Un reciente arresto en Lleida confirma que el fenómeno de los yihadistas dispuestos a viajar a zonas de conflicto se reactiva
El último informe de Seguridad Nacional alerta sobre la peligrosidad de los denominados “combatientes terroristas extranjeros” cuando retornan a España


Uno era el supuesto maestro. El otro, su discípulo. La Policía detuvo el pasado 14 de agosto en la localidad de Vallfogona de Balaguer (Lleida, 2.000 habitantes) a dos veinteañeros de origen marroquí por su presunta participación en delitos de auto adoctrinamiento yihadista, proselitismo y colaboración terrorista por consumir y difundir a través de redes sociales material muy violento del Estado Islámico (ISIS en sus siglas en inglés), según ha informado este lunes el Ministerio del Interior. La supuesta intención de uno de los detenidos ―que ya había estado encarcelado hace años en el país magrebí por delitos similares― de desplazarse a zona de conflicto para incorporarse a las filas de la organización terrorista precipitó la operación, según detallan fuentes cercanas a la investigación. El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge ha ordenado su ingreso en prisión y ha dejado en libertad provisional al segundo.
El último informe anual de Seguridad Nacional, aprobado el pasado abril, alertaba precisamente sobre la “reactivación” del fenómeno de los llamados combatientes terroristas extranjeros (CTE), cuyo destino principal es ahora, tras el fin del autodenominado califato de Siria e Irak, la región africana del Sahel, con fuerte implantación del ISIS. Desde 2015 se han desplazado desde España 282 presuntos yihadistas, una cifra relativamente baja comparada con otros países como Francia, con cerca de 2.000; Alemania, más de mil, o Bélgica, por encima del medio millar. De ellos, 113 se sospecha que aún permanecen fuera, 65 han retornado y 104 han fallecido, según el mismo informe oficial. El regreso de estos es catalogado como “un riesgo importante” por su fuerte radicalización y su “capacidad de planificación e implementación de acciones de mayor entidad terrorista” tras haber adquirido conocimientos en el manejo de armas y explosivos.
🚩Detenidas dos personas vinculadas al terrorismo yihadista en #Lleida
— Policía Nacional (@policia) August 18, 2025
🚔Uno de los detenidos, reincidente, publicaba de forma continuada contenidos de #DAESH
👮Este hecho junto a la voluntad de desplazarse a zona de conflicto, provocaron su detención el pasado jueves pic.twitter.com/YoJ20RABEa
La investigación que ha permitido ahora detener al presunto aspirante de combatiente terrorista extranjero y su supuesto discípulo se inició hace un año y medio, cuando los especialistas en la lucha antiterrorista detectaron la intensa actividad en internet del primero de ellos en la difusión a través de numerosos perfiles en redes sociales de material del Estado Islámico especialmente violento, al que acompañaba con proclamas radicales. Las pesquisas de la Comisaría General de Información (CGI), que ha contado con la colaboración de las brigadas provinciales de Lleida, Tarragona y Barcelona, llevaron hasta este joven de 26 años que, según la información facilitada por la Dirección General de Vigilancia Territorial (DGST por sus siglas en francés, el servicio de inteligencia interior marroquí), había estado ya en la cárcel en su país por actividades similares.
La investigación reveló que, tras quedar entonces en libertad en Marruecos, entró ilegalmente en Melilla hace aproximadamente dos años y, desde allí, se desplazó a la Península, donde terminó fijando su residencia en la localidad leridana donde finalmente ha sido detenido. Allí, detallan las fuentes consultadas, buscó el cobijo de personas de su nacionalidad y empezó a hacer trabajos esporádicos de compraventa de ropa usada para sobrevivir ya que no tenía permiso de residencia. Según destaca Interior, ya entonces mostraba “un alto nivel de radicalización” y accedía “de forma sistemática y continuada” a webs con material yihadista, del que hacía un “consumo prolongado”.
Además, el ahora arrestado realizaba presuntamente labores “de captación, adoctrinamiento y autocapacitación para la comisión de atentados terroristas” de terceras personas. Entre ellas, el otro detenido, un joven de 24 años residente en la misma localidad y que supuestamente había estado implicado en actos de pequeña delincuencia común. Durante el registro de las viviendas que ocupaban cada uno de ellos, los agentes se incautaron el pasado jueves de varios dispositivos informáticos en cuyo interior se ha localizado propaganda del ISIS.
En lo que va del año, las Fuerzas de Seguridad ha detenido a 83 presuntos yihadistas en España, con lo que ya se ha superado el número de arrestados en 2024, cuando fueron 81. De seguir este ritmo, el año puede acabar con más de un centenar de arrestos, cifras no registradas desde 2004, cuando se cometieron los atentados del 11-M y fueron detenidos 131 presuntos yihadistas. Esta acusada tendencia al alza en el número de operaciones antiyihadistas se inició en octubre de 2023, cuando el estallido de la guerra en Gaza tras los ataques terroristas de Hamás y la respuesta militar de Israel obligó al departamento de Fernando Grande-Marlaska a acelerar muchas de las investigaciones que tenía abiertas sobre sospechosos de actividades islamistas radicales ante el temor de que el conflicto los empujase a atentar.
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