Las monjas excomulgadas de Belorado denuncian el envenenamiento de sus perros y que se sienten “perseguidas”
Las religiosas esperan evitar ser desahuciadas de su convento este viernes

Las monjas excomulgadas de Belorado (Burgos), que rompieron con la Iglesia católica en mayo de 2024, han denunciado este martes ante la Guardia Civil el presunto envenenamiento de varios de los perros que vivían en su núcleo zoológico de Parres (Asturias). Las cismáticas han asegurado sentirse “perseguidas” y que se está intentando atacar sus actividades, boicotear sus proyectos y frenar su faceta emprendedora.
Las religiosas mantienen un pulso con el Arzobispado de Burgos y el resto del catolícismo desde el año pasado, cuando abrazaron la Pía Unión del Apóstol San Pablo —considerada secta por la Iglesia católica— y desobedecieron al Tribunal Eclesiástico. El conflicto se saldó con la excomunión de las ocho monjas díscolas lideradas por la madre abadesa clarisa sor Isabel de la Trinidad.
La denuncia de las exclarisas sobre la muerte de sus perros llega apenas un mes después de que el Juzgado de Primera Instancia de Briviesca (Burgos) las condenase a abandonar su antiguo convento bajo la amenaza de que serían desahuciadas si se resistían. Ese lanzamiento está fijado para este viernes, aunque las afectadas confían en que no se produzca, bajo el argumento de que aún no han transcurrido los 20 días de plazo para recurrir la sentencia.
El portavoz de este grupo de exmonjas, Francisco Canals, ha explicado en un comunicado que en su denuncia han solicitado que se inicie una investigación y han aportado información detallada con el fin de esclarecer los hechos. Las monjas, además, aseguran que se mantienen “unidas en la adversidad”, recuerdan que “Dios y el tiempo son los mejores jueces” y aseguran que actuarán conforme a lo que Dios les indique “en estos momentos tan difíciles”.
Las cismáticas dirigen ahora un restaurante, el primero de clausura en España, y el núcleo zoológico en el que denuncian que han hallados varios de sus perros envenenados.
Una de las hermanas, sor Sión, alertaba hace unos días del envenenamiento de los animales, e incluso afirmaba que habían encontrado unos cebos llenos de lo que parecía veneno cerca de los canes. La religiosa relató que descubrió una “galleta de harina llena de unos puntitos negros”. Tras consultar con veterinarios y criadores de perros, los expertos le confirmaron que se trataba de “cebos para envenenar animales”.
Además, sor Sión ha explicado que previamente habían llorado la muerte de un perro en ”circunstancias extrañas”. Y que también sufrían problemas de salud varias pastoras alemanas que “adelgazaban, tenían malas digestiones y decaían de manera inminente”. “Gracias a Dios actuamos con rapidez y los llevamos a veterinarios”, ha concluido.
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