después murió abatido por los agentes. En enero fue el turno del arresto del hombre que había encargado el crimen de Fuengirola y el de Ámsterdam. En la ciudad neerlandesa, ya en junio, fueron detenidas tres mujeres que se habían encargado de trasladar el fusil de asalto con el que se cometió el asesinato en la Costa del Sol desde París hasta Fuengirola. Todos los capturados han ingresado en prisión.
Finalmente, el autor de los disparos fue localizado y detenido en Gante (Bélgica) el 20 de junio pasado, cuando fue detenido por las autoridades locales en virtud de una orden europea de detención y entrega. Fue traslado hasta España el 11 de julio, donde fue puesto a disposición judicial que determinó su ingreso en un centro de menores en régimen cerrado. La investigación ha sido coordinada por el juzgado de Instrucción número 4 de Fuengirola con la participación de la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Judicial Penal (Eurojust).
Este es el tercer caso conocido de menores detenidos por motivos relacionados con ajuste de cuentas en la Costa del Sol en poco más de un año. El primero fue en primavera de 2024, tenía 17 años y nacionalidad sueca y llegó con el encargo de asesinar al miembro de una banda motera que residía en Benalmádena. Su arresto permitió, además, desmantelar una organización que captaba a jóvenes para cometer asesinatos en Europa y estaba liderada por un chaval de 14 años. El segundo fue hecho público este verano y sucedió en junio, cuando un joven de 16 años fue sorprendido —junto a otro de 19, ambos suecos— también en Fuengirola con intenciones de cometer un asesinato, como demostraron las dos armas cargadas y con el número de serie borrado encontradas en el apartamento turístico donde se alojaban. “Adolescentes pagados para apretar el gatillo: así es como luce el crimen organizado en 2025”, subrayaba entonces Andy Kraag, director del Centro Europeo de Crimen Grave y Organizado de Europol.
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